Historias de vida detrás de la cacería policial en el Congreso
Historias de vida detrás de la cacería policial en el Congreso
"A Daniela le hice de lazarillo durante varias cuadras porque nos comimos tanto gas que ella no podía caminar". María Emilia "Coca" Manazza, compañera de militancia y de convivencia de Patricia Daniela Calarco Arredondo, del Movimiento Teresa Rodríguez (MTR) Votamos Luchar por el Cambio Social, cuenta a Página12 el drama que viven desde el miércoles 12. Es una de las 16 personas que permanecen privadas de su libertad en la causa armada por el fiscal federal Carlos Stornelli contra los manifestantes que protestaban aquel día contra la aprobación de la ley Bases en el Senado. Este diario repasó quiénes son, a qué se dedican y qué hacían antes de ser acusados de haber atentado contra las instituciones y los poderes públicos.
"Como organización habíamos convocado a la jornada de protesta, nuestra columna había quedado a la altura del cine Gaumont, los compañeros se replegaron de forma segura, nosotras nos quedamos sobre la plaza y avanzó la represión con las motos y las balas de goma, se formó un embudo en Avenida de Mayo y no podíamos avanzar por la cantidad de gente que había", relata Manazza. "Doblamos hacia la 9 de Julio y seguían disparando pasando la avenida Belgrano, nos dimos cuenta que quedamos encerradas, un policía de civil la agarró pero Daniela no se pudo levantar, ahí quedó arrestada y las demás salimos corriendo", agrega.
Daniela --39 años, trabajadora gastronómica en Mar del Plata en hoteles sindicales, empleada administrativa en el MTR y despedida del ministerio de Desarollo Social-- estuvo en el grupo de 22 detenidos de la Policía de la Ciudad que pasaron por la alcaidía de Parque Patricios, hasta la medianoche del miércoles que fueron trasladadas a comisaría de Chacarita. Tras su declaración en los tribunales federales de Comodoro Py, el sábado a la madrugada la llevaron a la cárcel de Ezeiza. "Ayer intenté visitarla pero no me dejaron entrar, no me dieron motivos, mostré el certificado de concubinato de Lomas de Zamora donde tenemos domicilio, somos compañeras de vida, pero también pasó en Marcos Paz, la familia de Nicolás Mayorga y de otros varones tampoco los dejaron pasar, es el trabajo de meter miedo, amenazar con separarlas y ponerlas con presas comunes, embarran la cancha y traban todo".
Manazza, también marplatense y docente, describe que Daniela "está entera, preocupada por lo que pasa acá afuera, tiene una trayectoria militante, es referente nacional de la organización, los luchadores del campo popular sabemos cómo viene el plan de este gobierno, simplemente por reclamar, es más acelerado, nefasto y descarado para reprimir, importa más una baldosa como defensa de un plan de ajuste que nos está matando, pero están fuertes porque la lucha sigue".
Todos los detenidos
- Juan Ignacio Espinetto tiene 44 años, es abogado, profesor de Formación Ética y Ciudadana e Historia en varias escuelas en la Ciudad de Buenos Aires, es de Ramallo, una localidad que se movilizó por su detención. Es delegado del sindicato Ademys en una institución y de UTE en otra. Estaba a cinco cuadras de su casa cuando lo detuvieron por la calle México, en San Telmo, y lo rodearon policías motorizados. Lo asiste la defensa pública. "Es un defensor de la escuela pública", dicen sobre él sus compañeros. Y agregan que "Juan está incomunicado, nadie sabe cómo se encuentra, dicen sus compañeros que está sin abrigo porque le sacaron la única campera que tenía".
- Lucía Puglia tiene 26 años y estudia Letras en la Universidad de Hurlingham. "Estaba participando de manera independiente en la movilización cuando empezaron a reprimir. Fue a cubrirse de los gases lacrimógenos y de las balas de goma detrás de un auto y mientras trataba de resguardarse la detuvieron", detallaron familiares y amigos a través de un comunicado. Su detención fue trasmitida por los medios de comunicación, a pesar de que las fuerzas represivas trataban de impedirlo. Su comunidad educativa y también varios escritores exigieron su inmediata liberación: Claudia Piñeiro, Martín Caparrós, Sergio Olguín, Diana Maffía, Guillermo Martinez, Ana Correa, Dolores Reyes, Enzo Maqueira y la Unión de escritoras y escritores.
