Dos áticos en lo alto del Hotel Plaza de Nueva York a la venta por 70 millones

Dos áticos en lo alto del Hotel Plaza de Nueva York a la venta por 70 millones

Es el hotel más famoso del mundo, escenario de películas, salón de extravagantes fiestas, y alojamiento de monarcas, millonarios y actores de Hollywood. Pero también un edificio donde se puede vivir si se tiene la cartera para hacerlo.

El emblemático Hotel Plaza de Nueva York ha puesto a la venta dos áticos combinados por un precio de 70 millones de dólares (65 millones de euros). Se trata de dos unidades que se unieron para crear una residencia de 3.139 metros cuadrados con una terraza de 25 metros de largo con vistas a Central Park.

El edificio de inspiración renacentista francesa fue diseñado por el “maestro de los rascacielos”, Henry Janeway Hardenburg, también autor del Hotel Waldorf Astoria de Manhattan. Se construyó en 1907 con una inversión entonces astronómica de 12,5 millones de dólares.

Los áticos se encuentran en lo alto del edificio, declarado Monumento Histórico Nacional en 1986, con la Quinta Avenida a la vuelta de la esquina, en pleno barrio de Midtown, muy cerca de lugares como Times Square, el Rockefeller Center o el Empire State Building.

Una vez se traspasa el mítico lobby, donde se coló el niño protagonista de Solo en Casa para encontrarse allí con Donald Trump, repleto de mármoles y candelabros de cristal con incrustaciones de oro traídos de Europa, se coge el ascensor que conduce directo a los apartamentos.

La residencia principal es un triplex de 1.925 metros cuadrados con cuatro dormitorios, cuatro baños, un aseo, un gran salón decorado con mármol, una cocina con un espectacular tragaluz, un estudio y una sala con chimenea de gas. “La vista, la grandeza y el romance del Hotel Plaza son suyos en estos dos extraordinarios áticos vecinos”, según reza el listado de Sotheby’s International Realty.

La terraza con espectaculares vistas a Central Park y al horizonte de Nueva York conecta el apartamento con su gemelo, un dúplex de 1.220 metros cuadrados que hace las funciones de una casa de huéspedes. Tiene tres dormitorios, un espacioso vestíbulo, un gran salón y una cocina para mayordomo, según explica el listado. Desde el interior, se accede a la segunda residencia a través de un gran vestíbulo y una escalera de caracol que conecta los niveles.

Los grandes ventanales brindan mucha luz natural, mientras que los techos en ángulo del último piso ofrecen una estética única que mezcla la modernidad con la arquitectura neoyorquina de principios del siglo XX. El interior está reformado con materiales de primera calidad, como el mármol y la madera noble, para crear una atmósfera de máximo lujo.

La suite principal del triplex cuenta con una chimenea de leña, dos vestidores, un baño con bañera de hidromasaje, vistas al parque y acceso a una logia que conduce a la terraza desde la que se ve el característico patrón de cobre verde que corona el techo del Plaza. La suite de la segunda residencia tiene una chimenea de leña rodeada de mármol blanco, una elegante sala de estar y un espectacular baño de mármol.

Los actuales propietarios compraron el triplex al promotor inmobiliario británico Christian Candy en 2017 por 32,7 millones de dólares. Dos años más tarde se hicieron con el dúplex contiguo por 29 millones de dólares, por lo que el precio solo ha aumentado en 1,7 millones de dólares en los últimos años.

Los futuros propietarios de los áticos tendrán acceso a todas las elegantes comodidades del hotel, que incluyen la sala de té Palm Court, el Champagne Bar, el Guerlain Spa y el gimnasio Plaza, a los que se accede a través del famoso vestíbulo.

Durante más de 100 años, además de los huéspedes del hotel, han tenido allí su residencia celebridades como la actriz alemana Marlene Dietrich, el arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright o el diseñador de moda Tommy Hilfiger. Sin olvidar que Donald Trump compró el edificio en 1988 por 407,5 millones de dólares. “No es sólo un edificio, es la obra de arte definitiva”, presidente de EEUU.

En la actualidad, es propiedad de la empresa Katara Hospitality, el mayor desarrollador y operador de hoteles en Qatar, dependiente de la monarquía de Doha. Los vendedores buscan a un multimillonario con el capricho de instalarse en el epicentro de Mahattan con la posibilidad de alojar a familiares e invitados.

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