Estados Unidos necesitará siete millones de migrantes para cubrir las jubilaciones de los ‘baby boomers’

Migrantes trabajan en el curado de hojas de tabaco en una productora en Pleasureville (Kentucky).

La crisis migratoria se ha convertido en tema recurrente en cualquier reunión social o debate político y protagoniza la campaña electoral para las elecciones de noviembre, pero una certeza se impone entre tanta discusión. Ya no se trata de la ya conocida necesidad que los migrantes tienen de vivir en Estados Unidos, sino la necesidad que el país tiene de ellos. El 20% de los trabajadores de Estados Unidos no ha nacido en el territorio nacional y se prevé que en el futuro próximo se requieran más de siete millones de migrantes adicionales para el mercado laboral. Así lo revela un estudio realizado por Brookings que alerta sobre el efecto que tendrá en la economía el incremento de las jubilaciones, que fue mayor de lo previsto tras la pandemia.

En un momento en el que la generación de los baby boomers se acerca a sus 80 años, se presentan dos desafíos para la economía de Estados Unidos: disponer de personal para el cuidado de la gente mayor y mantener la solvencia de la Seguridad Social y del programa Medicare.

Mujeres en un asilo, en abril de 2020 en Nueva York.

“Va a haber mucha más gente con más de 90 años y de 100 y aunque tengan una mejor salud que en el pasado, necesitarán apoyo y cuidados. Tenemos un desafío porque la relación entre personas en edad de trabajar y mayores va a ser menor”, afirmaba Tara Watson, directora del Centro de Seguridad Económica de Brookings en una conferencia sobre la economía y la política de inmigración.

Al envejecimiento de la población se suma la caída en picado de la tasa de fertilidad, que en la actualidad ronda los 1,7 nacimientos por mujer. Así, si en 1970 había 5,7 personas en edad de trabajar -entre 18 y 64 años- por cada persona mayor de 65 años; en 2020, había 3,7 trabajadores, y para 2040 se prevé que solo haya 2,7 por cada jubilado. “Los inmigrantes no van a solucionar el problema de la solvencia de la Seguridad Social, pero pueden ayudar”, sostiene Watson.

Los más de siete millones que Brookings calcula en su informe son el resultado de tener en cuenta la participación actual de los migrantes en el mercado laboral y los puestos que quedarán vacantes por retiro en los próximos años. Las actividades donde habrá más demanda de visas de trabajo serán, según sus previsiones, en producción y trabajos manuales, con 2,87 millones de puestos a cubrir. El sector de ventas minoristas y servicios de entretenimiento será el segundo más demandado, con 2,15 millones de vacantes, seguido de los servicios de cuidado y salud, con algo más de un millón.

Más demanda para California, Texas y Nueva York

Por Estados, aquellos que ya cuentan con una mayor participación de inmigrantes, como California, Texas y Nueva York, tendrán una mayor demanda de visas. También se prevé alta para Nueva Jersey e Illinois, a pesar de que se anticipa un menor crecimiento de su mercado laboral. Por el contrario, Estados como Utah y Tennessee, donde ahora hay una participación menor de inmigrantes, necesitarán más mano de obra debido al crecimiento que se espera de su mercado de trabajo.

Para cubrir esas necesidades los autores del informe recomiendan que se amplíen las visas de trabajo para los migrantes que trabajan en la agricultura, que se aprueben más solicitudes de asilo o que se cree un programa de visas estatales.

La crisis provocada por la llegada masiva de migrantes a la frontera con México ha desatado una oleada de críticas contra el presidente Joe Biden, que no ha conseguido sacar adelante un acuerdo bipartidista. El rechazo del candidato republicano, Donald Trump, a aprobar un acuerdo no lo ha permitido. A cambio, Biden impuso este mes el cierre de la frontera cuando se supere el número de 2.500 millones de entradas diarias durante una semana, una cantidad que con creces se ha sobrepasado.

Personas con la visa H-2a se lavan las manos antes de trabajar en un campo en Greenfield (California), en abril de 2020.

A pesar de la suspicacia que despierta un aumento de la llegada de migrantes, Madeline Zavodny, profesora de Economía especializada en Inmigración de la Universidad del Norte de Florida, asegura que “cuando llegan, los migrantes no solo trabajan, también compran cosas, aumentan la demanda laboral, están creando empleo”. Zavodny explica que, además, los migrantes suelen ubicarse en áreas menos pobladas, muchas veces rurales, donde se necesita mano de obra. “Llenan vacíos del mercado laboral, de nivel bajo, medio o alto, como profesores, científicos… y son muy emprendedores, desde un negocio modesto hasta de nivel alto, como Elon Musk”, añade.

Esta economista asegura que el mercado de Estados Unidos tiene cabida para más migrantes que, al contrario de lo que muchos piensan, no amenazan el empleo de los estadounidenses, sino que los complementan. “La economía de Estados Unidos puede absorber una cantidad muy grande de inmigrantes, incluso los flujos que hemos visto el último año y medio (…) Desde 1990, el número de inmigrantes que pueden llegar legalmente es fijo, a pesar de que el tamaño de nuestra economía se ha más que duplicado. No estamos acompañando las necesidades económicas y parte de lo que vemos en la frontera está exacerbado por el hecho de que no tenemos los caminos legales apropiados”, apunta.

En un año electoral como este, la inmigración se ha vuelto la punta de lanza del Partido Republicano, que ha acusado a la Administración de Biden de aplicar una política laxa en la admisión de migrantes. “A los votantes les preocupa la inmigración ilegal por la situación de desorden y caos de la frontera. No podemos venderle al público que confíe en nosotros (…), que a largo plazo nos va a beneficiar, que no se preocupen. Que los que se oponen son racistas y xenófobos. No es verdad. La gente común, los votantes comunes, particularmente los de la clase trabajadora, están muy preocupados”, afirma Ruy Teixeira, politólogo del American Enterprise Institute.

Fuerzas de seguridad texanas utilizan gas pimienta para dispersar migrantes en la frontera con Ciudad Juárez, el 20 de abril.

La preocupación es mayor en los Estados que reciben más migrantes. Mientras el Gobierno federal se beneficia de los ingresos fiscales provenientes de los impuestos que pagan, los Gobiernos locales y estatales enfrentan el costo de proporcionar servicios a la llegada masiva de extranjeros. “Se debería redireccionar parte de los recursos del Gobierno federal a los lugares que están absorbiendo migrantes con menos educación, que son los que tienen un mayor coste fiscal. A largo plazo, el Gobierno federal sigue ganando, pero a corto plazo, los Estados y Gobiernos locales enfrentan gastos para los que no tienen presupuesto”, afirma Watson.

Derechos laborales

Entre tanto, el Gobierno federal anunció esta semana que dará un impulso a la difusión de los derechos laborales de los migrantes. El Departamento de Trabajo ha añadido seis lenguas a las dos que ya tenía, inglés y español, en su página web migrantworker.gov, en la que distribuye la información. Creada en agosto de 2023, la página web tiene un formato de preguntas y respuestas comunes y, a partir de ahora, se podrá consultar en árabe, chino, criollo, portugués, tagalo y vietnamita. También se han añadido nuevos vídeos con una orientación para las mujeres, como los dedicados a la protección durante la lactancia, a los que ya existían, como los referidos a los descansos, los salarios o las precauciones a tomar ante el calor extremo.