La desesperación de Fernando Alonso: de doblegar a George Russell a verle ganar sin sumar puntos
En Fórmula 1 hay que aprender a disfrutar el momento porque nunca sabes cuándo éstos pueden llegar a su fin. No hay que dejar de celebrar un podio porque sea una carrera en la que has podido tener opciones de victoria. Fernando Alonso evidencia las razones de esto. Tras en 2023 en el que el asturiano gozó de una segunda juventud, estando en la lucha y logrando un considerable número de podios, todo se ha desvanecido en 2024.
2024, el año de la frustración
Hay que recordar cómo comenzó la temporada, dónde estaba Aston Martin y con quien se estuvo luchando. Fernando fue quinto en Arabia Saudí, amargándole la existencia a George Russell. Como también se la amargó en la siguiente cita, Australia, más allá de la posterior polémica sanción que recibiría el asturiano. Tampoco pudo el británico le pudo adelantar en Japón hasta el punto de que parecía que Fernando era la némesis de George.
Y desde entonces, nada ha salido como se esperaba. Ninguna de las actualizaciones de Aston Martin ha salido como se esperaba, y no es que no hayan avanzado, es que han dejado de ser claramente el quinto equipo para moverse en la zona de sufrir para puntuar.
La diferencia es sangrante e incluso hiriente. Mientras que Mercedes, con quién se luchaba a principio de año, lleva tres podios y una victoria en las tres últimas carreras, Fernando Alonso solo ha puntuado en una de las últimas cinco. Llamativo en un hombre que ha destacado durante toda su carrera deportiva por su constancia.
La situación es la misma que en Barcelona. No era rápidos pero es que ya sabían que no iban a ser rápidos. Mercedes ha encontrado la forma de hacer funcionar su vehículo, de que la nueva suspensión trasera trabaje como esperaban, mientras que en Aston Martin, cada paso dado en busca de la competitividad, ha sido a peor.
De vencer a Russell, a verle vencer
Ver a Fernando Alonso confesar que la carrera se la iban a tomar como entrenamientos, para hacer experimentos, por segunda vez esta temporada, no es muy halagüeño. Y menos en una cita donde estuvieron claramente superados tanto por los Haas como por los Alpine.
En Austria fue mal todo lo que podía ir mal. Incluso la unidad de potencia, pues la telemetría arrojaba pérdidas en recta respecto a Stroll. El equipo justificaba que era un motor al final de su vida útil, lo cual es un argumento entendible, pero no tanto el hecho de que lo estén usando en esta carrera donde tan importante es la potencia si no tiene otro pretexto que el de saberse perdedores ya de inicio.
Para colmo de males, el que no acostumbra a fallar, falló. Intentó aprovechar la ventana de oportunidad que se abrió cuando Daniel Ricciardo adelantó a Guanyu Zhou y se tiró de lejos, golpeando al piloto chino y obteniendo una merecida sanción que si bien no tiene repercusión en la carrera del piloto asturiano, sí preocupa a los aficionados más acérrimos del piloto.
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Aston Martin sigue sin encontrar el faro
El ecuador de la temporada llega en Silverstone, donde Aston Martin tiene su fábrica. Tanto Fernando Alonso como miembros del equipo declaraban que intentarían dejar el pabellón bien alto, pero no se pueden obviar las palabras anteriores, cuando el asturiano señalaba a Hungría como fecha clave, cuando presumiblemente llegue algo que al menos tenga potencial de poder revertir esta situación.
De momento, el inicio de temporada sirve para que Aston Martin siga cómodo en la quinta posición, pero no para que el aficionado se sienta altamente desmotivado, especialmente tras recordar los grandes momentos de 2023.