Este piso de 1948 es fiel reflejo de los gustos y pasiones de una amante de las antigüedades
Luzio Studio ha sido el responsable de la transformación de esta vivienda de 160 metros cuadrados, que ha pasado de ser un antiguo piso en estado original a un hogar acogedor, luminoso y funcional, con espacios abiertos. ¿El objetivo? Adaptar la vivienda para una amante de las antigüedades con una extensa colección de piezas, combinándolas con una decoración fresca y contemporánea. A pesar de estar situado en un edificio neoclásico de 1948, el piso carecía de elementos clásicos notables, salvo algunas molduras deterioradas. Desde el estudio se replantearon todos los espacios, modificando tabiques e incorporando elementos clásicos de la época, como molduras y carpintería.
Las peticiones decorativas de la propietaria incluían la creación de ambientes teatrales a través de la iluminación, agregar detalles industriales y toques de color y crear un rincón con chimenea. Los elementos industriales se introdujeron mediante las puertas correderas y batientes con cuarterones de aluminio negro que separan el recibidor de las zonas de día y noche, y la que separa el comedor de la cocina.
Iluminación: se han seleccionado focos cuadrados discretos, algunos individuales y otros en conjuntos para poder personalizarla al máximo en cada uno de los espacios. Además, se ha utilizado iluminación indirecta en molduras y estanterías. Las lámparas e iluminación de apoyo se han destinado a resaltar rincones, obras de arte y mobiliario.
Gama cromática: el color se ha incorporado a través de tonos cálidos como el caldera en el comedor y la sala de estar, combinados con beige y piedra para equilibrar el ambiente. Para el suelo de toda la vivienda, incluida la cocina y los cuartos de baño, se ha escogido un parquet laminado sintético con efecto roble tostado natural, que incluye nudos para conseguir un aspecto más realista.
La distribución sigue el estilo clásico de las viviendas de Sant Gervasi-Galvany, Barcelona, con un amplio recibidor central que separa la zona de día a la izquierda y la de noche a la derecha.
Piso con muebles de anticuario
En el recibidor, destaca el mural pintado que oculta un aseo de cortesía tras una puerta enrasada. Se han integrado piezas clásicas de la colección de la propiedad, como el canapé de estilo Luis XV que se ha retapizado con una tela de rayas en blanco y negro, la mesa auxiliar y el espejo convexo con marco moldurado en negro y dorado. Una gran rama de encina seca oculta los radiadores y enmarca la puerta corredera de cristal con marco de cuarterones de aluminio que conduce a la zona de noche.
Tras la puerta enrasada en el mural de la entrada se encuentra el aseo de cortesía, decorado con papel pintado a rayas, a juego con la tapicería del canapé del recibidor. En esta estancia, destaca un espejo antiguo con un elegante marco clásico de madera tallada que contrasta con el negro del mueble, el lavamanos, el estor de lino y las griferías.
Piso con muebles de anticuario
Desde el recibidor, la primera estancia de la zona de día es el comedor, que conecta directamente con el salón y también con la cocina, en este caso, mediante puertas correderas de estilo industrial. Este espacio de la vivienda también destaca por sus piezas clásicas, como la mesa de estilo isabelino extensible de roble natural decapado, las sillas antiguas restauradas con tapicería original, la alfombra clásica, la escultura con pedestal de hierro natural decapado y el sofá antiguo restaurado por Luzio Studio para transformarlo en un banco de comedor.
Para aligerar el espacio y darle un aire más contemporáneo, se ha utilizado una obra de Iñaki Moreno, accesorios decorativos de cerámica y luminarias de estilo contemporáneo, como las lámparas de suelo extensibles de latón. Además, las dos ramas de encina seca situadas a cada lado del sofá aportan frescura y dinamismo al ambiente. ''La clienta nos pidió recuperar y utilizar varios elementos y piezas antiguas dándoles una nueva vida y un nuevo uso, como la mesa auxiliar de uno de los sofás, que diseñó a partir de una copa antigua y un sobre de mármol recuperado'', explica María José Gómez, de Luzio Studio.
Piso con muebles de anticuario
Piso con muebles de anticuario
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Una de las intervenciones más destacadas en la reestructuración del plano de la vivienda se ha llevado a cabo en la zona de día. Lo que anteriormente eran el comedor y la sala de estar, separados por un arco abierto que Luzio Studio ha eliminado, ahora forman un solo espacio que incluye el salón y la zona de la chimenea. De esta manera, se ha conseguido una mayor sensación de amplitud visual. Además, mediante una moldura de yeso que recorre todo el salón y que crea un cortinero iluminado con luces LED que aporta un toque contemporáneo, se ha generado mayor continuidad. Por último, para añadir calidez y confort, se han elegido cortinas de tejido tupido en tonos claros.
