Dormir demasiadas horas puede provocarte una infección

Dormir demasiadas horas puede provocarte una infección

Dormir bien puede hacernos menos vulnerables a las infecciones, pero en estudios como La asociación entre los problemas de sueño, las infecciones y el uso de antibióticos aseguran que tanto las personas que duermen pocas horas como las que duermen demasiadas tienen más probabilidades de padecer una infección. Dormir menos de 6 horas supone tener un 27% más de posibilidades de sufrir una infección, pero descansar más de 9 horas sube el riesgo a un 44%.

“El sueño es importante para procesos biológicos que regulan el sistema inmunológico, colaborando en la reparación y recuperación del organismo. Ayuda a que sea más efectivo contra infecciones debido también a la mejor producción de moléculas que detectan agentes infecciosos. Sabemos que la producción de citoquinas, unas proteínas que tienen un papel crucial en la respuesta inmunológica, está influenciada por el ritmo circadiano (ritmo biológico en torno a 24 horas que determina los ciclos de sueño y vigilia en relación con los periodos de luz y la oscuridad)”, explica sobre el por qué dormir nos previene de infecciones la doctora Ana Fernández Arcos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y el Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Los procesos circadianos, ritmo sueño-vigilia, están controlados por una red de ‘relojes biológicos’ que imponen los tiempos a los órganos y permiten modificar su metabolismo. El reloj biológico central coordina el descanso, y ejerce su función respondiendo a estímulos ambientales, como la alternancia de luz y oscuridad. Este reloj trabaja en sinergia con los relojes circadianos periféricos presentes en los órganos corazón, páncreas, hígado, estómago y músculo, a través de mediadores y señales que activan o inhiben procesos metabólicos en base a estímulos de comportamiento, como actividad física y alimentación. Por eso dormir, poco, mucho o lo justo, afecta, para bien o para mal, a todo nuestro organismo.

Dormir mal te hace más susceptible a las infecciones

Según la Sociedad Española de neurología, el 50% de los españoles tiene problemas para conciliar el sueño. Investigaciones clínicas sobre Cómo afecta a la salud un sueño inadecuado, aseguran que un descanso de mala calidad puede provocar desde falta de concentración hasta problemas de hipertensión, obesidad o diabetes. “Dormir adecuadamente es igual de importante como lo es una correcta alimentación o realizar ejercicio físico. Sabemos que el sueño influye enormemente en la memoria y el aprendizaje y también en la salud del cerebro a largo plazo –señala Fernández Arcos–. Dormir mal produce una peor respuesta inmunitaria, creando una mayor susceptibilidad a las infecciones”.

La falta de sueño de forma prolongada, dormir menos de 6 horas diarias mantenido en el tiempo, puede provocar un estado de inflamación crónica que se ha asociado a problemas como diabetes, arteriosclerosis o neurodegeneración. “La relación entre sueño e inmunidad es bidireccional. Dormir menos de 6 horas aumenta el riesgo de infecciones porque altera el sistema inmunitario. Todos los órganos del sistema inmunitario reciben profusa inervación del sistema nervioso y, por esto, cabe esperar que los cambios en los estados de actividad se reflejen en variaciones en el estado inmunitario, hechos que se han documentado extensamente. Por otra parte, también hay evidencias de que el estado del sistema inmune es capaz de modificar la cantidad y la calidad del sueño. Por ejemplo, se ha reconocido ampliamente que los procesos infecciosos bacterianos y víricos determinan incrementos en el sueño”, explica Rybel Wix, especialista en neurofisiología clínica y en medicina de sueño, Grupo de la Sociedad Española del Sueño (SES) y Unidad de sueño Hospital universitario La Princesa. “El sueño juega un papel importante en la expresión de citocinas proinflamatorias. Por otro lado, la activación de la inflamación también podría dar lugar a una alteración del sueño”.

Dormir demasiadas horas: ¿qué infecciones puede provocar?

