Ana de Inglaterra lleva poniéndose este mismo vestido desde 1978
Es, probablemente, la royal menos valorada estilísticamente si bien sus looks merecen un capítulo aparte porque Ana de Inglaterra es la Windsor más auténtica y fiel al papel institucional que tiene. La Princesa, la más trabajadora de toda su familia ya que asume más actos oficiales que nadie, ha vuelto a demostrar lo absolutamente única que es a la hora de vestir. Y es que no solo es la más británica de toda su casa real sino, también, la más ahorradora. Así, ha presidido un acto con un vestido que había llevado por primera vez allá en 1978.
Nadie lleva los pañuelos (tan bien) como Ana de Inglaterra
Así acompañaba la Princesa a su hermano, Carlos III, a misa de domingo en Sandringham. Nos encanta cómo se ha colocado el pañuelo alrededor del cuello y cayendo desenfadadamente sobre el hombro izquierdo.
їCГіmo es de ideal, coordinado con la chaqueta de montar?
Y tocada con un pañuelo a imagen y semejanza de su madre.
Y coordinado con el *look*: inspiración eterna.
Una fórmula cálida y estilosa.
A juego con su camisa y con estampado *sesentero*: un sueño hippie.
Y sobresaliendo sobre la americana: perfección.
Y con los cuellos de la camisa levantados, ¡pero qué maravilla!
En la simplicidad también está el éxito.
Era el remate que este nudo, inspirado en las camisas masculinas de otros siglos, necesitaba.
Dentro de las solapas, sin desentonar en un *look* fúnebre (eran los funerales de su padre).
Blanco y azul marino en cada detalle, por supuesto, en el pañuelo. ¿Se puede ser más Windsor?
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Ana de Inglaterra estrenó este vestido en 1978, en una visita oficial del Presidente de Botswana a Londres. Aunque la foto de aquel día es en blanco y negro, sí se sabía que se trataba de un pieza en color azul, con falda tableada de vuelo, cuello bebé y la parte superior abotonada, en estilo camisero y con estampado de cuadros. Un estilo atemporal y un clásico imperecedero que fue tendencia en su día y lo será siempre porque este tipo de vestido jamás pasa de moda.
Quizá en aquel año, cuando la Princesa contaba 28 años, sin abrigo, con su rostro casi juvenil y el bolsito de mano colgando del codo, este vestido aporta un toque que todavía resta más años. Pero, ahora que ya tiene 74, con una americana en el mismo azul y el bolso en el hombro, ha sobrevivido al paso del tiempo como una inmejorable muestra del estilo royal.
Podemos confirmar que los Windsor de esta generación son grandes ahorradores en lo que se refiere a moda. Recordemos que el Rey Carlos III, por ejemplo, lleva más de 40 años con los mismos cuatro abrigos. Y es que la austeridad royal se manifiesta así.
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