'Nuevo amanecer': la estrategia de la alcaldía para erradicar la delincuencia en TM y sus entornos
Megatoma de la Policía Metropolitana en Bogotá
Bogotá
‘Nuevo amanecer’: la estrategia de la alcaldía para erradicar la delincuencia en TM y sus entornos
La operación hizo parte de la estrategia ‘Bogotá camina segura’ que tiene como eje la lucha frontal contra la criminalidad en la capital del país.
Jonathan Toro Romero
Desde hace cuatro meses los cuerpos de inteligencia de la Policía Metropolitana de Bogotá, la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía seccional Bogotá se han tomado los rincones de la capital del país en una lucha frontal contra la criminalidad.
Las ya comúnmente llamadas “megatomas” se esparcieron casi por todas las localidades de la ciudad y en esta oportunidad el turno fue para las estaciones de TransMilenio y el polígono ampliado de los sectores aledaños al epicentro de la movilidad de los capitalinos. El operativo que contó con la participación de más de 750 uniformados de la Metropolitana de Bogotá y que fueron desplegados estratégicamente por 108 puntos de la ciudad dio como primer resultado la captura de cuatro personas, dos traslados por protección, 1.316 solicitudes de antecedentes a transeúntes y otras 1.661 a automotores.
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Dentro de los resultados operativos que fueron reportados preliminarmente por el comando especial de Policía de TransMilenio también quedó el registro de la incautación de 42 armas cortopunzantes, la aplicación de 379 comparendos por faltas a la seguridad, convivencia y el cuidado del espacio público. Según la información aportada por el sistema estadístico de la Policía Nacional (Siedco) en lo que va del 2024, con corte al 5 de mayo, se han reportado 347 hurtos en el componente zonal, que representa una reducción del 20 por ciento frente al mismo periodo del 2023, y 2.342 robos en el componente zonal, que a su vez refleja una reducción de 35 por ciento. El total de capturas en los primeros cuatro meses del año por hurto en el sistema de transporte de es de 645.
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Los puntos priorizados para el despliegue operativo, que inició a las 6:00 de la mañana de hoy, fueron la estación de la Calle 19, Avenida Jiménez, Calle, Calle 34, Calle 100, estación de Banderas y Portal Américas donde también hubo vigilancia con drones y se atendieron 23 cuadrantes lineales, cinco patrullas Gourmet, dos tomas masivas, nueve tramos de TransMilenio, 11 colegios, nueve universidades, 30 puestos de control, tres sitios turísticos y 16 parques. Esta operación se une a otras tantas que han tenido lugar en sectores de Ciudad Bolívar, Kennedy, Los Mártires, Suba, Usme, Usaquén, Bosa, Engativá, Barrios Unidos y Santa Fe que han dejado como resultado la captura de al menos 12 de los delincuentes más buscado en Bogotá por todos los delitos.
Algunos factores del problema en TransMilenio
EL TIEMPO consultó a algunos expertos sobre la efectividad de estas estrategias en entornos concurridos como las estaciones de TransMilenio y sobre los factores que podrían incidir en la variación de la inseguridad en determinadas zonas y coincidieron en que uno de los principales problemas radica en la falta de control que las autoridades ejercen sobre el uso que los viajeros le dan al sistema.
“El comportamiento ciudadano en TransMilenio refleja un fenómeno de violencia en la sociedad ante la dificultad de resolver las diferencias de manera pacífica”.
Y es que se han visto casos en los que familias enteras usan los articulados para realizar mudanzas cuando en realidad el sistema no está habilitado para el transporte de cargas de gran peso y tamaño. Esto sumado también a la falta de tolerancia dentro de buses y estaciones que se ha decantado en riñas y peleas entre los usuarios, pasando por los problemas con las frecuencias y la cantidad de buses que genera aglomeraciones y convierte a estos espacios en zonas propicias para los llamados “cosquilleos”.
Al respecto, Ómar Oróstegui, analista y director del Laboratorio de Gobierno de la Universidad de la Sabana (GoLab), dijo que el comportamiento ciudadano en TransMilenio refleja un fenómeno de violencia en la sociedad ante la dificultad de resolver las diferencias de manera pacífica. Según Oróstegui, esta situación se exacerbó en los últimos dos años por efectos de la pandemia, que golpeó con severidad la salud mental de los bogotanos, y por el vandalismo del que ha sido blanco el sistema.
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Un agravante de la inseguridad es el porte de armas en el sistema. Para ejemplificar este factor basta con revisar las cifras tan solo de Semana Santa cuando la Policía Metropolitana en medio de operativos logró la incautación de 1.919 armas cortopunzantes. Los colados son otro aspecto clave que está atizando las dificultades del sistema. Según los cálculos de la misma empresa TransMilenio S. A., de los 2 millones de pasajeros que al día circulan en los diferentes componentes, el 29,66 por ciento son evasores del pasaje. Sin embargo, el último reporte de las autoridades en este sentido señala que durante este año se ha registrado un 12 por ciento de reducción respecto a la evasión.
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Desde ProBogotá, ya le habían señalado a EL TIEMPO en 2023, que uno de los grandes problemas que tenía el Sistema de TransMilenio era que la seguridad y las acciones estaban enfocadas en “cuidar el punto y no el entorno”, por eso dicen que es necesario que la seguridad se refuerce entre los 200 y los 300 metros a la redonda de estaciones y portales. “Hay que superar la visión de cuidar el punto, lo que hay que cuidar es el entorno. Hoy, después de que el delincuente sale del sistema, nadie puede perseguirlo. Tener una vigilancia que no sea de punto sino de área genera mayor efectividad en el cuidado”, señalan como una de las posibles causas de las afectaciones a la seguridad en TransMilenio. JONATHAN TORO ROMERO REDACCIÓN BOGOTÁ EL TIEMPO
Jonathan Toro Romero
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