Piso con muebles de anticuario
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La chimenea de la zona de relax no existía, pero era una de las peticiones importantes de la propietaria, así que se convirtió en la pieza central de este espacio de día, desde donde parte toda la distribución de las piezas de mobiliario y los elementos decorativos. Se trata de un modelo eléctrico con marco antiguo de piedra rosada mate, tallada a mano y con una hermosa pátina. Se ha colocado estratégicamente para que sea visible desde la entrada a la vivienda, el comedor y la zona de estar.
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A cada lado de la chimenea se ha diseñado una librería a medida con estanterías de roble natural. Junto a la chimenea, se ha colocado una butaca loveseat con ruedas para poder orientarla hacia la zona de la chimenea o hacia el área de estar según se desee. Las antiguas ventanas de doble hoja de madera con marcos gruesos se han sustituido por unas nuevas con carpintería más fina y oculta, aumentando la superficie de cristal y mejorando el aislamiento acústico y térmico. Dado que la vivienda se encuentra en un primer piso, se han colocado jardineras con plantas verdes en las ventanas que dan a la calle, proporcionando algo de privacidad y suavizando las vistas del edificio de enfrente.
Piso con muebles de anticuario
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La zona de la chimenea se separa visualmente de la zona de estar mediante una vitrina diseñada a medida por Luzio en pino envejecido, con una pátina a juego con la de la chimenea. Originalmente, la pared en la que ahora apoya uno de los dos sofás es la que conectaba el salón con la cocina. Esta se ha cerrado para poder disponer de más superficie de pared en el salón, permitiendo enfrentar ambos sofás.
Piso con muebles de anticuario
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Los dos sofás, diseñados por Luzio con tela de Güell Lamadrid, acompañan a las dos butacas de herencia que se han sido completamente restauradas debido a su mal estado. Se han recuperado mediante lijado de la estructura de roble y retapizado con tela de lino lavado a la piedra en color caldera, combinada con tela de saco en la parte trasera, como se hacía en el pasado. La alfombra, un kilim en los mismos tonos naranjas de las butacas antiguas, completa la paleta de colores de la zona de día.
En la pared se ha optado por una obra de arte en los mismos tonos piedra y caldera que visten el salón.
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La cocina, que cuenta con mobiliario y acabados contemporáneos, se ha enriquecido con detalles clásicos como el papel pintado de estampado floral, los cuadros vintage, una campana extractora empotrada de pladur diseñada por el estudio y una fina moldura de yeso en el techo.
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Los muebles de cocina se han escogido en color topo, con frentes sin tiradores y perfil negro, a juego con las puertas correderas. De esta manera, se ha creado una base minimalista que permite resaltar los pequeños elementos clásicos y los toques de color. Las lámparas y apliques de la cocina se han elegido con pantalla metálica en el mismo color burdeos que el estampado del papel pintado. Además, la madera de la estantería de roble que recorre la pared de la zona de cocción y el suelo laminado de efecto de roble tostado con nudos, aportan calidez.
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Originalmente, la zona de noche estaba compuesta por tres dormitorios, una habitación de servicio y dos cuartos de baño. Tras la reforma, se ha convertido en una suite con vestidor y baño integrados, un dormitorio para invitados y un segundo vestidor. Para ampliar el dormitorio principal y transformarlo en una suite con vestidor y baño integrados, se han unido las dos habitaciones y el baño más grandes. De esta manera, ahora se accede directamente al dormitorio y, desde el vestidor integrado, al cuarto de baño, otorgando intimidad a la suite principal.
El lino protagoniza los textiles: el cabecero con un lavado color piedra, la ropa de cama de color natural y el tapizado de lino de la butaca antigua restaurada. Además de la butaca, la mesita de noche y el escritorio son también piezas de la colección de antigüedades de la propiedad.
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En el baño de la suite se han combinado varios materiales en tonos neutros. Tanto el porcelánico en tono crema de la zona de aguas como la madera del pavimento y el mueble volado, consiguen matizar el blanco de paredes, encimera y sanitarios, creando así un ambiente acogedor y contemporáneo. Para mantener la coherencia con el toque clásico del resto de la vivienda, sobre la encimera se ha colocado un espejo antiguo con marco clásico en negro y dorado, que combina perfectamente con el mueble de madera y el lavamanos de líneas contemporáneas.
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Proyecto e información: Cortesía de Luzio Studio. Estilismo: Víctor Henry.