“Infecciones de garganta, otitis, sinusitis e infecciones de vías respiratorias, cuadros gripales, infecciones cutáneas y gastrointestinales. En general hace que haya una mayor vulnerabilidad a un agente infeccioso, siendo más proclives a enfermar”, asegura la Dra. Fernández Arcos. “Altera el sistema inmunitario. Incluso predisponen la aparición de algunos tipos de cáncer, apnea del sueño, o hipersomnia de origen central. Dormir más de 9 horas al día se asocia a aumento de eventos cardiovasculares, altera la regulación de la glucosa y el metabolismo, favorece el aumento de peso y cambios en el estado de ánimo”, añade la especialista en medicina de sueño.

Si una persona necesita dormir más de lo habitual, sin haber presentado privación de sueño previamente y de forma prolongada, puede tener algún problema que haga que su sueño no sea reparador y de buena calidad, por ejemplo, por apneas o por fragmentación de sueño por otra causa, por el efecto de alguna medicación o por una enfermedad subyacente. Si duermes más de lo que debes, no es un placer, puede haber oculto algún desajuste y es recomendable consultar al médico. Aunque lo hagas partido, 8 horas de noche y 2 de siesta, tampoco es bueno. “La necesidad de tanto tiempo de sueño en una siesta también sería un signo de que el sueño nocturno no es reparador o que existe algún proceso patológico que pueda hacer que la persona tenga somnolencia durante el día. Sería algo diferente de dar una cabezada de 10-15 minutos después de comer, que sería algo normal. Dormir tantas horas durante la noche con necesidad de dormir también durante el día nos haría sospechar una hipersomnia, que es un trastorno del sueño. En ese caso, se debería consultar para estudiar la causa y tratarlo de forma adecuada” recomienda la Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y el Sueño de la Sociedad Española de Neurología.

El exceso de sueño está asociado al desarrollo de obesidad, depresión, dolor crónico o enfermedad cardiovascular. Dormir de más es malo “porque el sistema inmunitario está regulado por el sistema circadiano. En general las infecciones empeoran por la noche. El ritmo circadiano y el sueño interactúan para apoyar la respuesta inmune específica o adaptativa. Lo hacen mediante la disminución de catecolaminas y supresores como el cortisol, que baja durante el sueño nocturno, y la liberación de adyuvantes como la prolactina y la hormona del crecimiento, que aumentan y favorecen la redistribución de los linfocitos. En este contexto, numerosos experimentos muestran un patrón consistente de ritmos endocrinos e inmunológicos. La alteración crónica del sueño induce un estado proinflamatorio”, explica Rybel Wix, lo que quiere decir que si de alguna manera aumentan nuestros ‘protectores de la salud’ durante el sueño nocturno, cuando nos pasamos de horas en la cama todo lo bueno conseguido empieza a deteriorarse.

Dormir bien es vital para nuestro bienestar general

Realizar un cambio de comportamiento en el sueño, si no tenemos un descanso reparador adecuado, podría fortalecer nuestro cuerpo, incluso mejorar la respuesta inmune a las vacunas en estos tiempos en los que tan necesarias se han vuelto también para los adultos. Dormir bien aporta numerosos beneficios. Mejora la salud física y permite a nuestro cuerpo recuperarse, repararse y regenerarse durante la noche, además de mejorar nuestra claridad mental, consolidar la información adquirida durante la vigilia, optimizar el rendimiento cognitivo y favorecer el equilibrio emocional. Todo ello contribuye a su vez a mejorar el estado de ánimo, aumentar los niveles de energía y agudizar la concentración a lo largo del día. Un mal sueño provoca cansancio, altibajos anímicos, irritabilidad y reducción de las defensas, con riesgo de contraer infecciones. Tanto por defecto como por exceso.

¿Cuándo se produce un buen descanso?

Cuando se llega a las fases profundas del sueño, de lo contrario habremos dormido pero no descansado. Dormir sin despertares nocturnos asegura un descanso reparador y amanecer sin somnolencia. “Los períodos de sueño deben ser estables, evitando la fragmentación, para ser reparador”, concluye la Dra. Fernández Arcos.