Alucinarás con el interior del Ford Mustang GTD
interior Ford Mustang GTD
Con el Ford Mustang GTD la marca estadounidense ha pegado un pelotazo. La historia del muscle-car es larga y está repleta de versiones, ediciones ejemplares, etc., de la más alta alcurnia. Sin embargo, en esta ocasión se ha alcanzando un nivel superior con el Mustang de más salvaje de la historia… ¿que tiene un interior a la altura?
Es cierto que a priori el habitáculo no es el aspecto que más se valora, pero la realidad es que, por muy bonito que sea un coche por fuera, donde vas a estar en tu día a día es detrás del volante, así que lo que haya en esa parte del vehículo es capital.
En el caso del Mustang GTD, su interior es una versión de alta gama del que se puede encontrar en el Ford Mustang convencional, con mejoras de todo tipo que potencian su deportividad y radicalidad. Sin embargo, hay quienes se preguntan si se trata de un habitáculo a la altura de su precio.
Por recordarlo de manera rápida, el GTD se vende en España por nada menos que 398.500 euros, una cifra que no es precisamente baja y que coloca al modelo en la liga de deportivos de Porsche o Lamborghini, marcas que están por encima en la jerarquía de la automoción, pero no parece que su habitáculo esté a la altura de lo que ofrecen estas marcas de superlujo.
Y es que, a grandes rasgos es realmente parecido a lo que pone sobre la mesa el acabado tope de gama del Mustang normal, el denominado como Dark Horse, que en mercado como el español está disponible desde 74.149 euros y que además en cierta medida incluso comparte gran parte de sus elementos interiores más destacados con el GT, que cuesta 61.149 euros.
Hablamos de una tarifa que prácticamente multiplica por 6 el coste del Ford Mustang Dark Horse, pero que, a la hora de la verdad, en el interior no incluye una cantidad de mejoras que justifiquen esa diferencia (como si ocurre en el apartado mecánico y dinámico).
¿Cómo es el interior del Ford Mustang GTD? Abraza la tecnologÃa y reduce considerablemente el número de botones y controles fÃsicos, que se queda relegados a funciones como las luces y la climatización.
El protagonismo recae sobre la gran pantalla que forman al unirse el cuadro de instrumentos digital de 12,4 pulgadas y la pantalla central de 13,2 pulgadas, que en esta versión cuenta con un modo de visualización específicos, así como como con grafías y animaciones de bienvenida especiales.
La fibra de carbono también está muy presente, tanto en el salpicadero como en el volante y la consola central. Sin embargo, lo que le da un toque más distintivo al modelo es la presencia de titanio tanto en las levas detrás del volante, que están perforadas, como en el selector de marcha giratorio (recordemos que no es manual).
El volante es el mismo que el del Dark Horse, pero cuenta con dos botones nuevos, uno que controla el sistema de escape y otro para la suspensión.
Los asientos Recaro también son diferentes de los que hay en versiones inferiores, pero dentro de lo que cabe no son unos muy radicales con estructura de carbono, como sí se encuentra en superdeportivos de precio similar en otras compañías.