La regla del matrimonio entre Blake Lively y Ryan Reynolds que ha mantenido la estabilidad de la relación
La historia de amor entre Blake Lively y Ryan Reynolds ha cautivado a millones en todo el mundo. Esta pareja, que forma una de las uniones más sólidas y admiradas de Hollywood, ha logrado mantener viva la chispa del romance durante 12 años, mientras equilibran exitosamente sus carreras profesionales con su vida familiar.
La regla de oro en el matrimonio de Blake Lively y Ryan Reynolds
Con cuatro hijos en su hogar, James, Inez, Betty y un bebé cuyo nombre aún no han revelado, Blake y Ryan han encontrado la clave para mantener su matrimonio sólido y saludable: la regla de no trabajar al mismo tiempo. Esta regla, según reveló Blake Lively en una reciente entrevista, les permite priorizar su vida personal y asegurarse de que siempre haya tiempo para la familia.
Para Blake, acostumbrada a trabajar arduamente y sin descanso, especialmente durante su tiempo en la exitosa serie “Gossip Girl”, esta regla ha sido un cambio de juego. Reconoce que en los primeros días de su relación, cumplir con este acuerdo fue todo un desafío, especialmente cuando estaba inmersa en proyectos continuos. Sin embargo, con el tiempo, la pareja ha aprendido la importancia de encontrar un equilibrio entre su vida profesional y su vida personal. Esta adaptación ha sido fundamental para mantener su matrimonio fuerte y duradero.
Ryan Reynolds también ha compartido su perspectiva sobre cómo manejan su vida familiar y profesional. El actor reveló que la clave es mantener a la familia unida, sin importar dónde se encuentren. Para ellos, el hogar no está ligado a un lugar físico, sino a la presencia y unión de la familia.
La capacidad de Blake y Ryan para priorizar su relación y su familia sobre sus carreras es un testimonio de su compromiso mutuo y su amor duradero. Aunque enfrentan las demandas y presiones de la industria del entretenimiento, han demostrado que es posible mantener una relación saludable y feliz cuando se establecen límites claros y se hace un esfuerzo consciente para priorizar el tiempo en familia.