¿Por qué América se llama así? El error histórico que habría nombrado al continente
Esta historia revela cómo pequeños errores pueden tener grandes consecuencias en la historia y la geografía mundial
En la historia del descubrimiento de América, hay un detalle curioso que define cómo el continente llegó a ser conocido como lo conocemos hoy en día.
En el inicio del siglo XVI, un cartógrafo alemán llamado Martin Waldseemüller cometió un error que cambiaría el curso de la geografía mundial, revelando cómo una decisión en la montañosa región de los Vosgos terminó por bautizar a un continente entero.
Los orígenes del nombre de América
En el temprano siglo XVI, Martin Waldseemüller trabajaba en una nueva edición de la Cosmographia de Ptolomeo en los Montes Vosgos. En ese tiempo, recibió cartas publicadas en Florencia en 1504, supuestamente escritas por Amerigo Vespucci. Estas cartas describían un viaje ficticio en 1497 donde Vespucci alcanzó el continente, en lugar de solo las islas del Caribe conocidas en ese entonces.
La decisión fatídica
Creyendo en el relato de Vespucci, Waldseemüller introdujo una idea innovadora en la introducción de su atlas: “Europa, Asia y África han sido completamente exploradas, y una cuarta parte [del mundo] por Amerigo Vespucci [...] No veo razón por la cual no podamos llamar a esta cuarta parte la tierra de Amerigo, o América”. Este nombre fue incluido en el mapa mundial de Waldseemüller publicado en 1507.
Colón vs. Vespucci
Irónicamente, fue Cristóbal Colón quien hizo la primera expedición conocida al continente durante su tercer viaje en 1498. Según los estándares de la época, Waldseemüller debería haber llamado al nuevo continente “Colombia” en honor a Colón, reconocido ampliamente como el primero en llegar al continente americano.
El legado de un error
Al darse cuenta de su error, Waldseemüller intentó corregirlo en la segunda edición de su obra en 1513. Sin embargo, para entonces, el nombre “América” ya se había difundido ampliamente en numerosos mapas y obras geográficas. A pesar de los esfuerzos de Waldseemüller, el nombre se había establecido firmemente en la conciencia colectiva.
El nombre “América” perdura hasta nuestros días debido a un error de un cartógrafo que inadvertidamente perpetuó una atribución geográfica errónea. Aunque pudo haberse basado en información inexacta, el nombre ha perdurado a través de siglos de historia, convirtiéndose en sinónimo de los dos vastos continentes que conforman el Hemisferio Occidental.
Este anecdótico histórico destaca las complejidades e influencias que moldean nuestra comprensión de la geografía y la historia, subrayando cómo una decisión de un cartógrafo del siglo XVI continúa resonando en el mundo moderno.
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