4 pueblos españoles con playa que son realmente bonitos para viajar en verano y que los turistas aún no han masificado
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En las vísperas de las vacaciones de verano, si aún no tienes plan para los meses que siguen, quizás te apetezca un poco de descanso, desconexión, pueblos poco conocidos, que se salgan de la ruta de siempre de la masificación de destinos como Benidorm, Gandía, S'Arenal... Sitios donde no haya mucha gente y que bajar a la playa sea un auténtico oasis para la paz, la calma y el bienestar, ya viajes con familia, con amigos o incluso sola.
Para encontrar ese momento para ti, esas jornadas de paz que te ayuden a desconectar del estrés laboral y mejorar tu salud mental, hemos rebuscado en la geografía nacional y hemos encontrado 4 pueblos españoles con playa que son realmente bonitos para viajar en verano y que los turistas aún no han masificado. ¡¡¡Ssssshhh guárdanos el secreto y disfruta sin comentárselo a tus amigos/as!!
Calella de Palafrugell (Girona)
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Es uno de los pueblos más bonitos y menos concurridos de la Costa Brava, una preciosa localidad llena de casitas blancas de pescadores, calas de aguas cristalinas y un caso antiguo con mucho encanto y calles empedradas. Calella de Palafrugell te sorprenderá en su parte más 'urbana' con vías como la de les Voltes y la Gravina, con casas blancas de dos pisos llenas de flores. Pero también con la visita de su encantadora iglesia de Sant Pere, de finales del siglo XIX. Si te gusta el senderismo, cuenta con los típicos caminos de ronda de la zona, pero si lo tuyo es la playa no deberías perderte el arenal del Port Bo, conocida por la playa de las Barcas por todas las que 'aparcan' ahí. A escasa distancia de ella, separada por una formación rocosa, se encuentra la playa del Canadell, de 200 metros de longitud y mucho más familiar.
El Rompido (Huelva)
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Aparte de Punta Umbría, Mazagón o Isla Cristina, los puntos turísticos más concurridos, la provincia de Huelva tiene algunas playas sensacionales y no tan masificados, como es el caso de las playas de El Rompido. Es un núcleo marinero perteneciente al municipio de Cartaya y situado en el Paraje Natural de las Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido (playa a la que pertenece la imagen). El convento de los Trinitarios, la iglesia del Carmen, el castillo de San Miguel del Arca y el faro del siglo XIX son sus elementos más destacados en cuanto a patrimonio. Disfruta de la playa de la Flecha, no muy masificada, de 13 km de longitud, un verdadero oasis en la zona.
Lekeitio (Bizkaia)
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En la desembocadura del río Lea, en Bizkaia, se sitúa Lekeitio. Dos preciosas playas miran a la isla de San Nicolás, a la cual se puede acceder a pie durante la bajamar, poco frecuentadas por los turistas. A orillas del Cantábrico se sitúa el caserío popular de fuerte sabor marinero, que nos habla de su origen pesquero. Al lado de esta arquitectura tradicional vasca surgen joyas del gótico como la Basílica de la Asunción de Santa María de Lekeitio. Sus arbotantes y contrafuertes custodian en su interior un bello retablo de factura flamenca. Las tablas representan la vida de María y la Pasión de Cristo. Alrededor del templo se emplazan elegantes casonas de la antigua aristocracia vasca.
O Barqueiro (A Coruña)
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En la desembocadura del río Sor, escondido de las miradas de los turistas masificados, en las rías gallegas y lleno de encanto, se encuentra el precioso pueblo coruñés de O Barqueiro, donde disfrutar de jornadas de descanso, buena gastronomía, aguas azules limpias y frías y unas casas preciosas con tejados de pizarra. Es un pueblo marinero lleno de encanto, a siete kilómetros del faro de Estaca de Bares, en la que la belleza de sus arenales compite con el sabor de su gastronomía, en la que el marisco y el pescado compiten por ver cuál es de mayor calidad y cuál enamora más al turista. Si nos tenemos que quedar solo con una de sus playas, escogeríamos sin duda la de Area Longa.