'Fallout', la serie de un cruel, bello y divertido apocalipsis
Walter Goggins hace el papel de The Ghoul.
Cine y Tv
‘Fallout’, la serie de un cruel, bello y divertido apocalipsis
Esta producción, basada en un videojuego, ya está disponible en Prime Video. Las claves de su éxito.
Andrés Hoyos
Mientras el mundo parece querer arder por todos lados, la mejor excusa para escapar de esa realidad puede ser encararla desde los terrenos de una ciencia ficción que no tiene miedo de ser arriesgada y cruelmente divertida
. Así se puede definir el alma que cubre a la serie Fallout, inspirada en un famoso videojuego homónimo, que ha logrado llamar la atención y escapar de ese miedo que hay con las adaptaciones inspiradas en juegos de video. En este caso, todo funciona.
No se necesita ser un fanático de Fallout para disfrutar la serie –que ya se encuentra disponible en la plataforma de streaming Prime Video– y de seguro quienes conocen la fuente original van a quedar satisfechos con la aventura de ciencia ficción apocalíptica y cruel, pero que a la vez ofrece una bocanada de entretenimiento de alto nivel y un poco de crítica social.
Todo comienza con un mundo que ha logrado curar las cicatrices de una guerra mundial, pero que entre sus ínfulas de progreso se cierne una aterradora verdad de autodestrucción, una guerra nuclear.
En tono jocoso, irónico y caricaturesco, una fiesta infantil es testigo de la hecatombe. El mundo se destruye y un hombre disfrazado de vaquero escapa con su hija en un caballo, tratando de huir de la radiación y la muerte. Dos siglos después, las generaciones de aquellos que una vez apostaron por un búnker para sobrevivir conviven en refugios que parecen de otra época, en una emulación de un mundo del pasado.
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Todo parece perfecto, pero en realidad viven encerrados y alejados de esa Tierra de antaño que sobrevive entre restos de cadáveres, edificios derruidos y mucha gente que no tuvo la suerte de estar protegida por gruesas paredes de metal y un poco de tecnología.
Lucy se convierte en una heroína y despierta frente al verdadero mundo. Courtesy of Prime Video
En ese mundo de ensueño y que en las paredes de su encierro tiene tiernos afiches de autoayuda que invitan a ‘no perder la cabeza’ vive Lucy (interpretada por Ella Purnell), una joven que va a casarse y que espera aportar su granito de arena para una buena evolución de su especie. Pero todo se complica y tiene que asumir una aventura en ese infierno radioactivo fuera de su hogar.
Acabando de probar la violencia, la pérdida y la destrucción de su paraíso falso, Lucy ahora no tiene miedo.
Fallout no se queda solo en esa heroína novata, sino que amplía su narrativa a otros personajes como Maximus (Aaron Moten), un soldado con una misión y un personaje decadente y un tanto siniestro –conocido como The Ghoul–, que recuerda al vaquero que buscaba salvarse del abrazo del hongo nuclear y es interpretado de manera magistral por Walter Goggins.
El tejido argumental se conecta con estas experiencias, desencuentros y alianzas. Todos tienen un objetivo y van sufrir, matar y por momentos reírse un poco de su destino.
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“Para mí, que no había explorado el videojuego, entrar en esta aventura surgió de los más profundo del corazón, de crear una propia historia en la que yo creyera y en la que los fanáticos de este universo también creyeran”, contó Goggins en una charla con EL TIEMPO, acerca de su personaje sin nariz, adicto, violento y que tiene destellos de un antihéroe del viejo Oeste, un vaquero nacido ahora del caos. El rompecabezas arma una figura de entretenimiento sin concesiones; la estética es perfecta, la ambivalencia entre el pasado y un futuro decadente fluye sin problemas en esta experiencia visual en la que se convierte Fallout.
La tecnología bélica se mezcla con un aire retro y extraño. JOJO WHILDEN
“El mensaje más valioso que deja esta serie es que nos da la oportunidad de ver los conflictos que vive el mundo hoy, pero en un ámbito de sátira y hasta comedia. Ese tipo de comedia que le da la oportunidad al espectador de ver el mundo de una manera más profunda, sobre todo en esta época cuando muchos exclaman que no hay mensaje en las historias; en realidad, Fallout está llena de puntos, observaciones muy precisas de lo que pasa con la gente, con las naciones y sus conflictos”, insiste Goggins emocionado.
El mensaje más valioso que deja esta serie es que nos da la oportunidad de ver los conflictos que vive el mundo hoy, pero en un ámbito de sátira y hasta comedia
El vaquero que ve un destello final es la metáfora de un fin del mundo que nadie quiere, pero que todos saben puede darse. En ese marco de desesperanza, la serie plantea un juego en el que el dolor y la muerte siguen presentes, pero dan un paso al costado, lo interesante radica en el objetivo que tiene Lucy, en la evolución de Maximus frente a sus ideales de justicia y disciplina y la travesía de The Ghoul, que irradia simpatía, a pesar de ser un alma quemada y un cuerpo destruido.
“Creo que la serie también habla de la fuerza del renacer, de la posibilidad de reconstruir sobre lo destruido, del intento de pasar de un tribalismo a una sociedad”, recalca Goggins. Una transición complicada como lo muestra Fallout, que ya suena como una de las series de ciencia ficción de año.
ANDRÉS HOYOS VARGAS
EL TIEMPO
En X: @AndresHoy1
Andrés Hoyos
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