¿Qué deseas hacer con tu saldo a favor del SAT? Así lo puedes utilizar
Con el dinero del saldo a favor puedes contratar algún seguro que te proteja ante algún imprevisto..
Tras el cumplimiento de las obligaciones fiscales de millones de mexicanos, algunos contribuyentes tendrán el mérito de recibir un saldo a favor tras su declaración, gracias a que en México la estructura tributaria involucra una variedad de impuestos que gravan distintas actividades económicas, bienes y servicios.
Si obtuviste saldo a favor, aquí te aconsejamos sobre las mejores maneras de utilizar este recurso de manera inteligente y calculada.
¿Qué es el saldo a favor?
El saldo a favor es la facultad de solicitar las devoluciones que te correspondan cuando tus egresos superna tus ingresos. Esto ocurre cuando, al efectuar el cálculo de tus impuestos, resulta que pagaste más de lo que debías, por lo que puedes solicitar ante el SAT que esa cantidad te sea devuelta.
Según la Ley Federal de Derechos de los contribuyentes, en su Artículo 2, todos los contribuyentes tienen el derecho de recuperar la suma excedente tras el cálculo de impuestos:
Artículo 2: Son derechos generales de los contribuyentes los siguientes:
Derecho a obtener, en su beneficio, las devoluciones de impuestos que procedan en términos del Código Fiscal de la Federación y de las leyes fiscales aplicables.
¿Cómo obtener saldo a favor en el SAT?
Dado que el Impuesto Sobre la Renta, ISR, se cobra bajo las ganancias, lo más evidente es que, para obtener saldo a favor, deberás tener más egresos que ingresos.
Si prestas tus servicios profesionales a una empresa, el patrón puede retener más porcentaje del ISR del correspondiente, por lo que de esta manera podrías obtener saldo a favor declarando todos los egresos que te generan ISR.
Consejos para utilizar tu saldo a favor
Los especialistas recomiendan destinar entre un 40% de ese dinero extra para saldar deudas, un 30% para ahorro e inversión y un 25% para gustos personales.
Lo más aconsejable en estos casos es seguir deduciendo. Puedes contratar un plan personal de retiro (PPR) o hacer aportaciones voluntarias para dicho fin. Esto te permitirá seguir deduciendo gastos y obtener saldo a favor el próximo año.
Una opción que destaca sobre otras alternativas puede ser adquirir algún producto o servicio que se convierta en un activo y te ayude a ser más productivo o a obtener ingresos extras.