Iris Apfel, la interiorista predilecta de la Casa Blanca, muere a los 102 años

Iris Apfel, la emblemática interiorista favorita de la aristrocracia, diseñadora textil e ícono de la moda que se convirtió en la diseñadora oficial de la Casa Blanca en casi diez ocasiones, ha fallecido a los 102 años. La noticia ha sido confirmada por una vocera encargada de su patrimonio, quien reveló que la creativa estadounidense murió en su casa de Palm Springs, Florida aunque no se reveló el motivo del deceso.

Reconocida por sus enormes gafas y un estilo maximalistas, Apfel se convirtió en un referente del estilo en la mayor extensión de la palabra. Su forma de vestir que no temía a las estridencias la llevó a encumbrarse como un ícono e incluso la volvió el centro de un documental estrenado en 2014. Su peculiar visión del estilo, también le permitió dejar una gran huella en el mundo del interiorismo y el diseño textil, que la convirtieron en la favorita de famosos y la posicionaron como la diseñadora de cabecera de la Casa Blanca.

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¿Quién es Iris Apfel? Fugaz editora, arquitecta de interiores y decoradara

Quien se haga esa pregunta quizá se haya perdido gran parte de la prolífica carrera que la diseñadora, interiorista y empresaria tuvo mucho antes de que el estallido de las redes la transformaran en un referente de la moda y toda la industria creativa. La llamada rara avis se refería a su repentina fama como un “accidente”. Iris Apfel nació en 1921 en Nueva York en una familia que tenía una tienda de espejos y que también llegó a tener una tienda de ropa, lo cual le despertó el interés para recorrer desde pequeña tiendas de antigüedades y amasar una colección de gafas, que convirtió en una de sus señas de identidad a lo largo de su vida.

La atracción por el mundo creativo la llevó a la Universidad de Wisconsin, donde comenzó una carrera profesional en el mundo del arte en un época donde las mujeres estaban relegadas de la formación universitaria. Al paso de los de los años culminó sus estudios como historiadora del arte en la Universidad de Nueva York. En ese camino se cruzó el mundo editorial y trabajó en la publicación Women’s Wear Daily como asistente. “Creo en los puestos entry level y en la idea de comenzar en alguna parte, pero esto fue demasiado”, contaba entre risas.

Iris Apfel murió a los 102 años en su casa de Palm Springs, según ha confirmado una vocera.

Su fugaz paso por ese mundo se interrumpió por el encuentro con el mundo del diseño textil y el interiorismo. Durante la posguerra fue contratada por Eleanor Johnson, la empresaria pionera de la decoración, que rentaba o adquiría propiedades y las personalizaba para personajes de Hollywood o las grandes figuras militares de Estados Unidos. “Tenía ese talento espectacular para reunir a la gente talentosa, los contrataba por muy poco dinero y acababa con las cosas más maravillosas creadas desde cero”, recordaba de esos años.

Posteriormente, Iris Apfel decidió emprender un camino en solitario en el mismo terreno y a finales de los 50, junto con su esposo Carl Apfel, crearon la compañía de diseño textil Old World Weavers o Tejedores del Viejo Mundo, con la que realizaron proyectos de restauración, decoración de interiores y la fabricación de sus propios textiles. “No estaban las telas que imaginaba, no me gustaba lo estándar”, decía del negocio que mantuvieron por más de 40 años y con quien compartió uno de sus más grandes proyectos: la decoración de la Casa Blanca.

iris Apfel fundó junto a su esposo Carl Apfel la compañía de diseño textil Old World Weavers.

¿Por qué era conocida Iris Apfel?

Renovar la casa presidencial más famosa por nueve administraciones, desde Harry Truman hasta Bill Clinton, fue una de las razones por las que Iris Apfel era conocida. A ella se suman los proyectos que llegó a desarrollar para magnate y una que otra celebridad.

Pero Iris Apfel era conocida también por el gran impacto que generó en el mundo de la moda, un terreno donde se posicionó como un ícono gracias a su estilo maximalista. Con 90 años aún posaba para campañas publicitarias de firmas de moda y diseñaba sus propias colecciones con distintas marcas. “Fue accidental, nunca busqué ser un icono y me convirtieron en uno”, declaró a una cadena estadounidense de televisión. La sensación que la centenaria mujer causaba era tal que en 2005 el MET le dedicó una exposición a sus vestuarios y a su impacto.

Apfel era conocida por su agitada agenda que la llevó a convertirse en modelo, diseñadora y decoradora.

Un documental también la siguió de cerca casi una década después y sus creatividad la llevó a colaborar con Barbie y hasta con una firma mexicana especializada en platería, con la que lanzó una colección. Su humor también le valió reconocimiento, pues bromeaba al autodenominarse una “estrella geriátrica” que nunca buscó nada de lo que tuvo. Nunca tuve un plan, ni de negocios ni de cualquier otro tipo”.

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