Baños inclusivos, ¿cómo incluirlos en los espacios?
Los denominados baños inclusivos, neutros o mixtos forman parte de una de las reflexiones más importantes en el campo de estudio y crítica de género, además de las áreas de arquitectura y diseño. Estos incluyen las necesarias e importantes distinciones en el uso de estos términos, estrechamente relacionados con el diseño de espacios públicos y los retos de índole económico, social y cultural.
Los baños neutros o mixtos son espacios diseñados para ser utilizados por cualquier persona, independientemente de su identidad de género. Estos baños buscan eliminar la segregación por género binario, dejando de lado todo el espectro de identidades existentes. Sin embargo, un baño inclusivo no está centrado únicamente en el género, también contempla edades, capacidades diferentes, creencias religiosas y más.
Un ejemplo es aquel movimiento que abogó por abolir los baños que segregaban a personas afroamericanas en la década de los 50 en Estados Unidos. Por lo que, los criterios a establecer para un diseño universal, se vuelven complejos cuando se trata de derechos humanos.
їCuГЎles son las diferencias entre baГ±os neutros e inclusivos?
Criterios en materia de diseño y arquitectura
Los criterios más importantes son la privacidad y seguridad, que contemplan desde cubículos completamente cerrados hasta sistemas de seguridad adecuados. Sin embargo, crear baños neutros e inclusivos que sean eficientes en el uso del espacio y mantengan la funcionalidad y accesibilidad puede ser todo un desafío arquitectónico. Así lo señala la iniciativa norteamericana Stalled! —compuesto por un grupo de especialistas en estudios de género y arquitectura— en un análisis de las condicionantes de tres tipos de diseño prevalecientes en la materia.
El primero, un espacio monousuario que sigue obedeciendo a la segregación de género binaria, pero que incluye una habitación donde se coloca un letrero que utiliza palabras y símbolos para designarla como género neutro. Por otro lado, el espacio multiusuario —del que Stalled! se muestra partidario—, contempla área de lavamanos como único espacio abierto equipado con puertas que garantizan la intimidad visual desde el exterior, así como un mayor grado de intimidad acústica. Esto quiere decir, una distribución que proporciona espacios de privacidad y otros de campo visual flexible.
їCГіmo deberГa ser la seГ±alГ©tica de los baГ±os inclusivos?
Y en tercera opción es la adaptación de bajo presupuesto, donde sucede únicamente un cambio de señalización, dejando de lado otras posibles adecuaciones en el espacio. De esta manera, llega la interrogante sobre la funcionalidad de un espacio donde evidentemente no hay criterios para enmarcar un diseño inclusivo. De igual manera, fueron diseñados en un principio, bajo lineamientos binarios de género, por ejemplo, la colocación de mingitorios o ausencia de cambiadores para bebés.
En materia de señalización y diseño gráfico, Stalled! recalca que, mientras no se adopte y se desarrolle un conjunto coherente de normas gráficas, quienes se encargan del diseño en esta área seguirán acudiendo a las opciones de siempre. Hablamos del símbolo de mitad masculino y femenino, por ejemplo, que lo único que hacen es reforzar el género binario. En una línea similar, también hay reservas sobre los gráficos que emplean palabras como neutro y unisex, pues también cae en reduccionismos, por lo que se propone establecer un sistema de íconos que represente el amplio abanico de identidades sexo genéricas.
Señalética que refuerza binarismo de género.
Apropiación y resignificación de espacios en baños públicos
Además de las intervenciones del lado institucional, también las hay de quienes los usan. La investigadora Siobhan Guerrero en entrevista para Presentes detalló que la población LGBT+ de la UNAM se ha apropiado de dicho espacio a través de la colocación de banderas y mensajes positivos. Guerrero enfatiza, entonces, que los baños son “una suerte de autosegregación como estrategia de seguridad”, sobre todo ante la vaguedad de una respuesta institucional ante problemas como el acoso o violencia LGBTfóbica.
Entonces, la reflexión apunta a cuestionar si con los baños LGBT+ es suficiente para generar inclusión, o si es necesario abrir más el panorama, en cuanto a espacio, funcionalidad y mensaje visual. Es decir, la intención de un baño inclusivo en espacio público, laboral o educativo que atienda las necesidades de cualquier persona y fomente el reconocimiento de la existencia de un amplio espectro de identidades de género, así como personas con discapacidad, infancias, tercera edad y personas que cuidan.
Diferencias ente baños neutros e inclusivos.
Retos pendientes por afrontar para el diseño de baños inclusivos
Tratándose del ámbito cultural y social, es evidente la resistencia de grupos ante la modificación en los baños debido a normas tradicionales y prejuicios. La percepción de los baños neutros como una “amenaza a las normas socioculturales” puede ser una barrera significativa para establecer normativas locales que permitan reglas claras en los códigos de construcción y regulaciones actuales en todo tipo de edificaciones e instalaciones.
Es por ello que, sin políticas públicas que apelen a la educación y sensibilización sobre perspectiva de género y diversidad, difícilmente se combatirá el acoso y la discriminación. Se requiere implementar campañas educativas que informen al público sobre la importancia de reconocer vivencias no hegemónicas. Y, por otro lado, la urgencia por capacitar al personal de instituciones y empresas sobre la gestión y mantenimiento de baños inclusivos.
El reto prevalece, tanto para arquitectos, diseñadores, sociedad civil y gobierno, para instalar baños accesibles, seguros y funcionales para todas y todos en contextos como México y Latinoamérica.
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