¿Cómo queda la situación económica del Barça tras el cierre del 30 de junio?
Joan Laporta, en la inauguración del Paseo de las Estrellas en Castelldefels.
La temida cuenta atrás hasta el 30 de junio, oficialmente día de cierre del ejercicio económico del curso 2023-24, ha terminado sin novedades que notificar. Todo es silencio en el FC Barcelona. El agujero que dejó el impago de la compañía Libero Football Finances por la confusa operación del negocio digital y que amenaza con voltear las cuentas de la entidad no ha sido tapado por nadie por el momento. ¿Motivo de pánico? En el club barcelonista, desde que manda Joan Laporta y allegados, siempre son optimistas de que todo se arreglará. Aquí también.
La frontera del 30 de junio se ha cruzado y ahora parece que no era tan crucial. Como el agujero procede de un impago, en el club se entiende que en cuanto alcance un acuerdo con un socio para el negocio digital podrá imputárselo en las cuentas del ejercicio recién concluido. Un auditor tendrá que validarlo para que cuadren los números. Y también LaLiga para obtener la luz verde a su plan de viabilidad y volver a la regla del 1:1 a la hora de fichar (tantos ingresas tanto puedes gastar, fundamental para reforzar la plantilla).
De momento, lo que se sabe es que la idea de cotizar en la bolsa norteamericana el pack de Barça Media ha quedado en humo. Según trascendió este fin de semana, el club catalán y la firma de inversión Mountain & Co rompieron el acuerdo con el que pretendían dar el salto al Nasdaq a través de una sociedad domiciliada en Países Bajos. Valoraban lo que ahora es Barça Vision, Barça Studios y Barça eSports en 900 millones. Nadie se lo ha creído, y menos tras el plantón de Libero. Un pelotazo pinchado.
Ahora necesita con carácter perentorio 100 millones que cubran los 40 que dejó de pagar Libero a finales del 2023 y los 60 que debía añadir este 30 de junio para que la realidad financiera y la elevada valoración que hizo el club de su negocio digital coincidan. Y debe hacerlo porque se anotó en sus cuentas auditadas del año pasado un beneficio de 408 millones por todo lo que tiene que ver con la producción audiovisual de Barça Studios, los NFT, las criptomonedas y los productos en el metaverso. De lo contrario, el desgarro económico puede ser demoledor.
Recordemos que puso a la venta el 49% de todo este conglomerado. La última información que se hace correr desde el club es que hay negociaciones muy avanzadas con Spotify, ya socio preferente, para que se haga cargo de parte del pastel digital a través de un fondo de inversión norteamericano. ¿Cuál puede ser el interés de una empresa de música por streaming en explotar productos que en principio le son ajenos a su negocio? Quizá lo expliquen un día. ¿Y la contraprestación que ofrecerá el Barça a su socio? Lo mismo. Quizá un día. Si las cacareadas cláusulas de confidencialidad lo permiten.
Entretanto, las negociaciones con Nike, a menudo ásperas, también avanzan, pero no con la suficiente celeridad para haberlas cerrado el 30 de junio. Cualquier acuerdo ya debería computarse en el siguiente ejercicio. El Barça aspira a obtener unos 100 a 120 millones de euros de media por temporada, cantidad que variaría en función de los resultados deportivos. Y según se ha ido informando, comportaría una prima de renovación de 100 millones.
Todo ello es observado con el máximo escepticismo por una oposición que se mueve, toma posiciones, busca congregarse pero que solo se expone al foco Víctor Font por el momento. Font recordó este fin de semana, al conocerse la caída de la salida en bolsa de Barça Media, que ya avisó que se trataba de "una operación especulativa" e instó a la directiva a explicar al socio "qué hemos pagado en concepto de asesoramiento e intermediación para construir esta operación".