Humedad en invierno, ¿cómo preparar nuestras casas?

La humedad es uno de esos enemigos silenciosos que deteriora las viviendas, repercute en la eficiencia energética y, además, puede afectar severamente a la salud. Es en invierno cuando suele aparecer y, aunque no siempre es fácil prevenirla o acabar con ella, sí hay consejos que funcionan.

Lo primero: conocer los tipos de humedades

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Hay varios tipos de humedad bien diferenciados. ¿Por qué es importante conocerlos? Básicamente, porque en algunos casos son estructurales y solo se pueden combatir tomando medidas que implican trabajos profesionales de aislamiento o impermeabilizacion. En otros casos, la solución es bastante más sencilla. Los expertos de Habitissimo nos dan las claves:

• Humedades por condensación: tiene mucho que ver con los puentes térmicos porque se forma cuando la humedad ambiental del interior entra en contacto con una superficie fría. La diferencia de temperatura es la que hace que el agua se condense.
• Humedad por capilaridad: se produce cuando los muros absorben agua del suelo y esa humedad asciende por las paredes.
• Humedad por infiltración: se origina por grietas en muros o cubiertas que facilitan que el agua del exterior penetre por ellas.
• Humedad por fugas: pequeñas averías en la instalación de fontanería también pueden provocar humedades.

En cualquiera de los casos, es en invierno cuando se agudizan a causa de temperaturas más bajas y ambientes más húmedos. Por eso es importante preparar las casas antes de que llegue la época más complicada si de humedades hablamos.

Cómo preparar la casa para evitar la humedad en invierno

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El primer paso, por tanto, es identificar el origen de esas humedades. Si el problema es severo y se repite cada año, lo más inteligente es buscar asesoramiento profesional. En ocasiones, solo un buen aislamiento de la envolvente, trasdosados o actuaciones como inyecciones químicas, tratamientos de electroósmosis o higroconvectores pueden resolver definitivamente el problema.

¿Quiere decir que no es posible prevenirlo o intentar controlar la humedad de otra forma? No, siempre hay algunas medidas para preparar la casa que son más sencillas y que no requieren de una inversión tan elevada:

Romper los puentes térmicos

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Las ventanas son uno de los grandes puentes térmicos de una vivienda, de ahí que muchas veces la humedad aparezca a su alrededor. Lo ideal sería cambiar las ventanas y sellar perfectamente los marcos. Como no siempre es posible, una solución bastante más económica es poner burletes. Y no solo en ventanas, también en puertas.

Colocar deshumidificadores

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Pueden ser eléctricos o en forma de pequeños recipientes con sales que absorben la humedad. En cualquiera de los casos son eficientes en espacios reducidos y siempre que se sepan colocar de forma estratégica.

Un buen mantenimiento

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En ocasiones, esos problemas de humedad no se deben más que a un deficiente mantenimiento. Por eso, antes de que legue el invierno conviene revisar fachadas y cubiertas, puertas, ventanas y hasta instalación de fontanería o canalones. Si hay alguna señal de deterioro o desperfecto, podremos hacer las reparaciones oportunas antes de que causen daños.

Otros consejos para evitar la humedad en invierno

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Además de esas medidas para preparar la casa, también es aconsejable adoptar algunas sencillos hábitos:

• Ventilar bien, preferentemente en esas horas diurnas en las que las temperaturas son más elevadas y la humedad exterior es más baja.
• Encender el extractor de la cocina y los de los baños siempre que se usen las estancias.
• No tender ropa dentro de casa, es humedad que se quedará dentro.
• Controlar la temperatura interior, ya que cuanto más elevada sea esta, más fácil es que la humedad se condense.

Mantener la humedad a raya es muy importante porque puede provocar daños irreversibles en revestimientos y hasta en estructuras de la casa. Todo ello sin olvidar que propicia la aparición de moho e incrementa el riesgo de aparición de patologías respiratorias.