La advertencia de Fernando Alonso: Max Verstappen y el enfrentamiento con el ‘lobby’ británico

Con el Gran Premio de Gran Bretaña, carrera de casa para tantos equipos y pilotos, tan cercano, el incidente entre Max Verstappen y Lando Norris promete acaparar la atención, al menos hasta que pase algo igual de relevante, o un piloto local se lleve la gloria en carrera.

La resaca del toque entre Verstappen y Norris

En primer lugar, porque era dos pilotos que hasta la fecha no solo no habían tenido roces sino que gozaban de una fantástica relación entre ambos. La segunda, que con un campeonato más que encarrilado, la F1 está necesitada de dramas con capacidad de ser magnificados.

No es de extrañar por lo tanto que sospechosos habituales hayan corrido raudos y veloces a mencionar la temporada 2021, alertando la necesidad de evitar que se llegue a una situación similar, en la que de alguna forma, se ha instaurado en la percepción general que Verstappen fue un piloto sucio y problemático. Y es que como ya señaló Fernando Alonso en su día, es muy complicado luchar con el gigante británico de la F1.

Y esa es la realidad. En 2021, Max Verstappen luchaba con el gran ídolo de la Fórmula 1, Lewis Hamilton. Razón por la que se esté hablando más de si la sanción en Austria al neerlandés es justa de lo que se cuestionó la de Lewis Hamilton en Silverstone de aquel año, cuando no quedó quinto, sino que ganó la carrera.

En 2024, Max Verstappen continúa el dominio que empezó tres años atrás, y en esta ocasión no está molestando a Lewis Hamilton, sino a otro británico, Lando Norris, que según como revelan las encuestas de piloto del día, goza en la actualidad de una fantástica popularidad. De hecho, el piloto de Red Bull ha evitado tanto en Canadá como en España lo que hubiera sido un podio entero formado por británicos; Lando Norris, George Russell y Lewis Hamilton.

Y de nuevo, citando a Alonso, es muy mala idea tener al lobby británico como enemigo, ya que son inmensa mayoría en la prensa y lugares reservados a los llamados “expertos”, y no han dudado en usar todo tipo de adjetivos con el neerlandés, siendo agresivo el más amable de ellos, sin contar las editoriales que hablan de la peor versión del neerlandés, la de 2021, en la que parece haber consenso de que el de Red Bull iba echando gente de pista o provocando accidentes mientras el resto de pilotos atemorizados tenía que ir apartándose.

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Así es como se llega al punto de que el debate es si la sanción de 10 segundos de tiempo añadido es correcta o merecía o un correctivo mayor, o de si la FIA debería frenar al piloto antes de su actitud macarra vaya a mayores. Como también se están magnificando las declaraciones de Norris en las que asegura que perderá el respeto si Max no se disculpa, sin que nadie le recuerde que hace solo siete días tiró fuera de pista a Max Verstappen en la salida del Gran Premio de España en una de esas acciones que no parece afectar al respeto mutuo.

Fernando Alonso, conocedor de enfrentarse al 'lobby' británico

Ninguno de estos autoproclamados expertos está cuestionando el pilotaje de Lando Norris y de cómo Max Verstappen tuvo que realizar maniobras evasivas en varias ocasiones para evitar ser golpeado por un McLaren. Sorprende incluso que las palabras de Christian Horner, insinuando que Norris podía haber buscado esta situación, no hayan tenido mayor recorrido.

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El pensamiento de Horner nace del hecho de que McLaren avisó a Norris de que estaba apercibido de sanción justo antes de que volviera a salirse de pista, momento en que sabía que iba a recibir una sanción, por lo que de alguna forma, Norris buscaba con sus comentarios por radio o buscando el contacto que Max también fuera sancionado para así igualar las fuerzas y mantenerse en la lucha por la victoria. Palabras sin pruebas que en cualquier otra situación estarían siendo explotadas al máximo.

En 2021 la prensa llevó al límite al neerlandés, que llegó a enfrentarse directamente con algún periodista que le dijo si iba a ser en esa carrera cuando chocara con Hamilton. Falta ver el temple que tiene el piloto tres años después.