El Banco Santander registra unos beneficios en fuerte alza en el primer trimestre
Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander, habla durante la presentación de los últimos resultados anuales de la entidad, el 31 de enero de 2024 en Boadilla del Monte, cerca de Madrid
El gigante bancario español Santander confirmó el martes sus objetivos para 2024 después de que sus beneficios progresaran con fuerza en el primer trimestre, gracias a una actividad comercial sólida en sus principales mercados, impulsada por la llegada de nuevos clientes.
El primer banco español, con fuerte implantación en Europa y en América Latina, generó 2.852 millones de euros (unos 3.000 millones de dólares) de beneficio neto en los tres primeros meses del año, un 11% más que en el primer trimestre de 2023 (2.570 millones de euros).
Este resultado, próximo de su récord trimestral (2.930 millones), está en línea con lo que esperaban los analistas consultados por el proveedor de informaciones financieras Factset, que proyectaban de media unos 2.860 millones de beneficios.
Santander, que lleva varios trimestres acumulando beneficios récord, explica esta dinámica por el crecimiento de su actividad y sus márgenes operativos, gracias a la llegada de más de un millón de clientes nuevos en tres meses.
Este “muy buen comienzo de año” sitúa al grupo en buena posición para “cumplir” todos sus “objetivos del año”, subrayó su presidenta, Ana Botín, citada en un comunicado.
El producto neto bancario de Santander -equivalente a su volumen de negocios- alcanzó los 11.980 millones de euros, un 18% más en un año. El alza fue particularmente marcada en “Europa” y “Brasil”, precisó el grupo.
El banco español, que consiguió el año pasado el beneficio más alto de su historia (11.080 millones de euros), afirma que dispone de 165,7 millones de clientes en el mundo (+2,9% en un año).
Estos resultados se conocen en pleno debate sobre el futuro de un impuesto excepcional sobre los grandes grupos financieros que el gobierno español instauró a comienzos de 2023 para financiar medidas de apoyo al poder de compra.
Este impuesto, para el que Santander precisa haber aprovisionado 335 millones de euros en el primer trimestre y al que el grupo critica, debe aportar 3.000 millones de euros en dos años al Estado español.
Aunque inicialmente estaba previsto que llegara a su fin en 2024, el ejecutivo decidió mantenerlo, pero no excluyó revisar su alcance para tomar en cuenta el final del alza de los tipos de interés.
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