Estas son los motivos por lo que un rostro es atractivo, según la ciencia
Si bien los parámetros de la belleza cambiaron con los años por las variaciones culturales y sociales, la ciencia encontró respuesta para explicar por qué ciertos rostros son “atractivos”.
Nuevos resultados de investigaciones científicas han dado con los motivos que permiten comprender qué es lo que lleva a que un rostro a despertar atracción en los demás.
Ciencia: ¿por qué un rostro es atractivo?
La ciencia lleva muchos años investigando la respuesta a por qué determinados rostros nos resultan atractivos, cautivadores y hasta enamoran a primera vista.
Una de las principales características de este suceso es la simetría facial, que se da por un buen desarrollo genético y la salud física, brindando la sensación de igualdad de las dos partes del rostro.
La otra es la proporción facial, que no es más que la relación entre las diferentes partes de un rostro. La distancia entre los ojos es un factor determinante para esto, al ser que una distancia media entre los ojos es más atractiva que una con mayor o menor.
La textura y color de piel son muy relevantes. Una piel sin manchas ni imperfecciones, sumada a su tonalidad, suelen ser más cautivadoras en algunas culturas. También, la expresión facial, de la que puede resaltar una sonrisa natural y una mirada amable, pueden cautivar a quien se siente atraído por esta cualidad.
Las diferencias entre el rostro de una mujer y el de un hombre
Según algunos especialistas, para entender un rostro perfecto en una mujer es necesario dibujar un triángulo invertido, en la que se hace base en los pómulos y su vértice en el mentón.
Además, se tiene que percibir la ubicación de sus cejas, que deben estar por arriba de los arcos superciliares. También se revisan los labios, cuya parte superior sobresale apenas por encima del inferior.
En los hombres, en cambio, la concepción de atracción se da en un rostro de pentágono invertido, en el que los puntos sobresalientes son la mandíbula y el mentón. A su vez, las cejas deben estar conservando su posición sobre los arcos y su labio superior no deben sobresalir del labio inferior.