Safinsa, la empresa que le vende a Bimbo desde El Carrizo, Sinaloa
La comercializadora de granos, Servicios Agrofinancieros del Norte (Safinsa) opera con una nómina de 200 empleados fijos y mueve 60 mil toneladas de trigo y 40 mil de maíz anualmente.
Safinsa se ha posicionado entre los proveedores de insumos de empresas de talla internacional como es el caso de Bimbo.
Historia
Irene Lerma Chin concretó en 2012 su anhelo de tener una empresa propia: con poco capital, el apoyo de amigos y el respaldo de mucha gente que confió en su proyecto, creó Safinsa en una pequeña oficina con apenas espacio para ella y cuatro colaboradores.
Actualmente, Safinsa abarca compra-venta de insumos agrícolas, tiene planta de amoniaco y de diésel, bodegas para almacenaje de granos, es productora de semilla de trigo certificada, siembra maíz, sorgo, soya, ajonjolí, zarzamora y arándanos.
Ofrece servicios de fumigación con drones, fletes y trillas, posee fondo de aseguramiento y una industria procesadora de ajonjolí.
P: ¿Cómo emprendió su negocio?
Sin un centavo en la bolsa, pero con esa ilusión y esa energía, y el voltear para un lado y ver a la familia, ver a los hijos, a los que les tienes que llevar el sustento, así fue. Solicitar ayuda a los amigos que tenía en FIRA, a otros amigos que compraban trigo, que compraban maíces, para que me ayudaran a hacer la comercialización. De esa manera arrancamos y con algunos productores, que nos tenían la confianza y empezaron con nosotros, con créditos, comercializando.
Empezamos con unos 40 productores, del Valle del Carrizo, de El Fuerte y del sur de Sonora. Pensábamos que íbamos a ser a lo mejor una empresa pequeña, que llevaría a algunos productores a la comercialización, a créditos más accesibles, así empezamos.
P.¿Que cobertura tienen actualmente?
Ahorita trabajamos con dos mil, tres mil productores. Se han sumado productores de Ahome, de Guasave y de Juan José Ríos. Y vamos para la región de Culiacán y para la región de Etchojoa y Ciudad Obregón.
P: ¿Como se da la relación comercial con Bimbo?
Hace ocho años empezamos a trabajar con ellos. En nuestro interés por innovar, empezamos a trabajar en la agricultura regenerativa con CIMMyT (Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo) y con Inifap (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias), pusimos una plataforma en el Valle del Carrizo, y así fue como Bimbo se interesó en nosotros.
Marcó un despegue importante, con nuevos molinos, y ahora trabajamos fuerte con Trimex, que son proveedores de harinas para Bimbo. Somos una empresa que está apoyándolos en Sinaloa.
P: ¿Cómo se ha enfrentado Safinsa a las crisis del campo?
Sabemos de la dificultad que tiene el agro, y qué es lo que hacemos: tratamos de anticiparnos. Siempre estamos planeando, cómo apoyar a los productores, cómo ayudarlos. Tratamos de reducir costos, que mejoren su producción, que tengan acceso a nuevas tecnologías, y estamos muy al pendiente en lo que podamos ayudarles en cuestión de acercamiento con industriales, con el gobierno, para que tengan un poquito más al momento del pago.
P: ¿Cómo se desarrolló la empresa?
Empezamos como parafinanciera, dándonos de alta ante FIRA (Fideicomisos instituidos en Relación con la Agricultura); con el fondo de aseguramiento agrícola; con la compra-venta de insumos; y con la comercialización de granos, sobre todo trigo, registrándonos como ventanilla ante Aserca (Agencia de Servicios a la Comercializa-ción y Desarrollo de Merca-dos Agropecuarios).
Esos cuatro giros han crecido mucho, sin embargo, ha habido muy buenas alianzas. Por ejemplo, tenemos una industria que se llama Xinaloani, es descortezado de ajonjolí, ahí fue una alianza con Bimbo. Empezamos a hacer agricultura regenerativa, en trigo y maíz, y se dieron cuenta que estábamos habilitando también ajonjolí, y ahora también traemos agricultura re-generativa para ajonjolí. Les interesó esta industria, y ahí se vino lo que es Xinaloani.
Tenemos bodegas en El Carrizo y en Guasave, y vamos por otra en Los Mochis. Pero también hemos ido creciendo en la comercialización, ha sido la aceptación de los productos. Ahora también tenemos la siembra de arándanos y zarzamoras, hacemos fumigaciones con drones, reproducimos y comercializamos semilla de trigo.
El aprendizaje te va guiando. No nos quedamos en el 2012, con lo que sabíamos, había que luchar, había que aprender, había que esforzarse, había que innovar, estar siempre adelante, revisando todo aquello que al productor le interesa y le genera un menor costo.