Los empresarios jóvenes más extraordinarios que están triunfando con sus marcas de moda

Solo alguien extraordinario puede generar resultados tan increíbles como los que ellos han logrado antes de los treinta. Hablamos de Laia y Marina (Susmie’s), de Bruno y Alex (Nude Project), de Gabriel y Conra (EME Sudios), de Alejandra, Lola y Manuela (SACH Atelier) y de Ana Iglesias (Dosprimeras), emprendedores jóvenes que no solo han convertido sus productos en superventas, sino que han logrado crear un comunidad que se siente inspirada e identificada con su filosofía, su estilo y sus valores.

Charlamos con los creadores de las firmas españolas que han marcado a toda una generación sobre éxito, constancia, trabajo duro y lo que nadie te cuenta de crear tu propio proyecto.

Nude Project

nude project

Se cumplen cinco años desde que Bruno Casanovas y Alex Benlloch emprendieron esta aventura que, en 2023, ha llegado a facturar más de 26 millones de euros. “Estamos muy contentos con los resultados. Siempre hemos tenido los pies en el suelo, ya que el sector de la moda es uno de los más cambiantes. Nosotros hemos intentado establecer nuestra identidad como marca, lo que nos ha permitido pasar de vender sudaderas a vestir a nuestros clientes de arriba abajo”, cuentan. También han multiplicado por siete su línea de retail: en poco más de doce meses han abierto seis locales en España, Italia y Portugal.

Hasta Madonna, que arrasó en la tienda cuando dio su concierto en Barcelona, ha quedado prendada del concepto de Nude Project. Colaboraciones con cantantes como Rauw Alejandro, un podcast con miles de oyentes, una marca de cerveza y la ilusión de crear algún día un festival con los artistas a los que más admiran. Su ambición no tiene límites pero, ¿qué es para ellos el éxito? “Es sinónimo de inspiración. Queremos dejar huella por haber logrado algo distinto, no por un crecimiento empresarial”, dicen. De hecho, es esta la clave que los ha llevado a triunfar: la conexión con su comunidad, creando no solo un producto de calidad, sino un universo completo. “Nacimos con el objetivo de inspirar a toda una generación y creo que hemos pasado a representarla”, dice Bruno.

їSus referentes? Como han resaltado en otras ocasiones, Steve Jobs: “No hay mayor inspiraciГіn que alguien que ha montado uno de los imperios mГЎs grandes y reconocidos del mundo”. Y, aunque tienen mucho que aprender —los invitados que acuden a su podcast siempre cuentan historias muy interesantes—, tienen claro quГ© consejo darГ­an a alguien que empieza con su propia marca: “ConfГ­a en ti. Solo eres joven una vez y este es el momento de ser valientes, equivocarnos, aprender y seguir adelante”, animan.

Eme Studios

a man and woman sitting at a table

‘Always grateful’ es el lema que les acompaña desde el principio y que no solo está presente en los gráficos de su ropa, también en cada una de sus decisiones, tomadas pensando en los clientes: “Este mantra está siempre ahí y eso hace que la gente nos quiera y repita con nosotros, no solo están comprando prendas, sino también pasando a formar parte de nuestra familia”, comenta Conra Martínez, CEO de la firma junto a Gabriel Morón.

El éxito de Eme Studios, que ha crecido un 233% en el último año, no ha llegado de la noche a la mañana. Surgió en 2018 en Elche, en el salón de un piso de estudiantes, con la dificultad que conlleva emprender siendo joven: “Lo más complicado es comenzar con pocos recursos, aunque esto también nos ha hecho ser creativos con el dinero y enfrentar el reto de hacer malabares entre la visión y la realidad”, confiesa. Ahora es una de las firmas de ‘streetwear’ de referencia en nuestro país, sonando fuerte también de manera internacional. “El secreto ha sido no obsesionarnos con el crecimiento rápido, sino hacer las cosas pequeñas del día a día de la mejor manera posible, con la constancia de sumar y mejorar cada faceta del negocio a diario”, explica el fundador.

Aunque están presentes en el armario de los prescriptores de moda más relevantes, les sigue sorprendiendo ver sus diseños por la calle: “Hace poco íbamos andando por París durante Fashion Week y nos encontramos con un chico vistiendo nuestra ropa, estuvimos hablando con él, la sensación es increíble”. No es nada nuevo para ellos: cada vez que realizan un evento —todavía no tienen tienda física—, se forman colas de más de 24 horas.

Su inspiración y referencias son infinitas y muy diferentes entre sí: Phil Knight, Wales Bonner, Teddy San, Ronnie Fieg, C. Tangana, Kanye West o Virgil Abloh. “Cogemos pequeños aspectos de cada uno y los juntamos en nuestras cabezas para formar nuestra propia visión”, aclara.

Dosprimeras

a person with long hair

Para dar rienda suelta a su creatividad, le bastaron los 150 euros que acababa de ganar trabajando en un catering de boda cuando todavía iba a la universidad, hace ocho años. Tenía pocos recursos, la necesidad de plasmar su identidad y muchas ganas de crear su propio proyecto. Ahora su firma cuenta con 106 mil seguidores en Insta y una gran cantidad de ‘sold outs’ en la web. Ana Iglesias, ejemplo de trabajo y constancia, siempre quiso emprender. “He priorizado esta empresa a mi vida personal, los fines de semana y mi tiempo de ocio. Siempre he tenido el pensamiento de que si me caigo, no pasa nada, es parte del camino y la actitud con la que lo afrontas es lo más importante”, cuenta.

