Bagnaia va sobrado en Assen
Francesco Bagnaia.
Así, como suena, Bagnaia va sobrado en Assen. El vigente campeón firmó en la catedral su mejor viernes de la temporada, liderando por la mañana y por la tarde, con nuevo récord de pista incluido y permitiéndose el lujo de quedarse en el box durante los dos últimos minutos de la Práctica en la que se ha decidido el acceso directo de los diez mejores a la Q2.
La mala noticia de la sesión vespertina es la fea caída que sufrió Aleix en la parte final, una extraña salida por orejas en la entrada a la chicane que da acceso a la recta de meta. Fue como si el freno motor de su Aprilia dejara de funcionar para convertirse a continuación su montura en un salvaje toro mecánico que le escupió por los aires.
Tras volar, Il Capitano se golpeó con violencia donde la espalda pierde su casto nombre y hubo de ser sacado de la escapatoria en camilla. Habrá que ver el alcance de su lesión y si puede completar lo que queda de GP, porque es de los que accedió directamente a la Q2 con su cuarta plaza.
Los diez que consiguieron el objetivo de evitarse el purgatorio de la Q1 fueron el citado Pecco más Maverick (segundo a 0.065), Álex Márquez, Aleix, Martín, Márquez, Binder, Bastianini, Raúl Fernández (va claramente a más y tendrá la Aprilia de 2024 a partir de Silverstone) y Morbidelli.
Entre los que no entraron directamente en la Q2, un par de sorpresas negativas, las de Bezzecchi, que firmó la pole el año pasado en esta pista y aquí fue 12º, tras Quartararo, y Acosta, que sólo pudo ser 15º, superado también por Di Giannantonio y Rins (14º). Destacar que en el caso de Pedro es la segunda vez en lo que va de año que se ve obligado a pasar por la Q1. La vez anterior fue en Portimao, donde se clasificó 11º.
La sesión de la tarde tuvo más sobresaltos que el de Aleix, aunque no tan graves. Márquez hizo una de sus salvadas, aunque menos aparatosa que otras, se cayeron también Mir y Bastianini, tuvieron sustos gordos Bez y Bastianini y un despiste de Miller estuvo a punto de provocar una colisión con Martín. El australiano miró un momento hacia atrás y cuando volvió la vista al frente se rozó con el español, que vio atónito como la cabeza y la moto de su compañero de pista le rozaban. No pasó nada para lo que pudo haber sido.