Suma y sigue de los árbitros con el Athletic
Gil Manzano muestra la roja directa a Valverde por la protesta en el Coliseum
Se está volviendo extraño que los árbitros no tomen protagonismo por sus decisiones después de cada partido del Athletic. Más allá de los resultados, no está teniendo fortuna el cuadro bilbaíno con la labor de los colegiados. Ni en el campo ni en el VAR. Quizá la victoria, como sucedió en Getafe, sirva de mayor altavoz por aquello de que así no parece que se trata de un simple berrinche por no haber ganado. Lo del Coliseum fue un suma y sigue, con varias acciones controvertidas que se unen a lo sucedido recientemente frente a Villarreal o Granada.
Vaya por delante que Valverde no piensa en conspiraciones que traten de impedir el billete a la Champions del Athletic. “No lo creo. No me ha gustado que me hayan expulsado, está mal. He protestado de una manera muy vehemente, quizá lo tendría que haber hecho de otra forma. No pongo en duda absolutamente nada”, zanjó el técnico al ser cuestionado sobre si opinaba si el Comité Técnico de Árbitros les había cogido la matrícula tras las quejas surgidas contra el Villarreal.
El cabreo zurigorri con Gil Manzano, trencilla en Getafe, fue un goteo constante. No fue un envite con muchas faltas: quince. Seis del bando local y nueve en los visitantes. Pero no hubo amonestación para los azulones. Ni en el recado con el codo de Ilaix Moriba a Yeray, de hecho ni vio infracción, ni tampoco en el pisotón de Milla a Prados. El Athletic terminó con nueve, pero no fue debido a la brusquedad en sus acciones.
No es dudosa la roja directa a Yeray “por jugar el balón con la mano, impidiendo con ello una manifiesta ocasión de gol”, recogió Gil Manzano en el acta. Mata se quedaba solo, aunque estaba lejos de puerta. La segunda amarilla a Paredes, por impedir una contra de Milla, tampoco es sospechosa. Sí lo es, en cambio, la primera. Fue por protestar y vino precedida “de una clara falta sobre Simón”, palabras sacadas de la crónica del choque en la web del Athletic, tras un salto con Mata. Los leones tuvieron suerte porque el cuero se marchó al palo y Prados estuvo vivo para despejar a córner.
La polémica en el Coliseum fue ‘in crescendo’ y todo estalló con el penalti por mano de Raúl García. Gil Manzano lo señaló y Muñiz Ruiz le reclamó para verlo en el monitor al entender que no era punible. El extremeño se mantuvo en su decisión. Para entonces ya había demostrado gatillo fácil para expulsar a Valverde “por salir del área técnica brazos en alto y viva voz, entrando en el terreno de juego realizando aspavientos con los brazos en señal de protesta. Anteriormente fue advertido en varias ocasiones para que cesara en las protestas”.
La mala racha arbitral para los bilbaínos comenzó tras ganar la Copa, en la cita con el Villarreal. Cuadra Fernández completó una actuación terrible… para ambos conjuntos. Sin ir más lejos, sacó una segunda amarilla a Comesaña difícil de explicar nada más iniciarse el segundo periodo. La ira en el Athletic vino con el penalti por mano de Yuri en el descuento y el posterior audio recortado del VAR en el que no se hablaba ni de que el balón venía de un rebote del cuerpo del lateral ni tampoco de la dirección que tomaba, que no iba a puerta. Quejas de Sancet, Herrera y Valverde, comunicado del CTA y respuesta de Ibaigane mostrando su “asombro”.
Más madera en la siguiente jornada ante el Granada, con Iglesias Villanueva en el verde y Jaime Latre en el VAR. El gallego dejó en amarilla la dura entrada de Bruno Méndez sobre Yuri, faltando más de 20 minutos y con empate en el electrónico, y el aragonés no le reclamó para el monitor. El de Zarautz ha causado baja por lesión en los dos últimos compromisos del Athletic como consecuencia de la acción contra los nazaríes. Esta vez no se pronunció el CTA.