Me transformo
Claudia Varela, columnista
Yo creo que no existe un manual ni un tutorial que enseñe a ser un buen líder. Es un proceso cuyo ingrediente mágico (según mi opinión) revelaré al final de esta columna. Sin embargo, hay conceptos que vale la pena entender para saber que me apropio o en que inspiro.
Soy una convencida del liderazgo por influencia. Influenciar es de las cosas más difíciles de lograr en cualquier entorno, pero especialmente cuando eres líder y crees que al final te tienen que hacer caso porque tu cargo es de mayor autoridad. Pero así jamás se genera compromiso. Aparecen entonces diferentes conceptos y hoy quiero hablar del líder que transforma.
El liderazgo transformacional es un estilo de liderazgo que busca crear cambios positivos en los seguidores, alentándolos a superar sus propios intereses por el bien del equipo o de la organización. Este tipo de liderazgo se caracteriza por la capacidad del líder para mover a su equipo hacia la realización de metas colectivas. De nuevo es un liderazgo de influencia, pero que busca a través del entendimiento de los motivadores de su gente encontrar un compromiso.
Existen algunos atributos que un buen líder transformacional debe tener voy a listar los cinco que considero más relevantes
• Inspiración y Motivación: Los líderes transformacionales son conocidos por su habilidad para inspirar y motivar a sus seguidores, proporcionando una visión clara y apasionante del futuro. Son coherentes en su discurso, así que hablan y actúan. ¿Conocen a los que solo hablan y no ejecutan? Esos no son.
• Coaching: Se enfocan en las necesidades y el desarrollo de cada miembro del equipo, actuando como mentores o coaches de sus grupos. No solucionan todos los problemas, ni le dicen a todo que sí, solo ayudan con las herramientas adecuadas para que cada uno crezca como individuo.
• Estímulo Intelectual: Fomentan la creatividad y la innovación entre sus seguidores, desafiándolos a pensar críticamente y a cuestionar el status quo. No le temen a las ovejas negras, creen con firmeza que el cambio real requiere cabezas que piensen diferente.
• Consideración Individual: Muestran preocupación y respeto por las necesidades emocionales y personales de los seguidores, creando una conexión fuerte y de confianza.
Prejuicios Cero. No discriminan, no critican a su equipo. Creen en sus fortalezas y entienden su vulnerabilidad.
A mi juicio, hoy solo se lidera si se logra inspirar a otros y un líder transformacional es efectivo en entornos dinámicos y cambiantes, donde la innovación y la adaptabilidad son cruciales para el éxito y el crecimiento.
Reflexionando en algunos ejemplos de líderes que transformen, se me vinieron varios a la cabeza. Pensé en los que definitivamente son la antítesis del cambio, pero de esos no hablaré. Steve Jobs es un ejemplo icónico del liderazgo transformacional. Su visión y pasión por la innovación revolucionaron la industria tecnológica y dejaron una huella duradera en el mundo. Era una oveja negra, un retador del status quo, pero un convencido del cambio que quería generar.
Siguiendo por la onda empresarial el famoso e innovador Elon Musk, es también un buen ejemplo. El fundador de SpaceX y Tesla Motors es conocido por su visión audaz y su enfoque en la exploración espacial y la energía sostenible. Su liderazgo ha inspirado a muchos a pensar más allá de los límites convencionales.
Pensando en ejemplos más históricos y mundiales, recordé a John F. Kennedy, El presidente de Estados Unidos durante la Guerra Fría demostró un gran liderazgo transformacional al inspirar a su país a alcanzar la Luna y superar desafíos aparentemente insuperables. Es de estos personajes apasionantes porque hizo cambios que marcaron al mundo con su perseverancia y ejecución real.
Quisiera cerrar con un líder social, Mahatma Gandhi: El líder indio de la independencia utilizó la no violencia y la resistencia pacífica para lograr un cambio social y político significativo en su país. Su liderazgo transformacional influyó en movimientos similares en todo el mundo y su voz fue escuchada y replicada en su país y otros entornos.
El secreto entonces de ser un buen líder transformacional está en meterle amor a lo que se hace, en creer que las cosas que se ejecutan tienen un propósito más allá del bienestar individual. El líder que hace un cambio no promete, cumple y compromete a sus seguidores por el poder de encontrar un propósito colectivo.