Por qué el oro está en máximos históricos pero sus empresas caen con contundencia
El oro se encuentra ahora mismo en un momento privilegiado. Pese a que los precios se han mantenido algo más estables en los últimos días, el activo refugio por excelencia vive un pletórico 2024 situándose en los 2.372 dólares la onza tras subir un 15,62%. Un cambio radical en el planteamiento de los mercados sobre los tipos de interés, un riesgo geopolítico ‘in crescendo’ con Oriente Medio en el foco y unos bancos centrales comprando a ritmos acelerados han sido la clave para explicar este auge. Sin embargo, el actual paradigma ha generado una situación extraña para muchos, ¿por qué mientras el precio de la materia prima no para de romper sus registros, las firmas mineras, que se beneficios de su extracción, están cayendo?
Por qué el oro está en máximos históricos pero sus empresas caen con contundencia
Aunque el rumbo no está siendo el mismo en todas las compañías, la realidad es que la travesía de las empresas especializadas en oro está sucediéndose sin pena ni gloria, aunque inclinándose por las caídas. El S&P Global Mining Gold Index, el selectivo que recoge a las mayores firmas del sector, acumula un retroceso del 2% en el parqué. Por su parte la mayor firma del mundo respecto a su extracción, Newmont Goldcorp, acumula un retroceso este 2024 del 4,63% muy similar al de Barrick Gold, 4,36%. Agnico Eagle, más diversificada (está presente en Finlandia, Australia, México, EEUU, Canadá… se dispara un 18%, mientras que Wheaton Preciuos Metal sube un 8,71%.
El estratega de State Street, George Milling Stanley explica que son precisamente los motivos que están impulsando al oro las que impiden a sus grandes extractores ganar terreno en el parqué. “Los que invertimos comprando lingotes de valores es precisamente, porque quiero protección ante la debilidad del mercado”, en ese sentido, el experto señala que “cuando el mercado cae (algo que refuerza al oro), las mineras tienen a caer con el porque, a pesar de que esté relacionadas con la materia prima no ofrecen ese nivel de protección”.
Sin embargo esto no es está tan claro para los agentes del sector pues un precio más alto de la materia prima implica, directamente, una mayor demanda y rentabilidad, por ello diversos analistas no entienden que se mantengan en territorio negativo y no suban a un ritmo similar. “Nunca había visto dislocarse de esta manera (la lógica del mercado)”, explica en una nota a sus clientes Peter GrossKopf, presidente de SCP Resources Finance LP.
En ese sentido, uno de los factores que explicarían esta ‘dislocación’ sería los mayores costes que la industria ha tenido que asumir en los últimos meses y que compensaría los precios récord del petróleo. Oliver Groß, analista y consultor de materias primas en Rohstoffaktien, explica que estas firmas están teniendo que asumir “un incremento masivo en el coste de energía, maquinaria minera, salarios de los mineros, costes relativos a su actividad… unos factores que han aumentando mucho más que los precios del oro en los últimos años”.
“Seguimos notando una gran presión inflacionaria en cosas como cemento, cal, explosivos, acero…”
Un elemento en el que coincide Graham Shuttleworth, director financiero de Barrick, que explicaba en su última conferencia de resultados que “seguimos notando una gran presión inflacionaria en cosas como cemento, cal, explosivos, acero…”. Especialmente, el ejecutivo señala los salarios que han aumentado de forma clara en Norteamérica, este sería un elemento fundamental para explicar la diferencia entre compañías, pues, aquellas más diversificadas a nivel global han podido minimizar ese mayor coste de los salarios.
Esto ha provocado una potente caída de los beneficios en estas compañías que ha provocado que, por ejemplo Newmont Goldcorp vea como pasaba en 2021 de tener unos sólidos 2.370 millones de dólares a ver como estos caen por debajo de los 1360 millones. Misma situación ha vivido Barrick Gold, con cerca de unos 1.470 millones de dólares de beneficio ajustado neto por los más de 2.000 millones que tenía hace dos años. En ambos casos el consenso de Bloomberg espera una potente recuperación en 2024 al calor de los mejores precios, disparándose hasta los 2.500 millones en el caso de la primera y los 1.750 millones en el caso de la segunda. Sin embargo, la incertidumbre es máxima y todo depende de su capacidad de rebajar sus costes, mientras se mueve en un entorno de altos tipos de interés que también pesan sus cuentas.
Los tipos de interés
El alto precio del dinero no está consiguiendo sacudir al oro pues, aunque impulsa alternativas como el bono como valor refugio, los riesgos geopolíticos están dando un apoyo especial al metal precioso. Al tiempo que los bancos centrales compran este producto de forma acelerada precisamente para proteger sus reservas ante este entorno. Esto se ha visto particularmente en Oriente Medio, donde la escalada de tensión Israel-Irán sigue sin pausa con varios ataques entre ambos, el último por parte de la potencia hebrea contra la república islámica.
Sin embargo, quien no resiste tan bien un entorno de mayores tipos de interés son las firmas del sector minero de todo tipo de metales. Estas se benefician de unos menores costes de financiación para poder conseguir liquidez de una forma más barata para financiar nuevos proyectos desde cero. Es por ello que la perspectiva de unos tipos de interés mucho menores de lo esperado, algo que precisamente está impulsando el oro, está siendo para ellos un arma de doble filo.
Es por ello que el cambio de paradigma es un lastre tanto para sus cuentas como para los inversores, que, además, cuentan con activos seguros de mayor rentabilidad (como los bonos) donde refugiarse más allá e la renta variable. A finales de 2023 se hablaba de hasta seis recortes de tipos por parte de la Fed en un enorme y ambicioso movimiento de recortes que empezaría este mismo mes de marzo. Sin embargo, no es solo que este escenario no se haya producido, sino que una inflación enconada y una economía resistente han bloqueado totalmente este escenario y el mercado de swaps ya solo espera dos recortes, empezando en julio o en septiembre. Un cambio de paradigma completo que ha sacudido las expectativas sobre las mineras.
Buenas perspectivas
En cualquier caso los próximos meses se espera que la situación de estas firmas mejore, con un mayor precio en su producto estrella al tiempo que mejora especialmente su estructura de costes. De hecho, Addam Webb, analista de World Gold Council explica que el pico en los costes llego en 2023 y a partir de ahora debería mejorar poco a poco la situación. “Tras 2022 los cortes de las cadenas de suministro globales y la posterior guerra de Ucrania (con distorsiones en el mercado energético), sacudieron el precio de productos clave para la industria, como combustibles, explosivos y cianuro”.
Ahora las empresas se preparan para asumir una nueva era, pues el combustible de un mayor precio no está garantizado y, a pesar de que las perspectivas son positivas pues creen que la inflación puede acabar superándose poco a poco, la realidad es que su camino no está exento de riesgo. En cualquier caso, lo que queda claro es que estas firmas tiene un complicado equilibrio en bolsa pues no son un activo refugio, pero viven de uno.