Santiago Homenchenko: "En Peñarol, estuve a punto de dejar todo..."
Santiago Homenchenko, el joven jugador uruguayo, contó lo mal que la pasó lejos de su familia y las veces que estuvo por dejar todo: "Siempre tengo ganas de jugar, es otro fútbol, acá son más pacientes. Tengo 20 años, el técnico esperaba primero que me adaptara a mis compañeros y a la Liga, para no 'quemarme'".
Entrevistado por los colegas de Minuto1 en Carve Deportiva, habló de su polifuncionalidad: "Jugué como zaguero y como mediocampista. Acá el primer día que llegué el entrenador me dijo que me podía usar en cualquiera de las dos posiciones, pero que le gustaba más de centrocampista".
"Fue la oportuniad de aprender a jugar al fútbol, nada mejor que en Europa. Se que mis representantes son personas transparentes y me cuidan la espalda, si ellos dicen que sí, es un sí".
"Estoy tranquilo, estoy bien. Voy a entrenar, y cuando vuelvo me gusta cocinarme, tengo un plan nutricional. En la tarde voy al gimnasio... y después sigo mi día. Me mantengo ocupado".
Contó que tuvo una charla con Marcelo Bielsa: "La última charla que tuve con Bielsa fue cuando volvíamos del preolímpico, le pedí para hablar personalmente, le pedí consejos para mi futuro, fue una charla más íntima".
La lucha de Santiago a distancia
"Estoy trabajando con un profe de Uruguay, tengo toda una rutina para seguir cuidando algunas cosas. Si de verdad queres aprender y mejorar, tenés que hacerle caso (a Bielsa) estuvo en todas partes del mundo, es un enfermo y estudioso".
Como repasó sus momentos lindos, habló sobre los otros, que fueron bravos: "Un día estuve a punto de dejar todo en un partido en Peñarol, antes del paro del año pasado. Cuando subí a primera jugaba porque me divertía y por amor, después cuando pasé a entender el tema el trabajo, la presión. No la pasé bien".
"Mi mamá no estaba bien de salud. Para mi madre soy el más chico, y el que siempre estuve y estuve lejos por mi carrera. Ahí no tenía psicóloga, siempre dije que estaba bien. No me daba... en un amistoso no me salía nada, y me puse triste".
"Me quise ir del CDS ese día. Placeres me agarró porque se dio cuenta y me ayudó a empezar a trabajar con una psicóloga, la mamá de Diego Rossi (...) Si no la tuviera a ella, sería muy difícil para mi".
Dejó un mensaje muy importante, sobre esa fuerza interna que uno saca en los momentos más difíciles: "Crecí viendo a mi madre con una enfermedad, tiene cáncer en todo el cuerpo, ella trabajaba, me llevaba a la escuela... de ahí saco esa fuerza, de ver a mi madre. Estoy deseando ir a verla…juego por ella, por mi madre, lo mío es muy simple" .
Respeta cada uno de sus quehaceres diarios, y su prioridad sentimental es, siempre ver a Peñarol: "Hoy duermo siesta y después veo al carbonero, ¿Cómo no me voy a quedar despierto? estás loco".