'El cable aéreo de Ciudad Bolívar pasó de ser 'el caballito’ a 'la tortuga’ ': ciudadanos denuncian fallas en TransMiCable de Bogotá
El TransMiCable mueve un total de 27.000 pasajeros diarios.
Bogotá
'El cable aéreo de Ciudad Bolívar pasó de ser 'el caballito’ a 'la tortuga’ ': ciudadanos denuncian fallas en TransMiCable de Bogotá
Intermitencias de varios minutos, largas filas y demoras en los recorridos es lo que denuncian los usuarios. La Rolita, la empresa operadora, responde ante las quejas.
Diego Santiago Salinas Rodriguez
El cable aéreo que opera en la localidad de Ciudad Bolívar ha sido foco de denuncias por parte de los usuarios que utilizan el transporte diariamente. Según ellos, en los últimos meses la calidad del servicio ha desmejorado porque las cabinas se quedan suspendidas en el aire en varias ocasiones durante el trayecto, ahora el recorrido se demora más y las filas en hora pico para ingresar al sistema son “eternas”.
De hecho, los usuarios ahora se refirieren al sistema como ‘la tortuga’, porque los trayectos pasaron de durar 13 minutos a 20, o incluso media hora. También le solían llamar ‘el caballito’ por las arrancadas y las pausas que sucedían de un momento a otro en las cabinas.
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Transmicable parado Capturas de video de denuncias
Cabe aclarar que La Rolita es la empresa que opera el sistema desde hace seis meses, a través de un convenio interadministrativo con TransMilenio, el ente gestor del sistema de transporte en la ciudad.
EL TIEMPO acogió las peticiones de los líderes comunales y la ciudadanía, y viajó en el sistema de TransMiCable de Ciudad Bolívar para comprobar de primera mano si esto era cierto.
El recorrido empieza desde El Portal Tunal, que conecta directamente con el TransMiCable y sus 4 estaciones: Portal del Tunal, Juan Pablo II, Manitas y Mirador del Paraíso.
En un recorrido cíclico y repetitivo, las 163 cabinas del sistema desmontan a los pasajeros que venían desde los suburbios más lejanos de Ciudad Bolívar.
A las 6 a. m., el mayor flujo se suele presentar de bajada, y el recorrido de subida suele recoger muy pocos pasajeros. Lo contrario pasa en la tarde cuando toda la población llega del trabajo a su hogar.
Ay juemadre, aquí nos quedamos parados
Las cabinas son amplias y tienen capacidad para 10 personas sentadas. En el recorrido se puede disfrutar de la vista desde las alturas de toda la localidad y gran parte de Bogotá. Desde allí se ven los tejados de las casas y las personas como pequeñas hormigas que andan por recovecos.
Pero de un momento a otro las cabinas se detienen, las personas quedan suspendidas en el aire. “Ay, juemadre, ahí nos quedamos parados”, exclamó Marta angustiada, y añadió: “Vea, eso es lo que ahora está pasando”. De un momento a otro las personas se inquietaron hasta que, 38 segundos después, el servició se reactivó.
Lo que se pudo encontrar el día de la visita fueron tres puntos críticos en la operación del servicio: la interrupción de este en medio del recorrido, el aumento de tiempo que se demora en llegar desde un punto hasta alguna estación y la saturación de personas en el sistema en horas pico.
El recorrido fue en compañía de Alfonso Mateus, quien como líder social del barrio Manitas de Ciudad Bolívar ha elevado las inquietudes de los ciudadanos a las mesas de trabajo de la Rolita y TransMilenio, y ha hecho un trabajo de veedor desde que inició el TransMiCable.
(Para ampliar la información: Así es el acuerdo que propone TransMilenio en el caso contra La Rolita por el cable de Ciudad Bolívar, en Bogotá)
Las paradas intermitentes
EL TIEMPO realizó dos recorridos y medio desde la estación del Tunal hasta El Paraíso, la cuarta parada del TransMiCable y donde hace el retorno para descender. En estos intervalos hubo seis interrupciones del sistema.
Algunos detenimientos eran de 30 segundos a 50. En una ocasión se demoró 1 minuto y 26 segundos suspendido en el aire.
