Viñales, una transformación cocinada a fuego muy lento

Lo de Maverick Viñales con Aprilia ha sido una odisea, un ejercicio de una paciencia casi infinita, refrendado por chispazos de calidad y una confianza por parte de sus jefes impertérrita pese a numerosos reveses en casi cuatro años de relación.

El gerundense se veía sin empleo en el verano de 2021 tras romper de forma abrupta con Yamaha, con los que había ganado una carrera ese año (en el debut en Qatar). Ahí estaba en mitad de los Alpes austriacos, con su mujer, Raquel, y su hija recién nacida, hasta meditando la retirada. Su amigo en Andorra y compañero de algunos entrenamientos, Aleix Espargaró, luchó por llevarlo a Aprilia, conocedor de su talento. Convenció a Massimo Rivola, el ambicioso nuevo CEO llegado de Ferrari F1, y le ficharon.

Hizo cinco grandes premios de pura adaptación, de pasar de un motor con 4 cilindros en línea, como lo que había llevado en Suzuki y Yamaha, a uno con 4 en V, con la RS-GP. Un octavo en Misano fue su mejor resultado.

La base que marcaba Aleix

Para 2022, los de Noale crecieron mucho con una moto hecha a la medida y los gustos de Aleix Espargaró, basándose en el paso por curva, la tracción a alta inclinación y una buena aceleración. El de Granollers hasta soñó con pelear por el título, pero al de Roses le fue más difícil (11º final) porque su estilo era, y es, otro. Con todo, él fue a más y alcanzó tres podios en tres pistas buenas para su estilo: Assen, Silverstone y Misano. En general, fue a más, aunque sufrió los problemas de calor y fiabilidad de los italianos en las giras asiáticas. Rivola mantuvo su fe y le renovó descartando los ofrecimientos de muchos.

Cazeaux, su hombre de confianza

A ‘Mack’ le faltaba complicidad, poder crear su base. Por eso, para 2023 insistió a Aprilia para fichar como jefe de mecánicos a Manu Cazeaux, con el que ganó en Suzuki (2016) y que estaba en paro por la espantada de la casa nipona. Poco a poco fue subiendo. Terminó el curso séptimo, con tres podios (Portugal, Catalunya e Indonesia), con tres segundos puestos. Le fallaba el deficiente sistema de salida y la capacidad para rebasar.

El click en Portimao

Para 2024, todo pintaba parecido, pues Aprilia se centró en la aerodinámica y su variantes, que hicieron que se perdiera en pretemporada o en Qatar. Faltaba el equilibrio en el agarre y por arte de magia lo lograron en Portugal. Fue un ‘click’ para hacerlo imparable en Texas.

Su mejor victoria

Maverick logró su décimo triunfo dominical, pero el de Austin lo siente como el más especial. “Esta victoria significa muchísimo para mí. Cuando lo asimile, sentiré que es la más importante y valiosa para mí por la forma en la que lo he conseguido, cómo he podido ir creciendo. Ser capaz de darle este regalo a mi familia por el trabajo tan grande que están haciendo es increíble, me siento más orgulloso de devolverles esta confianza que por la victoria. Es una locura. Me siento muy autorrealizado, el problema es que ganas hoy y mañana quieres volver a subirte a la moto y seguir rodando”, aseguraba.

Más difícil con Aprilia

El catalán, que ahora ha vuelto a vivir en la zona donde nació y ya tiene dos hijas, ha triunfado con tres marcas, pero resalta lo logrado con los transalpinos, la casa con menos presupuesto de MotoGP. “Es más difícil ganar con Aprilia, desde luego. Tiene un valor distinto. Cuando firmé con ellos, no estaban en esta posición. Viendo el trabajo que han hecho, es increíble lo que han crecido. Somos una gran fábrica, necesitamos más tiempo para mejorar y mostrarnos constantes, pero veo esta temporada con mucho potencial. Tenemos que ser inteligentes, centrarnos en el trabajo a realizar. Las cosas que nos pasaron en Portimao tienen que ve con la experiencia de vernos delante. Esta confianza se irá construyendo”, soltaba.

Proceso de transformación

El ’12’ admite que el proceso fue muy lento. “Esa confianza y ese creer en mí llegó el año pasado. Hemos necesitado un año entero con mi jefe de mecánicos para entender verdaderamente la moto y lo que necesitábamos, pero ha valido la pena, porque desde Qatar he estado siempre en los primeros puestos o, como mínimo, luchando por los primeros puestos. Eso es lo que tenemos que lograr. Obviamente, cuando cambiamos a la moto nueva, no nos resultó fácil, pero en Portimao entendimos bien qué era lo que teníamos que hacer y ahora mismo me siento súper bien con la moto. La cuestión es que cuando puedo pilotar la moto con mi estilo de pilotaje, soy efectivo, me muestro calmado y tengo confianza, así que tenemos que ser capaces de encontrar ese equilibrio en nosotros y en la moto que nos permite apretar al máximo”, explicó en EE.UU.

Ya adelanta hasta ‘fácil’

Viñales hasta tapó bocas en el circuito de las Américas sobre sus problemas para rebasar. “En el pasado no tenía las armas que tengo a día de hoy, sobre todo, para adelantar, porque en el pasado tenía dificultades para acercarme al resto de pilotos, pero cómo tenemos la moto ahora, cómo puedo apurar la frenada… obviamente no es fácil adelantar, pero ahora puedo intentarlo. Tengo el arma que me permite adelantar. No puedes liderar todas las carreras desde la primera curva, hay que luchar, todos apuran la frenada y frenan tarde, pero yo también estoy peleando. En Aprilia hemos trabajado muchísimo para saber dónde adelantar, con lo que fue un placer correr así”, confesó. Es otro Maverick… y peligroso para el resto.

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