La encrucijada del automóvil
La encrucijada del automóvil
La transición en la industria del automóvil de los motores de combustión interna a la electrificación se complica. La venta de vehículos a baterías no termina de despegar, lo que trastoca la proyección de los fabricantes de incrementar en sus plantas (la de Stellantis en Zaragoza, por ejemplo) la producción de coches enchufables para atender un mercado que a estas alturas debería estar mucho más animado. Es lógico, por tanto, que más de uno se plantee que si estos vehículos no se venden, ¿para qué fabricarlos?
Carlos Tavares, consejero delegado de Stellantis, el grupo surgido de la fusión de PSA (Peugeot, Citroën, Opel) y FCA(Fiat y Chrysler), no se anduvo por las ramas cuando habló de esto hacer unos días: «No discutiremos sobre qué ocurrirá si no hay demanda. Lo que sí puedo decir es que no desperdiciaremos las inversiones de nuestros accionistas si no hay mercado. Si no se compran coches eléctricos se suspenderán las inversiones que se tengan que suspender».
Una de esas inversiones se ha paralizado ya. Automotive Cells Company (ACC), ‘joint venture’ de Stellantis, Mercedes-Benz y TotalEnergies, ha anunciado que retrasará dos años la construcción de la fábrica de baterías de Kaiserslautern (Alemania). Esta planta ha recibido 437 millones de euros en subvenciones del Gobierno federal alemán y del estado de Saarland.
La multinacional que dirige Tavares ha inaugurado ya una gigafactoría, la de Douvrin (Francia), operada por ACC, y ha anunciado que instalará una más en Italia, en Térmoli, además de la alemana. La cuarta que necesitaría para atender un mercado europeo supuestamente al alza es la que plantea ubicar en Figueruelas con el apoyo de fondos del Perte VEC que gestiona el Ministerio de Industria, si bien en este caso la ‘joint venture’ que la impulsa es la que tiene como socio al grupo chino CATL.
El (elevado) precio de los vehículos eléctricos y la escasa infraestructura de puntos de recarga son los principales frenos a este mercado y es ahí donde el Gobierno no está haciendo sus deberes, según la patronal de fabricantes Anfac. Wayne Griffiths, consejero delegado de Seat, dejó la presidencia de la organización la semana pasada tras denunciar que «el compromiso de los representantes políticos con el sector no está a la altura de lo que merece nuestro país, el segundo fabricante de coches de Europa y octavo en el mundo».
«España tiene que mejorar la infraestructura pública de recarga y facilitar la compra de coches electrificados con un verdadero plan de incentivos fiscales que permita cobrar la ayuda en el momento de la compra», explicó Griffiths en referencia a unas medidas que no han llegado «a pesar de que el Gobierno ha manifestado su ‘voluntad polÃÂtica’ de continuar con los planes de ayudas a la compra de vehÃÂculos electrificados».
Las 58 marcas representadas en Anfac manifestaron su apoyo unánime a la decisión y a las palabras del directivo de Seat. «Los socios de Anfac seguimos viendo en la descarbonización y en la electrificación de nuestro sector una oportunidad para España. Sin embargo, para alcanzar dicho futuro hay que actuar ya y los fabricantes necesitamos un mayor apoyo y colaboración público-privada».
En este escenario tan incierto se acaba de constituir el Observatorio Aragonés del Sector de la Automoción, un órgano impulsado por el CAAR, el clúster del sector, la Federación de Empresas del Metal y los sindicatos mayoritarios (UGT y CC. OO), que tiene entre sus objetivos que no se pierda empleo en esta transición hacia el vehículo eléctrico y que la industria del motor en la Comunidad no se debilite «en un sector muy globalizado, competitivo y extremadamente turbulento».
Jorge Azcón, presidente del Gobierno autonómico, presidió la constitución del Observatorio y dijo que con él «nos vamos a adelantar al futuro, tomar decisiones frente a una revolución en la automoción que se va a dar y en la que queremos que Aragón sea un epicentro». Declaraciones bienintencionadas que nunca vienen mal pero a las que hay sumar actuaciones efectivas que fortalezcan a la región en medio de la encrucijada que vive el sector. Empujar todos en la misma dirección es capital. Es mucho lo que está en juego.