5 claves para ser más inteligente y exitoso, según la Universidad de Stanford
Para alcanzar el éxito también hay que buscar ser más inteligente, que es lo que lleva a tener más productividad, a tomar mejores decisiones y a encontrar buenas soluciones para los problemas diarios.
De hecho, algunos expertos dicen que hay diferentes tipos de inteligencia que necesitas trabajar para poder ser más exitosos y alcanzar los objetivos de manera más eficiente. Y no se trata de convertirte en un genio matemático o de tener todos los conocimientos del mundo, sino pensar en las pequeñas cosas que se pueden hacer para aumentar el poder del cerebro, mejorar la memoria y la capacidad de aprendizaje.
La Universidad de Harvard tiene muchos buenos consejos al respecto, pero en realidad todas las universidades de la categoría Ivy League, que son de las mejores de Estados Unidos, tienen sus propios tips y consejos en este tema, y la Universidad de Stanford, que se encuentra en California, es una de ellas.
La Stanford Magazine, que pertenece a la universidad, reunió a algunos expertos para determinar cuáles son las mejores maneras en la que una persona puede ser más inteligente y encontrar las mejores formas de lograr lo que se proponen.
Cómo ser más inteligente y exitoso según la Universidad de Stanford
¿Cómo puedes ser más inteligente?
Conoce tus prejuicios
Cuando se habla de prejuicios, se habla de esas cosas que creemos, que consideramos ciertas y que nos llevan a actuar de cierta forma (como cuando pensamos que algo es mejor simplemente porque su precio es más alto), y lo que pasa es que esos prejuicios pueden ser un freno en muchas cosas.
Lo que los expertos dicen es que hay que aprender a identificarlos y a reconocer de dónde vienen, para que evites que sean estos los que te mueven en ciertas direcciones y para que puedas, por ejemplo, informarte y ser más consciente a la hora de tomar decisiones.
No hay que asumir nada
Nunca vas a aprender nada o estar seguro de nada si todo lo que sabes viene de suposiciones y de asumir cosas. Lo que hay que hacer es buscar, encontrar expertos, leer, tener información confiable, prepararse, estudiar y comparar información, para que realmente puedas estar seguro de que lo que sabes lo aprendiste es correcto y cierto.
Además, asumir cosas puede llevarte a tener problemas con otras personas, a cometer errores y a quedarte con muchas ideas equivocadas que realmente no te van a ayudar.
No dejes de hacer preguntas
Seguramente has escuchado muchas veces que no hay preguntas tontas y eso es más cierto de lo que crees. Hacer preguntas es esencial para que puedas resolver tus dudas, obtener información o incluso descubrir cosas nuevas, que pueden aplicar cuando estás intentando decidir cómo actuar, qué camino tomar para llegar al éxito o cuando quieres ampliar tus conocimientos y convertirte en un experto en un tema.
Y no solo es importante que hagas preguntas, debes asegurarte de hacer las correctas y las que realmente te van a dar la información que necesitas.
Busca otras perspectivas
Bill Gates, Jobs y muchos de los hombres más exitosos del mundo han dicho que es muy importante rodearte de las personas correctas, y esto es porque cada persona puede tener diferentes ideas, conocimientos y perspectivas de cada tema, con lo que puedes enriquecer tus propios conocimientos o incluso llegar a descubrir otras maneras o caminos de lograr lo que quieres.
Se dice que dos cabezas piensan mejor que una, que en parte se refiere a que siempre hay cosas que puedes aprender de los demás y que tener una variedad de ideas y de formas de pensar puede llevarte más lejos de lo que crees.
Evaluar y volver a evaluar
Muchas decisiones se toman pensando en cuál es el resultado más probable, el problema es que el panorama puede cambiar de un momento a otro y siempre existe la posibilidad de que tus cálculos no sean completamente correctos. Es por esto que los expertos de Stanford dicen que, una vez que tengas una idea, un proyecto o un conocimiento, intentes volver atrás un poco para evaluarlo todo.
Con esto no solo te va a quedar más claro el progreso que has tenido, sino que puedes descubrir cosas nuevas, encontrar problemas por solucionar y tal vez otras opciones que no habías considerado antes. No tienes que hacer esto de manera obsesiva, pero vale la pena evaluarte a ti mismo y tus decisiones, acciones y aprendizajes de vez en cuando.
Steve Jobs, por ejemplo, no creó la primera Mac al primer intento, seguramente creó un prototipo, lo probó y se puso a analizarlo para estar seguro de que todo estaba correcto, y la segunda versión fue mejor que la primera después de que él y su equipo evaluaron lo que hicieron y buscaron superarse.