He probado el nuevo Mitsubishi ASX, un SUV para todos y ahora con personalidad propia
Mitsubishi ASX 2024
SUV B. Es la parte del mercado que todos los fabricantes quieren dominar por su volumen de ventas. Es decir, aquellos que se mueven en la frontera de los 4,2 metros de longitud, que ofrecen cuatro plazas reales en su interior y un maletero para afrontar un viaje de media distancia sin problema, además de moverse por la ciudad como pez en el agua. Por eso Mitsubishi apostó por lanzar una ASX que compartía muchos elementos estéticos con el Renault Captur y por eso ahora lo diferencia con personalidad propia.
Ni más ni menos que el 30% del mercado copa esta categoría y de ahí su importancia a la hora de acertar con el diseño, pues no olvidemos como la estética sigue siendo el principal factor de comprar a la hora de decidirse por un modelo.
Por eso el ASX 2024 ahora presume de un frontal completamente renovado y de más personalidad, donde destacan el logo de los diamantes y una parrilla mucho más agresiva. Se calza sobre llantas de 18 pulgadas de aleación que contribuyen a darle ese aire más deportivo. En la trasera apenas varía las ópticas y sobresalen las letras del fabricante en grande.
Por dentro ahora luce mejores acabados y un paso más hacia la digitalización. Un paso que da de dos maneras. Por un lado con una enorme pantalla central tipo tablet en la que alberga todas las funciones de infoentretenemiento y, por otro, gracias a la integración de los servicios de Google en su conectividad. Ahora el navegador utiliza Google Maps y, la verdad, funciona de maravilla.
Lo he podido comprobar por las carreteras de Roma, donde he puesto a prueba una unidad con motor 1,3 litros e hibridación ligera. Dispone de dos variantes de potencia, una de 140 caballos con cambio manual y otra de 160 CV con automático. Esta es la que he escogido para la primera toma de contacto y me ha gustado porque mueve sin problemas de fuerza un conjunto ligero (el peso se queda en algo menos de 1.400 kilos).
Además es suave y al interior apenas llega rumorosidad. Los esquemas de suspensión son bastante ruteros y dispone de cuatro modos de conducción (Comfort, Eco, Person y Sport) para jugar con la potencia y el chasis del coche. Lo que menos me ha gustado es el tacto de la dirección, demasiado artificial y que no transmite todas las sensaciones del eje delantero.
En términos de habitabilidad, las dos butacas delanteras acogen bien al conductor y su acompañante, mientras la fila trasera ofrece espacio real para dos adultos, con una cota para la piernas correcta y más justa para la cabeza.
Además de los bloques mecánicos 1.3 con 140 y 160 CV, la nueva gama ASX cuenta con otras dos opciones. Como entrada de gama aparece un 1.0 tricilindrico de 90 CV, mientras para los más exigentes Mitsubishi reserva el bloque 1.6 híbrido con una batería autorrecargable en marcha y 160 caballos de potencia.
Salvo el 1.0 que tiene Etiqueta C de la DGT, el resto luce en el parabrisas la Etiqueta ECO que tanto se demanda por el comprador hoy en día. Los precios del nuevo ASX se mueven entre 21.390 y 32.690 euros con promociones y cinco años de garantía para todos los modelos.