En otras ocasiones, el sistema se ralentizaba y parecía que se iba a detener, pero unos segundos después se reanudaba.
TransMiCable Ciudad Bolívar Nicolás Alvarado El Tiempo
Al momento de parar, las cabinas se balanceaban como un columpio debido a la fuerza y velocidad con la que vienen. Esto provocaba para algunos una sensación de vértigo y mareo, más aún cuando se paraba a distancias de hasta 50 metros del suelo.
Ante esto, la operadora de la Rolita indicó que las paradas que se generan tienen un lapso de 15 segundos. "Estas paradas corresponden al distanciamiento de salida en la Estación Manitas y se han establecido mesas de trabajo entre TransMilenio y el fabricante Doppelmayr para minimizar las novedades”, afirmó.
Otro de los eventos lamentables que han ocurrido fue el del 6 de junio a las 6:20 p.m, cuando se tuvo que evacuar todo el sistema por una falla eléctrica en un taco generador, lo cual suspendió el servicio hasta el otro día a las 4:30 a. m.
A esto se añade otro detenimiento de 50 minutos el día 21 de marzo y, posteriormente, el 9 de junio uno que demoró 10 minutos, ambas por fallas eléctricas, según la operadora.
Sin embargo, La Rolita aclaró que las detenciones pueden ser generadas por otros motivos como: alerta de tormenta eléctrica cerca al sistema, ingreso de personas con discapacidad a las cabinas, cambio de cabinas, cargas estáticas, entre otros. Este tipo de paradas oscilan entre 30 segundos y 5 minutos.
Ahora los usuarios le dicen ‘la tortuga'
Estas interrupciones evidentemente han afectado el tiempo de traslado de un punto a otro. En la página web de TransMilenio se indica que el recorrido se demora 13 minutos desde la primera estación hasta la última. Sin embargo, en el recorrido que hizo EL TIEMPO el cronómetro apuntó 17 minutos y, en el segundo, de bajada, duró 21 minutos.
Una usuaria que iba en la cabina comentó que “ahora toca salir antes porque no se sabe cuánto se demore uno en llegar al Portal Tunal”.
Las filas eternas en hora pico
La tercera denuncia recogida de la ciudadanía es que el sistema colapsa entre 5 p.m y 7 p.m por el tráfico de personas que llega al Portal Tunal a tomar el TransMicable en plena hora pico.
Captura de pantalla filas transmicable Redes sociales
Según comentan los usuarios, en algunas ocasiones las filas llegan hasta la avenida Boyacá y cuando han cerrado el sistema, como fue el caso del 6 de junio, las personas deben acudir a otros medios de transporte para llegar a sus hogares.
Esto corresponde a una saturación del sistema en esas horas específicas, pues hay que cubrir la demanda de 27.000 pasajeros que mueve diariamente este medio de transporte.
La Rolita explicó que, ante este hecho, se duplica el número de personal, que realizan labores de seguridad y gestión social para organizar las filas, especialmente en las estaciones de Tunal y Mirador del Paraíso, donde se presenta el mayor flujo de pasajeros.
¿Qué sigue para la operación del cable?
Este diario estableció que la empresa operadora La Rolita podría perder el contrato para el año 2025, dado a una acción popular que avanza en el juzgado.
TransMilenio, por su parte, propuso ante el juez administrativo que lleva el proceso un polémico pacto de cumplimiento, que implica la terminación del contrato, con todo el impacto que eso podría tener para la operadora de transporte.
nosotros somos los dueños del sistema, lo queremos mucho
Cabe resaltar que el sistema de cable aéreo en Ciudad Bolívar es un proyecto del cual sienten orgullo los habitantes de la localidad. Fue inaugurado el 27 de diciembre de 2018 y desde ahí se ha convertido en un símbolo para la comunidad, por lo que los líderes y ciudadanos han luchado desde un principio para que se cuide de él.
Alfonso Mateus, el líder social que le ha hecho veeduría al TransMiCable desde la fase de diseños y que ha interpuesto una lucha por su cuidado, dijo que “nosotros somos los dueños del sistema. Sabemos más que ellos. Hoy en día lo queremos mucho y queremos personas que vengan a administrar, pero personas que tengan conocimiento de manejar cables”.
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Diego Santiago Salinas Rodriguez
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