Pogacar vuelve al trono
La salida de etapa desde Cesenático nos transportó, inevitablemente, a la memoria nostálgica de su ilustre ciudadano Marco Pantani, campeón del Tour de Francia en 1998. Casi por asociación, la mirada giraba hacia el UAE Team. Por dos razones. Allí ejerce como director operativo otro vecino, Andrea Agostini, íntimo amigo de Pantani y rival sobre la bicicleta en sus tiempos mozos. Agostini vivió la jornada inundado de recuerdos. Entre ellos, aquella salida del Giro de Italia de 1999, una fiesta en torno al ‘Pirata’ con la bandana como prenda oficial, sólo diez días antes de que el escalador italiano fuera expulsado en Madonna di Campiglio por hematocrito alto cuando vestía la maglia rosa y precipitara una cuesta abajo que acabó trágicamente con su vida en 2004.
La otra razón era Pogacar, el hombre que aspira al doblete Giro-Tour, 26 años después de que lo hiciera Pantani, el último de los siete que han logrado históricamente esa gesta. El brillo en los ojos de Agostini revela la emoción que siente por la posibilidad del doblete. Los pronosticadores del Tour auguraban ya un primer golpe este domingo en el paso de San Luca. Todos los ojos apuntaban a Pogacar, a ese primer arreón para comprobar la situación real de su gran rival, Jonas Vingegaard, que ha reaparecido en la Grande Boucle después de su tremenda caída en la Itzulia. Su estado era la gran incógnita de esta edición. Ya no lo es. Pogacar atacó en la segunda subida y sólo Vingegaard aguantó el pulso. Inicialmente, nadie más. Primer combate directo. Con resultado de nulo. El dorsal 1 está muy vivo.
Pogacar no pudo morder tiempo a Vingegaard, pero sí se enfundó un maillot amarillo que no vestía desde el 12 de julio de 2022, en la décima etapa, un día antes de ceder la corona ante el danés, bicampeón en París desde entonces. Sólo es un reinado simbólico, porque ambos están empatados en la clasificación. Igual que Richard Carapaz y Remco Evenepoel, que enlazaron por detrás para recordar que este Tour tiene otros aspirantes. Romain Bardet se queda a seis segundos del cuarteto en la general. Y el resto de candidatos llegaron juntos a 21 segundos: Roglic, Rodríguez, Mas, los Yates, Bernal, Ayuso, Bilbao, Hindley, Ciccone... Ninguno entró en la refriega. De momento.
Vingegaard resiste el primer embate y el Visma controla la carrera, a pesar de su fidelidad al infortunio que le ha perseguido durante toda la temporada. El sábado, en la primera etapa, rodó por los suelos Wilco Kelderman. Este domingo, en la segunda, sufrieron idéntica suerte Wout van Aert y Matteo Jorgenson, en el mismo lance que afectó a Laurent de Plus, gregario de Carlos Rodríguez. Días antes, Sepp Kuss se tuvo que quedar en casa contagiado de coronavirus. La adversidad pega fuerte, pero no tumba sus aspiraciones. De hecho, en algunas fases de la etapa dio la sensación de estar más fuerte que el UAE. Veremos si es solo un espejismo.
El ganador del día no surgió de esta pelea de gallos, sino de la escapada, once valientes aventureros entre los que se colocó un repetidor, Jonas Abrahamsen, para consolidar el maillot de la Montaña, y un español, Cristian Rodríguez, que no pudo rematar la faena, pero sí colaboró en el éxito de Kevin Vauquelin, su compañero del Arkea, que estrenó su palmarés en una grande con 23 años y sumó el segundo triunfo francés en dos días de competición, tras el conquistado por Romain Bardet. Dos de dos. En Rímini y en Bolonia. Italia se le da bien a los anfitriones del Tour. Aunque el trono se lo disputan un esloveno y un danés. Pogacar y Vingegaard. El duelo toma temperatura.
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