Carlos Sainz pone las cosas difíciles a Leclerc en su lucha en Ferrari
Con cierto aire de trámite en su cara, el español apenas celebró el podio en Austria. Se marchó a Maranello a ver si logran mejorar el coche.
Carlos Sainz no tuvo demasiadas celebraciones, por no decir ninguna, tras el podio de Austria. Regresó a Maranello directo, donde dedicará tiempo al simulador en la fábrica de Maranello.
Pese a que es el piloto que se va (mejor dicho que echan por Hamilton), sigue siendo el que más se involucra en la evolución y las mejoras del coche, la del SF-24, pues como ya ha confesado, "a todo lo relativo al coche de 2025 ya no estoy invitado. En el equipo no serían inteligentes si lo hicieran", les disculpaba este fin de semana en Spielberg.
Esa es la sensación, incluso para algunos colegas italianos, que Leclerc exige estatus de estrella, se queja por la radio como si fuera intocable si le adelantan, (como en Barcelona) le echa la bronca a Carlos al salir del coche, y al final falla en la Qualy en Spielberg bajo presión.
No sólo eso. En la carrera tuvo un incidente, con el alerón dañado en la primera vuelta, y no supo leer que era una carrera larga para ir optimizando los neumáticos. Salió a quemar cada juego de neumáticos sin mucho sentido y se vio luchando por posición con Albon. Su 11º final le deja a cero y Sainz está a 15 puntos, con una carrera menos.
Para Sainz, la carrera fue perseguir a un Russell que estaba entre 4 y 2,5 segundos de distancia, una empresa para la que no tiene armas. Otra cosas es el caso de Hamilton, que lleva dos fines de semana seguidos viendo el ala trasera de Carloscon un monoplaza mejor que el suyo. Cuando llegue a Ferrari, puede ser muy divertido.
Mejoras para Silverstone
En lugar de felicitarse por el quinto podio del año, el madrileño se marchó a trabajar desde el mismo aeródromo de Spielberg. "Ahora mismo somos el cuarto mejor y hay que intentar entre todos ir a Maranelo, trabajar en el coche, trabajar en lo que podamos traer a Silverstone, para intentar revertir un poco la situación...", señalaba.
La situación es la reaparición del rebote en el coche (ahora en curvas rápidas y medias), en el tercer año del reglamento de efecto suelo, un problema que Red Bull, por ejemplo, no ha tenido desde 2022 y que en Ferrari nunca han podido eliminar del todo. "Por decirlo de la manera más suave posible, es lo más preocupante de este año. Y es un fenómeno que está claro que no hemos acabado de entender y hay que tenerlo en cuenta", analizaba.
Con una carrera menos está a solo 15 puntos de Leclerc y por delante de un Red Bull como el de Checo Pérez (17 por delante). Y su respuesta nunca incluye a rivales que se puedan sentir señalados. Es su carácter y es marca de la casa: "El campeonato voy a intentar no mirarlo, voy a intentar focalizarme en conseguir el mayor número de podios y victorias posibles, competir contra los mejores pilotos del mundo con una carrera menos en un campeonato de 24 carreras es un poco injusto, por lo tanto no voy a pensar demasiado y disfrutar este deporte. Y posible que sean mis últimas oportunidades en los próximos años de conseguir estos podios, así que a disfrutarlos y a ir a por ellos", decía sabiendo que tendrá un coche con menor poder en 2025, pese a que hay otros en equipos grandes que no le sacan partido a lo que tienen.
Preguntado por Leclerc, Carlos prefiere no personalizar y hablar en general. "Sé que vosotros miráis mucho esto (la lucha interna con su compañero), pero yo prefiero centrarme en luchar contra todos, los mejores del mundo y lo seguiré haciendo", decía esbozando una pequeña sonrisa, pero no hubo casi ni alegría en lo de Austria, porque sabe que no fue un podio por coche, sino por circunstancias.
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