Dónde viven más los colombianos y cómo son los hogares, según el Dane
La pobreza y las inequidades son factores que preocupan para el cumplimiento de la Agenda 2030.
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Dónde viven más los colombianos y cómo son los hogares, según el Dane
El 40,3 % de las personas viven en arriendo en Colombia, según la Encuesta Nacional de Calidad de Vida.
Noelia Cigüenza Riaño
En el 2023, según la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del Dane, había en Colombia 52,3 millones de personas que vivían en un total de 18 millones de hogares, lo que representa un promedio de 2,90, 0,05 puntos menos que el año anterior, nivel que representa la continuación en la tendencia descendente que ha tenido el indicador en los últimos años.
El departamento con mayor promedio de personas por hogar es Atlántico (3,58 ), seguido de Vaupés (3,47), Guainía (3,46), Magdalena (3,43), Sucre (3,37) y Bolívar (3,28). Al contrario, Vichada y Putumayo registraron el menor (2,41 personas en los dos casos), seguido de Cauca (2,60) y de Bogotá (2,65). Lo que refleja la encuesta revelada por la entidad estadística es que el 52,4 por ciento de los hogares en Colombia se catalogaron en el 2023 como biparentales (los conformados por una pareja con o sin hijos), lo que representa una caída de 0,9 puntos frente al año anterior; el 24,2 por ciento monoparentales (padre o madre con hijos), lo que supone un aumento de 0,3 puntos; y el 19,1 por ciento unipersonales (una sola persona), lo que implica una subida de 0,7 puntos.
El departamento con mayor promedio de personas por hogar es Atlántico (3,58 por ciento), seguido de Vaupés (3,47). Óscar Bernal/ El Tiempo
Adicional a ello, los hogares que tienen una jefatura femenina son el 45,4 por ciento del total y por departamentos la información revela grandes brechas. Mientras que en La Guajira y Arauca el indicador llega a 54 y 52,1 por ciento, respectivamente, en Vaupés es de apenas 18,7 por ciento y en Guainía de 27,2 por ciento. Los resultados también muestran que en la mayoría de los hogares en cabeza de mujeres, las jefas de hogar no tienen cónyuge o pareja (69,0 por ciento), situación que contrasta con lo que pasa con los hombres, que son mayoritariamente casados o viven en pareja. Igualmente, la encuesta revela que el mayor porcentaje de hogares con jefe/a migrante venezolano se encuentra en Arauca (14,6 por ciento), seguido de Norte de Santander (9,8 por ciento), Guainía (9,4 por ciento), Vichada (7,8 por ciento), La Guajira (7,5 por ciento), Casanare (6,7 por ciento), Cundinamarca (5,6 por ciento) y Bogotá (5,4 por ciento). Algo diferente ocurre en Amazonas, Vaupés y San Andrés donde el porcentaje fue de 0,1 por ciento.
El 40,3 % de las personas viven en arriendo
Según la encuesta, el 39,5 por ciento de los hogares del país habitaba en 2023 en una vivienda propia (el 35,4 por ciento de ellos habían terminado de pagarla y el 4,1 por ciento estaban en ello), lo que representa una ligera subida frente al dato de 39 por ciento del 2022. Sin embargo, esta cifra es menor al 40,3 por ciento de las personas que viven en arriendo (+ 0,1), que continúa con su tendencia creciente. Bogotá y Risaralda registran los porcentajes más altos de hogares que viven en arriendo, con un nivel de 51,6 por ciento. Le sigue Cundinamarca (48,9 por ciento), Quindío (47,3 por ciento), Valle (46,3 por ciento), Meta (45,3 por ciento) y Caldas (45 por ciento). Del otro lado, las menores proporciones de arrendatarios se encuentran en Vaupés (7,6 por ciento), Vichada (12,3 por ciento) y Guainía (16,1 por ciento).
El 40,3 por ciento de las personas viven en arriendo. iStock
Por sexo, los resultados revelan que en los hogares con jefatura femenina (41,4 por ciento) es mayor la presencia de arrendatarios en comparación con los que están en cabeza de hombres (39,4 por ciento). No obstante, la brecha se redujo en 2023.
Menores deficiencias habitacionales
De acuerdo con la encuesta, la proporción de hogares que ocupaban viviendas en déficit habitacional se redujo en 1,5 puntos hasta el 28,9 por ciento en 2023. Cayó tanto el déficit cuantitativo (que mide deficiencias estructurales o de espacio) como el cualitativo (que comprende privaciones no estructurales susceptibles de mejoramiento). Principalmente, la entidad estadística explica que la caída se atribuye al uso de mejores materiales de las paredes exteriores y al aumento en el acceso a fuentes de agua adecuadas para cocinar alimentos.
La proporción de hogares que ocupaban viviendas en déficit habitacional se redujo en 1,5 puntos. Jorge Torres. Efe
La peor situación se sigue encontrando en la Orinoquia-Amazonia, Chocó y San Andrés. A la inversa, ocurre en Bogotá, Quindío y Valle. Además, llama la atención que los hogares que tienen jefatura masculina (30,1 por ciento) siguen registrando mayores deficiencias habitacionales en comparación con los de jefa mujer (27,4 por ciento). Además, el indicador es mayor cuánto más bajo es el nivel de estudios.
Noelia Cigüenza Riaño
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