- Ramona Tolaba tiene 54 años y se gana la vida limpiando edificios y casas. Ayer en la conferencia de prensa en el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) su hija Paola dijo que "fue sola a manifestarse en forma pacífica".
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- Sasha Lyardet es una piba de 24 que cumple años el 19 de junio, tiene cinco hermanos y estudia en el segundo año de la carrera de Antropología en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Su hermana mayor, Grisel, cuenta que la última vez que la vió estaba preocupada porque tenía que promocionar una materia. Trabaja como asesora legislativa en el Concejo Deliberante de José C. Paz, se mantiene sola y los fines de semana organiza una olla popular para el barrio. "Siempre estuvo comprometida con todas las causas, nuestra abuela tenía un hogar de chicos y desde niñas vimos la realidad muy de cerca, lo privilegiadas que éramos de tener una familia que nos cuidaba y un plato de comida", agrega. "El miércoles cuando se retiraba de la movilización iba por la vereda en la cuadra de la UADE, junto a Camila Juárez, Sasha retrocede para no dejarla tirada, la interceptan tres motos y al grito de 'si corrés te disparo y te agarro de los pelos' quedó detenida, estuvo con las otras mujeres detenidas paseando durante 12 horas, hasta que llegaron a la comisaría de Chacarita, y otra vez 12 horas esposadas". Grisel fue el domingo hasta Ezeiza pero no la pudo ver.
- Camila Juárez Oliva es una estudiante de Sociología de la UNSAM, tiene 33 años, es madre de dos hijos e integra la Asamblea Barrial de San Martín, organización con la que decidió ir a reclamar a Congreso contra la ley Bases. “No llegaron a ingresar a la plaza porque ya veían que había balas de goma, gases, y entonces retrocedieron hasta la avenida 9 de Julio”, cuenta su hermano, Alan Juárez. El caso de esta joven se hizo viral a través de un audio de su madre, en el que al borde las lágrimas contó: “Mis nietos están esperando a su mamá. A aquella gente que la estigmatiza por ser madre y salir a luchar les digo que ella tiene un montón de razones para luchar. Luchar no significa romper nada, es defender los derechos. Ella no es una terrorista”. Alan trata de ser puntal de familia. “Mi vieja está destruida, hace dos días que no duerme, no la puedo sacar de Comodoro Py, no puedo lograr que coma, es una situación de mierda”.
- A María de la Paz Cerrutti --profesora de Historia de 43 años-- policías de la Ciudad le cortaron el paso mientras cruzaba la Avenida 9 de Julio, a varias cuadras del Congreso. Enojada gritó su nombre completo y documento, mientras un jefe policial ordenaba "presa, ahora". No integró la tanda de liberados porque la acusan de haber pegado una patada a un efectivo. Maripaz, como le dicen en su familia, también es contadora y trabaja hace 15 años en el Ministerio de Economía. Además, es la nieta de Sara Derotier de Cobacho, referente de Madres de Plaza de Mayo y ex secretaria de Derechos Humanos en la provincia de Buenos Aires durante el mandato de Daniel Scioli.
- "Fui testigo, estaba en la esquina de Bernardo de Irigoyen y Moreno, es la misma esquina donde detuvieron a quienes representamos desde el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh), a Mateo, a Claudio y a Martín en esa esquina la policía de dedicó a hacer detenciones al voleo y arbitrarias, María solo estaba cruzando la calle cuando se le abalanzan 10 policías, la agarran de los pelos, la tiran al piso, la golpean y la arrastran por la vereda, la única razón por la que sigue detenida es porque este gobierno quiere sostener que hubo terroristas y un ataque al orden constitucional, sin ningún tipo de fundamento, quieren ocultar lo nefasta que es la ley de Bases", expresó el abogado Roberto Torres.
Gabriel Famulari, Roberto y Facundo Gómez, Cristián Valiente, Juan Pablo Colombo, Cristian Ferreira, Héctor David Mallea y Nicolás Mayorga (estudiante de la UNSAM y trabajador de Telefé) tienen entre 20 y 40 años. Algunos están acusados de haber arrojado piedras. En particular Sica, junto a Puglia y Cerruti, fueron detenidos bajo la acusación de haberle pegado a efectivos policiales. Calarco Arredondo está acusada de incendiar las bicicletas de la Ciudad, a Espinetto le indilgan el ataque a una motocicleta policial, a Mallea la participación de "desmanes". El único que tendría antecedentes penales sería Ferreira.
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