3 mil clientes al mes sostienen a El Gallo de Sinaloa
El Gallo de Sinaloa inició operaciones el 7 de noviembre de 1959 en el corazón de una progresista Los Mochis, fundado por los españoles Severo Pascual Fuentes y Salvador Nicolás Mingo Serrano. Luego de una época de gran auge durante dos décadas, se sobrepuso al embate de las grandes tiendas departamentales.
Tras el fallecimiento de su papá en 2016, Amparo Mingo Montoya tomó la dirección de la empresa y ahora encara con determinación las vicisitudes del mercado actual.
¿Cómo es la operación actual de la empresa?
Manejamos ropa de dama, caballero, niños y bebés. Somos distribuidores exclusivos en Los Mochis de la marca Camelia y manejamos Dul Carol. Y en el área de blancos también somos distribuidores exclusivos de la marca Esquimal.
Además de los uniformes escolares, desde primaria a preparatoria, también manejamos batas de laboratorio para estudiantes universitarios. También pantalones, faldas, camisas y blusas para uniformes de damas y caballeros.
Tenemos alrededor de 35 proveedores, y la mayoría se encuentran en Ciudad de México y Guadalajara.
La mayoría de las marcas que manejamos son nacionales, marcas reconocidas que tienen más de 30 o 40 años y que la gente sigue buscándolas. Eso es algo que nos caracteriza, no estamos vendiendo productos desechables, son prendas que te pueden durar mucho.
Por lo general, un bloque de 10 mil notas nos lo acabamos en casi tres meses, entonces estamos hablando de que atendemos más de tres mil clientes al mes.
Y en la temporada de inicio escolar se nos triplica esa cantidad. Ese es nuestro periodo más alto de venta, y yo creo que en esa temporada colocamos alrededor de 20 mil uniformes.
¿Qué impacto tuvo la pandemia?
Sí nos pegó fuerte, tuvimos que cerrar la tienda alrededor de cuatro meses, pero los sueldos seguían igual, el Seguro Social seguía igual, todo sería igual.
Las ventas se nos cayeron como un 50% en todo ese periodo, porque nuestro fuerte son los uniformes escolares, entonces nos metimos en el mercado de las ceremonias: artículos para comuniones, bautizos, graduaciones; o sea, buscamos de qué manera solventar lo que en ese momento se nos había caído.
Tuvimos que trabajar de manera diferente, utilizamos las redes sociales para colocar la mercancía, adquirimos motos para implementar el servicio a domicilio… No dejamos de trabajar.
Fueron alrededor de dos años de clases en línea, fue un descontrol para todos, pero sobre todo el ramo de uniformes escolares fue de los más golpeados en la pandemia.
Atendemos más de tres mil clientes al mes. Y en la temporada de inicio escolar se nos triplica esa cantidad. Ese es nuestro periodo más alto de venta, menciona Amparo Mingo. Foto: Debate
¿Y cómo ha sido la recuperación pospandemia?
Sí nos hemos recuperado. Todavía en el 2022 no fue mucho, pero en el 2023 sí vimos un cambio muy significativo.
La venta de ropa es un ramo muy competido, en el centro de la ciudad hay muchas tiendas y algunas acaparan el mercado, por eso estamos enfocados a sobresalir en el ramo de los uniformes, es el medio en el que podemos salir adelante, ya nos está empezando en llegar la mercancía, las playeras tipo polo y las camisas, porque tenemos que anticiparnos.
Queremos que nadie se vaya sin lo que está buscando, y que además de los uniformes escolares, la gente nos identifique como los especialistas en artículos para ceremonias y para desfiles. Que sepan que aquí van a encontrar lo que necesitan.
Nosotros le estamos apostando a la calidad y el precio. Mucha gente se va por lo más barato, pero hay que tomar en cuenta las ventajas de un producto de mejor calidad.
Durante la pandemia, empresarios de Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México cerraron sus tiendas de telas, y llegaron empresas asiáticas con miles de contenedores porque vieron un gran mercado, y están haciendo que los pequeños empresarios cierren, porque venden lo mismo y mucho más barato.
Hay muchas telas chinas, y a lo mejor si una prenda te costaba 100 pesos con estas telas te va a costar 50, pero te va a durar muy poco.
Nuestros uniformes son de buena tela, y nuestros maquiladores están en Guadalajara y en Ciudad de México.
¿Cuál es su proyección a corto plazo?
Tenemos muchos clientes que vienen de los pueblos circunvecinos, es nuestro mercado más fuerte, más que los de la ciudad, por eso ya estamos pensando en poner otro punto de venta.
Además, a mucha gente no le gusta meterse al centro, ya sea por el calor o porque se batalla mucho para encontrar estacionamiento, o por lo que sea.
Por eso estamos contemplando la posibilidad de abrir una sucursal. Esperamos seguir creciendo, que siga nuestra demanda, e iniciar posiblemente el próximo año con ese proyecto.
EL PERFIL
Amparo Mingo Montoya
Empresaria
Lugar de origen: Los Mochis, Sinaloa
Fecha de nacimiento: 7 de marzo de 1978
Estudios: Administración de Empresas con especialidad en Finanzas (Universidad del Valle de México en Guadalajara)
Pasatiempos: leer y viajar
Valor de mercado de uniformes escolares en México. Crédito: Debate
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