Todos contentos con el empate entre Eslovaquia y Rumania

Ianis Hagi y Florin Nita celebran la clasificación de Rumania como primera de grupo en la Eurocopa.

Como no podía ser de otra forma, Eslovaquia y Rumania empataron y firmaron, de esta forma, su pase a los octavos de final. Los eslovacos pasan como terceros y los rumanos como primeros. Al menos, la esperada igualada no se fraguó después de un capítulo vergonzoso. Hubo partido durante 80 minutos, con Eslovaquia más intensa que Rumanía y gozando de claras ocasiones de gol. Al llegar ese minuto, el encuentro sí se paró. A ambas selecciones les entró el miedo y dejaron de atacar. 14 minutos de pacto de no agresión que fueron lo más feo de un buen partido, donde llovió a mares por momentos y en donde Rumania certificó su buena Eurocopa. 24 años después, el combinado rumano alcanza la segunda fase de un gran torneo de selecciones tras de pasar a cuartos en la Eurocopa 2000. Entonces fue eliminada por Italia. Ahora, se clasifica como primera de grupo para alegría de su afición, mayoritaria en Frankfurt. Al final, la fiesta fue para los dos equipos, con los jugadores de ambos equipos celebrando la clasificación. Eslovaquia vuelve a pasar de la fase de grupos, como hiciera en la Eurocopa de Francia de 2016. Eso sí, promociona como tercera y un cruce muy complicado, ante Inglaterra.

Una enorme lupa siguió las evoluciones del Eslovaquia y Rumania. El motivo era simple y justificado. El empate clasificaba a ambas para los octavos de final en el imprevisible Grupo E. El mundo del fútbol había puesto sus sospechas en un posible amaño entre eslovacos y rumanos. Precedentes obscenos hay en la historia del fútbol de selecciones, como el Alemania-Austria del Mundial de España de 1982. Alemanes y austriacos pactaron incluso un 1-0 que clasificaba a ambas selecciones en detrimento de una gran Argelia. Una vergüenza denunciada por el propio público asturiano en el estadio de El Molinón. Hace 20 años, en 2004, Suecia y Dinamarca se repartieron los puntos (2-2) para dejar fuera a Italia y clasificarse ambas a la segunda fase.

No pareció que ni Eslovaquia y Rumania pactaran un amaño para seguir la lamentable senda de austriacos, alemanes, suecos y daneses. Eslovaquia apretó de inicio ante una Rumania con problemas en defensa. Sus zagueros se tragaron un balón al área que Duda convirtió en el 1-0 para los eslovacos. El remate de cabeza del medio del Verona fue muy bueno. Rumania es mucho mejor equipo en ataque. Metió una marcha más y logró el empate después de un penalti que necesitó de la intervención del VAR. Hagi, el hijo del mítico Gica, se fabricó bien la pena máxima. Su padre, no obstante, era mejor jugador.

El segundo tiempo estuvo marcado por la tormenta que cayó sobre Frankfurt. Eslovaquia siempre fue un poco mejor y gozó de clarísimas opciones de gol para hacer el segundo tanto. Strelec y Haraslin tuvieron el segundo tanto en sus botas. Dejó de llover y se acabó el partido. Entró el miedo y el empate fue conservado por los dos equipos. No fue demasiado bonito el final, pero tanto Eslovaquia como Rumania guardaron las formas. No se les notó demasiado que el empate les valía a ambas. Solo en 14 minutos finales carentes de tensión.

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