Tres objetos del universo primitivo desconciertan a los científicos
El descubrimiento de tres objetos en el universo primitivo ha generado gran desconcierto entre los científicos, ya que desafía las teorías actuales sobre la formación de galaxias y agujeros negros supermasivos.
Utilizando el telescopio espacial Webb (JWST) y su instrumento NIRSpec, un equipo internacional liderado por la Universidad Estatal de Pensilvania ha identificado estos objetos situados entre 600 y 800 millones de años después del Big Bang. Estos hallazgos han sido publicados en la revista Astrophysical Journal Letters el 27 de junio.
Los investigadores han identificado estos objetos situados entre 600 y 800 millones de años después del Big Bang.
Estrellas viejas en un universo joven
Las observaciones espectrales revelaron la presencia de estrellas "viejas" en estos objetos, con edades de cientos de millones de años. Esto resulta sorprendente porque el universo en ese periodo era relativamente joven, con solo entre 600 y 800 millones de años de existencia.
Según Bingjie Wang, investigador postdoctoral en Penn State y autor principal del estudio, ha sido totalmente inesperado encontrar estrellas antiguas en un universo muy joven. Esto sugiere que las estrellas en estos objetos se formaron mucho antes de lo que predicen los modelos actuales de formación galáctica.
Agujeros negros supermasivos descomunales
Otra revelación impactante fue la detección de señales de agujeros negros supermasivos en estos mismos objetos, con masas estimadas entre 100 y 1.000 veces mayores que el agujero negro supermasivo de la Vía Láctea.
Los modelos actuales sugieren que las galaxias y sus agujeros negros deberían crecer juntos a lo largo de miles de millones de años, pero estos hallazgos presentan una disonancia significativa con esa teoría.
Desafíos en la interpretación de datos
La luz emitida por estos objetos presenta características de agujeros negros supermasivos y de estrellas antiguas, lo que dificulta determinar qué proporción de la luz proviene de cada fuente.
Wang explicó que esta dificultad deja un margen amplio para la interpretación, ya que podrían ser galaxias tempranas con una población estelar masiva y antigua, o galaxias de masa más normal con agujeros negros supermasivos extremadamente grandes. Esta ambigüedad requiere más investigación para aclarar la naturaleza exacta de estos objetos.
Tamaños sorprendentemente pequeños
Además de su masa y edad, estos sistemas son increíblemente pequeños, con diámetros de solo unos pocos cientos de años luz, en comparación con la Vía Láctea, que tiene un diámetro de aproximadamente 100.000 años luz. A pesar de su pequeño tamaño, contienen un número de estrellas comparable al de la Vía Láctea, pero en un volumen mucho más reducido.
Si se comprimiera la Vía Láctea al tamaño de estas galaxias, la estrella más cercana estaría casi dentro de nuestro sistema solar y el agujero negro supermasivo del centro de la galaxia estaría a solo unos 26 años luz de la Tierra, visible como un gigantesco pilar de luz en el cielo.
Implicaciones para la cosmología
Estos hallazgos obligan a reconsiderar las teorías sobre la evolución del universo primitivo. Los modelos estándar han sido increíblemente exitosos en explicar muchos aspectos del cosmos, pero estos objetos no encajan bien en esas teorías. Este descubrimiento sugiere que puede haber procesos desconocidos o poco comprendidos que influyeron en la formación y evolución de las galaxias y sus agujeros negros supermasivos en el universo temprano.
La capacidad del JWST para observar el universo en sus primeras etapas está proporcionando datos cruciales que podrían llevar a una revisión significativa de nuestros modelos cosmológicos actuales.