Si escuchas este sonido en tu móvil, la estafa delictiva ya ha comenzado

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La ciberdelincuencia se ha convertido en uno de los problemas que cada vez afecta a más personas. Y es que, cada vez es más fácil para los estafadores y delincuentes intentar ponerse en contacto con nosotros, especialmente vía teléfono móvil, ya sea a través de llamadas o de SMS y a partir de ahí, iniciar su artimaña delictiva para sonsacarnos información, acceder a datos personales, e incluso bancarios.

Algunas como el phising, que son ya mundialmente conocidas, parece que cada vez son menos efectivas, ya que la gente es más consciente del riesgo de responder a determinados mensajes de texto o llamadas y es mucho más precavida.

Pero al igual que avanzan las técnicas y métodos para acabar con estas prácticas, también crece la lista de fórmulas que los ciberdelincuentes pueden utilizar para llevar a cabo sus ataques.

Uno de los últimos y que más preocupa recientemente a la población es la conocida como wangiri, del japonés, y que significa "estafa en red". Se trata de un modus operandi muy cómodo y rentable para los delincuentes, que pueden cobrarse gracias a esta estrategia miles de víctimas.

Formas de evitar 'morder el cebo'

El término wangiri significa literalmente "anillo y abajo", y hace referencia al gesto y forma en la que los delincuentes actúan. Y es que su forma de proceder se basa en llamar y colgar en el primer tono de la llamada. Una vez ocurre esto, esperan a que sus víctimas muerdan el cebo y devuelvan la llamada, jugando con la curiosidad y preocupación que puede aparecer en las víctimas en caso de que estén esperando una llamada importante.

Y es en el momento de devolver la llamada cuando la estafa está muy encaminada, ya que si al otro lado del teléfono contesta alguien, en apenas unos segundos podría conseguir robar dinero de su víctima, de forma que cuanto más tiempo se alargue la llamada, mayor será el importe robado.

Para prevenir este tipo de estafas, se aconseja prestar mucha atención tanto al número de teléfono que llama como al prefijo del número, ya que esto puede resultar una pista clave para detectar estos comportamientos delictivos.

El problema está en la velocidad a la que las estafas evolucionan. De hecho, Wnagiri ya cuenta con su versión 2.0, que ha sido denunciada en varias ocasiones debido a que sus víctimas eran empresas. Para ello, los estafadores utilizan bots de Internet específicos que reenvían a números internacionales los formularios de contacto de las empresas.

Por ello, el principal objetivo de los criminales es el de mantener conectado a su víctima el mayor tiempo posible, para que, tanto la factura como el engaño, sea cada vez mayor. Por último, los principales organismos encargados de detener este tipo de prácticas avisan de que solo se acepten las cookies esenciales y con ello disminuir en la medida de lo posible la difusión de nuestros datos a terceros.