Se convirtió en una verdadera experta en proveedores y marketing digital a base de aciertos y errores, sin apenas recursos, pero no cambiaría nada de este recorrido: “Los pequeños fallos los he cometido de la forma más inocente, me alegro de haber llegado hasta aquí como lo he hecho, he ganado una gran experiencia”. Además, también ha tenido momentos de soledad durante el proceso: “Me costó mucho empezar sola porque no tenía con quién celebrar las cosas buenas. Lo imprescindible fue montar equipo, me importa mucho que esté cuidado, feliz y que sienta el proyecto como suyo”, confiesa.

Ana, que ha logrado el equilibrio perfecto entre su empresa de joyas y la cocina —probablemente la conozcas por ganar la octava edición de Masterchef—, ha alcanzado su concepto de éxito: “Para mí, significa ser feliz con lo que haces, tener un ‘team’ que te quiera, sentirte realizada y disfrutar del camino”, narra.

SACH Atelier

sach

Imagina crear con tus primas en el comedor de casa el proyecto de tu vida. Fueron Manuela y Alejandra las que empezaron y, tras un viaje muy inspirados, se unió Lola. Así surgiendo las joyas artesanas más elegantes y reconocibles de España. “Recordamos el principio y apasionante, una época caótica llena de inspiración, creación y muchísimo aprendizaje. Nos parecía muy difícil plasmar las ideas que teníamos en nuestras mentes inquietas y bajarlas a tierra”, cuentan las creadoras.

No sabían dónde iban a llegar, pero se han convertido en una de las firmas de referencia de muchas expertas en moda. ¿La razón? Sus chokers, cinturones y brazaletes, entre otros, no solo marcan la diferencia en un ‘looks’, sino que son capaces de elevarlo y transformarlo por completo. “Tenemos claro que nuestra clave es un producto único, innovador y distintivo en la industria”, explican estas tres mentes creativas, que saborean el éxito muy agradecidas. “La primavera vez que una ‘celeb’ llevó uno de nuestros diseños estábamos en una comida familiar. De repente, vimos que nos había hecho un pedido Alice Campello, pero no nos lo creímos hasta que no subió una foto con el choker. Es una sensación gratificante saber que alguien te ha elegido a ti entre tantas posibilidades en el mundo”, confiesan.

Sus referentes han sido sus padres, también emprendedoras: “Ellos son el motivo por el que no hemos tenido miedo de arriesgarnos nosotras también, siempre hemos admirado el esfuerzo y la energía con la viven”. Además, afirman que la clave es confiar en tu talento: “Lo más importante es creer en ti mismo aportando tu esencia al mundo, no cansarte durante el proceso y, sobre todo, despertarte cada día con más ganas que el anterior”.

Susmie’s

SUSMIES .JPG

Un viaje de amigas a Nepal fue el punto de partida del proyecto de Laia Triquell y Marina Gaspar: “Cuando llegamos a Kathmandú, nos alucinó la cantidad de productos artesanales y coloridos que elaboraban allí y que en Barcelona no sabíamos dónde comprar. Conocimos a una niña que se llamaba Susmita, vestía de colores, y nos inspiró para el nombre de la firma”, comentan. Se abrieron una cuenta de Instagram y comenzaron a postear su día a día en el país, llenaron un par de maletas con las prendas que más les gustaron y, al llegar a Barcelona, crearon una web. El resto es historia.

Ahora bien, ¿cómo pasó Susmie’s de ser un ‘hobbie’ a una profesión? “Los comienzos fueron complicados”, reconocen. Dejaron a un lado su trabajo como publicistas y dieron un salto al vacío. No dudaron en sacrificar tiempo libre, horas, energía y dolores de cabeza, porque disfrutaban con ello: “Suena tópico, pero no pensábamos en el dinero entonces. Estuvimos dos años sin cobrar apenas nada, trabajábamos las dos solas en muestro garaje, hacíamos las joyas a mano y los paquetes uno a uno, las fotos en casa y dedicábamos mucho tiempo a hacer fotos para Instagram. Al principio nos sentíamos muy avergonzadas de no tener apenas seguidores y estar constantemente publicando contenido, pero intentamos que ese miedo interno y social no nos frenara”, confiesan. “Es fácil tener casi 170.000 ‘followers’ y colgar contenido personal, pero cuando tienes 50 y sales bailando en un vídeo para promocionar unos pendientes que has hecho en tu casa, necesitas una seguridad externa que la verdad se agradece muchísimo”, dicen recordando el apoyo de sus amigos y familia.

Ahora tienen su propia oficia y 12 personas en su equipo, pero no dan nada por sentado, tal y como les enseñaron sus padres, a los que consideran sus referentes y que, por otra parte, les han inculcado que hay que ser feliz en la faceta laboral: “Siempre han vuelto a casa contentos de la oficina, se sentían llenos con su día a día y nos han transmitido las ganas de encontrar nuestra valía, de sacarnos partido y de mejorar siempre”, narran estas dos amigas que, cinco años después de crear este proyecto, continúan inseparables. “No nos podemos imaginar haciendo esto con otra persona. Nos complementamos muchísimo y la amistad nunca ha sido un obstáculo, sino todo lo contrario. Querer a mi socia desde un punto personal y emocional me ayuda a trabajar mejor, a entenderla, a no juzgarla, a no enfadarme. Nosotras tenemos fe en seguir de la mano con paz y en saber separar y mezclar los dos mundos de la mejor manera”, concluyen.