Este es el pueblo más bonito de la Toscana... y de Italia
Es probable que pocos o muy pocos de los lectores de este artículo -a no ser que sean italianos- conozcan la existencia de Peccioli, un pueblo que no alcanza los cinco mil habitantes, erigido en lo alto de una colina de la Toscana. Sin embargo, a tenor del nuevo “título” recibido este año, es probable, también, que se convierta en otro objetivo de quienes visiten una de las regiones más hermosas de Italia.
Y es que Peccioli ha sido escogido por los telespectadores del programa Kilimangiaro de la RAI 3 Borgo dei Borghi 2024. El popular concurso, que ha alcanzado su undécima edición, invita año tras año a la audiencia a votar la mejor localidad entre 20 candidatas -una por región- previamente seleccionadas, con el fin de descubrir pequeñas perlas de todo el país.
Peccioli ocupa un lugar privilegiado en Valdevera, un rincón de la provincia de Pisa salpicado de pequeños pueblos y castillos
El flamante ganador coge el relevo de Ronciglione, el vencedor del concurso el año pasado; una población del Lacio, situada a 60 kilómetros al norte de Roma. Escenario de innumerables películas y series de televisión, atesora un buen puñado de palacios y edificios religiosos cargados de historia, reflejo de un pasado de esplendor.
Orígenes medievales y arte moderno
Peccioli ocupa un lugar privilegiado en el corazón de Valdevera, un rincón de la provincia de Pisa salpicado de pequeños pueblos y castillos, entre bosques de hayas, viñedos y campos de olivos. Formado por siete pequeñas pedanías de origen antiguo, su centro histórico construido alrededor de una fortaleza de la época lombarda todavía conserva el trazado medieval. Esta circunstancia y su apuesta por el arte, unidas a su proximidad con las ciudades artísticas más hermosas de la Toscana -la capital, Florencia, se encuentra a 75 kilómetros, y Pisa a 45-, la convierten en un destino a tener muy en cuenta.
Los hermosos paisajes de la Toscana rodean Peccioli
La silueta del campanario de la iglesia de la parroquia de San Verano, un templo del siglo XI, sobresale majestuoso a lo lejos por encima de cualquier otra edificación. A modo de bienvenida, su torre, que data de 1885, invita a visitar una localidad de calles empedradas repleta de palacios, como el Pretoriano, iglesias y museos de arte antiguo y contemporáneo.
Y es que la pedanía de Ghizzano alberga obras permanentes de artistas reconocidos. Es el caso de Solid Sky, de Alicja Kwade, y Endless Sunset, de Patrick Tuttofuoco, que decora un paseo que conecta el centro histórico con las zonas más nuevas de la ciudad, mientras que las fachadas de las casas llevan la firma del artista inglés David Tremlett.
Uno de los 'Gigantes de Peccioli, de Miroslaw Balka
Además de un bastión de cultura, arte e historia, Peccioli es también una localidad comprometida con el medio ambiente. Cuenta con una planta futurista de eliminación y tratamiento de residuos convertido en un centro multifuncional que, aparte de generar energía limpia, programa conferencias, conciertos y desfiles de moda. Sin embargo, una de las mayores atracciones del complejo son los Gigantes de Peccioli, grandes estructuras humanoides del artista polaco Miroslaw Balka que parecen emerger del paisaje que las rodea, y que simbolizan el renacimiento a partir de los residuos.
Gastronomía toscana
Sería impensable viajar hasta esta localidad y no probar las especialidades de la Toscana, basadas en materia prima de primera calidad y de km 0, ni a sus excelentes vinos, con el chianti como máximo exponente. Uno de los productos autónomos estrella es la uva colombana, una variedad autóctona de Peccioli, de sabor dulce y azucarado y aroma intenso.
'Panzanella', una ensalada típica de la Toscana
Entre los platos típicas de la zona, sobresalen el crostini neri toscani, picatostes negros elaborados con hígados de pollo, alcaparras y anchoas; la panzanella, una sencilla comida típicamente estival a base de ingredientes como el pan toscano duro, tomates maduros, cebolla y albahaca, o el cacciucco, una delicia de mariscos aromáticos. Los más golosos lo tienen fácil. Y es que entre los dulces típicos, se encuentran los bastoncelli, unas obleas crujientes y finas, elaboradas con de harina, huevos, azúcar y anís.
Ranking de 'Borgo dei Borghi' de 2024
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