Qué hacer para que tus zapatos de piel se sientan más cómodos y no te lastimen
No te pueden faltar unos buenos zapatos de piel en el clóset. Son ideales para completar los looks de la oficina, pero también pueden ser casuales, se ven bien con un par de jeans y hay muchas opciones para elegir y construir el estilo que quieres.
Lo que pasa con los zapatos de piel y las botas es que pueden llegar a ser incómodos, causar dolor y dejarte una colección de ampollas en los pies, en especial si los usas en casos en los que tienes que caminar una cantidad considerable.
Pero eso no es el fin del mundo y no quiere decir que tienes que tirar tus zapatos favoritos a la basura o dejar de usarlos, hay algunos trucos que puedas usar para que se sientan menos rígidos y se vuelvan cómodos, y no te lastimen los pies (y pocas cosas son tan molestas e incómodas como usar unos zapatos que te lastiman).
Lo primero que hay que saber es que la piel se puede tirar y volverse más suave, pero hay que partir de elegir la talla correcta y de zapatos que no tengan detalles problemáticos en el interior, como una costura o un detalle que causa dolor, y después sigue el proceso de “Break In”, que prácticamente significa que vas a amoldarlos a tus pies.
Los zapatos de piel y cómo volverlos cómodos (para que no lastimen)
їTus zapatos de piel te lastiman?
Camina con ellos, en casa
Ponte un par de calcetines gruesos, ponte los zapatos nuevos y camina con ellos en casa. Caminar con tus zapatos ayuda a que se vayan amoldando a tus pies y a tu pisada, pero es mejor hacerlo en un ambiente controlado, donde te los puedas quitar antes de que te lastimen o te causen problemas.
Úsalos por unos minutos en varios días consecutivos, esto puede ir suavizando la piel y hace que los zapatos nuevos dejen de sentirse rígidos.
Bálsamos y humectantes para piel
Puedes comprar algunos productos como aceites, cremas o bálsamos que ayudan a humectar la piel y estirarla un poco, lo que la vuelve más suave y moldeable. Es importante que uses productos especiales para zapatos y tienes que usarlos de manera uniforme, de lo contrario puedes dañar la piel o dejar manchas que pueden arruinar la apariencia de los zapatos.
Protégete de las ampollas
Las costuras o costados de los zapatos pueden provocar ampollas con el roce, pero en este caso también hay opciones, puedes usar los zapatos con calcetines para evitar el contacto directo sobre la piel, usar alguna cinta especial para proteger las áreas con mayor riesgos de ampollas, o incluso cubrir esos puntos de los zapatos que te lastiman más, como una costura interior.
Considera un expansor de zapatos
Muchas zapaterías tienen expansores de zapatos colocados dentro de los pares que van a vender, pero no son solo para decoración. Los expansores de zapatos se colocan dentro y se pueden ir haciendo grande poco a poco, con el fin de expandir un poco la piel para que todo se sienta más cómodo.
Hay diferentes formas de expansores, algunos van a lo largo y otros a lo ancho, así que debes buscar la forma adecuada para lo que te interesa. Pero, hay que considerar que un expansor probablemente no va a ayudar a que unos zapatos chicos te queden bien, así que no ignores la talla.
No uses los mismos zapatos diario
Es muy recomendable rotar entre distintos zapatos, ya que esto reduce el nivel de desgaste en tus zapatos, por también permite que tus pies descansen y se recuperen en caso de haber pasado por un par que lastima. Puedes aprovechar los momentos en los que no estás usando un par para colocar los expansores y los productos que ayuden a suavizar la piel.