El Sheffield, al fondo del mar: cómo fue el ataque argentino para responder al hundimiento del Crucero General Belgrano
El Sheffield, al fondo del mar: cómo fue el ataque argentino para responder al hundimiento del Crucero General Belgrano
El hundimiento del Crucero General Belgrano, con 323 muertes, fue un golpe duro para la Argentina en la Guerra de Malvinas. Pero la respuesta llegó enseguida. La operación que significó un hito en la historia de la aviación militar.
El ataque al HMS Sheffield de la Royal Navy británica fue una acción coordinada entre un avión de patrulla SP-2H Neptune y dos Super Etendard. Era una táctica nunca antes empleada la combinación “explorador-avión de ataque”.
Neptune descubrió el blanco al procesar sus señales electrónicas. Enseguida transmitió la información.
Entonces se ordenó el despegue de los Super Etendard de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque. El 3-A-202, al mando del Capitán de Corbeta Augusto Bedacarratz, El 3-A-203, piloteado por el Teniente de Fragata Armando Mayora. Los aviones estaban equipados con misiles Exocet AM-39.
Ese 4 de mayo de 1982, partieron a las 9.44 desde Río Grande. Las condiciones climáticas era adversas. Lloviznas, niebla, mala visibilidad un “techo de vuelo” de unos 150 metros. Pero la maniobra fue un éxito. Durante la aproximación, el Neptune fue actualizando a los pilotos sobre la posición, rumbo y velocidad del Sheffield.
Finalmente los radares de los aviones ubicaron a la nave enemiga. Un buque inglés, el HMS Glasgow, detectó la operación y dio el aviso del ataque inminente.
A las 11.04 exactas, los pilotos lanzaron sus misiles y pegaron la vuelta con tranquilidad. Una hora después ya estaban en Río Grande otra vez.
El misil que destruyó el Sheffield
Los tripulantes de la nave inglesa llegaron a ver uno de los misiles cuando se acercaba el destructor. Impactó en la banda de estribor, hizo un agujero de 4 metros por 1 y penetró en el casco.
Al misil le había tomado menos de tres segundos para llegar al buque. Volaba a 1134 kilómetros por hora. Dentro del barco el impacto fue en la cocina, donde murieron ocho personas. La destrucción de las cañerías de combustible generó más explosiones.
Una versión dice que el misil explotó y otra que bastó con el golpe para generar el desastre en el barco enemigo. En el ataque murieron un total de 21 tripulantes y 63 fueron heridos. El otro misil se cree que cayó el mar.
Desde otras naves que estaban cerca intentaron asistir al Sheffield, pero casi cuatro horas después del ataque, decidieron que era mejor abandonar el barco.
Con el fuego apagado, le dieron la orden al HMS Yarmouth de remolcar el Sheffield fuera de la zona de exclusión. No pudieron concretarlo. La nave se hundió el 10 de mayo, seis días después del ataque.
El ataque misilístico de los aviones argentinos representó un hito en la historia y en las tácticas y doctrina de la guerra aeronaval. Por eso, en conmemoración de la operación se instituyó el 4 de mayo como el Día de la Aviación Naval de la Armada Argentina.
El HMS Sheffield y su función en la Guerra de Malvinas
El HMS Sheffield hundido en la Guerra de Malvinas fue la cabeza de serie de los destructores Tipo 42 de la Royal Navy (RN). Lo botaron en 1970.
La firma Vickers Shipbuilding and Engineering lo construyó junto a uno de sus gemelos, el ARA Hércules. Fue el segundo buque en llevar el nombre de la ciudad inglesa de Sheffield. El primero había sido el crucero ligero HMS Sheffield, puesto en funciones en 1937.
Era uno de los buques que dos días después del hundimiento del ARA General Belgrano estaban una 430 kilómetros de la costa argentina, con varias misiones: neutralizar a la fuerza aérea y naval argentina, asegurar el desembarco de la fuerza anfibia en tierra y darle apoyo para conseguir la rendición de los argentinos en las islas.
Cuando fue atacado, el Sheffield tenía cerca al HMS Glasgow y el HMS Coventry.
LT