Una investigación desvela que Senegal utilizó tropas entrenadas por la Guardia Civil para reprimir protestas

El 3 de febrero, a apenas unas semanas de la celebración de elecciones, el presidente de Senegal, Macky Sall, decidió unilateralmente suspenderlas sine die. El shock fue tremendo: en una región donde los golpes de Estado se acumulan, Senegal todavía parecía un último rescoldo de democracia y estabilidad. Quizá por eso es en este país donde se han centrado gran parte de los esfuerzos de la Unión Europea en materia de inmigración y antiterrorismo, conforme iban siendo expulsados de otros países del Sahel. Dakar quedó envuelta en protestas tanto de opositores como de manifestantes prodemocracia, descontentos con lo que consideraron un “golpe de Estado constitucional”, que fueron duramente reprimidas. Pero estas protestas han sido solo el último ejemplo del resbaladizo camino de Senegal desde que en 2021 arrestó al popular pero también polémico líder de la oposición Ousmane Sonko, y amplió la represión de las protestas de sus partidarios.

Entre las fuerzas desplegadas por el gobierno de Sall para la represión de protestas de los partidarios de Sonko y oposición a Sall habrían estado unidades del GAR-SI, creadas, entrenadas, financiadas y equipadas por un programa europeo liderado por la Guardia Civil española, según una investigación periodística internacional.

Una investigación conjunta de Al Jazeera y la organización española porCausa ha obtenido pruebas visuales, contratos del Gobierno español, informes internos confidenciales y testimonios de múltiples fuentes que apuntan a que equipos de los Grupos de Acción Rápida (GAR-SI) en el país fueron utilizados por el gobierno senegalés en la represión de recientes protestas prodemocracia.

El objetivo declarado de estas unidades ‘de élite’, creadas en países del Sahel bajo la inspiración de los Grupos de Acción Rápida de la Guardia Civil —destinados inicialmente a la lucha contra el grupo terrorista ETA—, se centra, según el país, en la lucha antiterrorista, la lucha contra el crimen transfronterizo y, especialmente en los últimos años, en el control migratorio irregular rumbo a Europa. Pero según se destila de la investigación, estas unidades, que en el caso de Senegal su posición habitual de despliegue es en la frontera con Mali, habrían sido en su lugar enviadas cientos de kilómetros al sur de sus puestos originales, para en su lugar ser utilizadas en la supresión de las protestas.

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Entre las pruebas que destacan en la investigación es un vídeo en el que se puede ver personal de seguridad en el mismo tipo de vehículos blindados adquiridos con financiación de la Unión Europea para el GAR-SI disparando gas lacrimógeno contra una caravana de protesta organizado por Sonko el pasado mayo. Al Jazeera habría verificado la geolocalización del vídeo, en la región sureña de Casamance, donde se han concentrado las tensiones internas de Senegal. España ha asegurado que “no consta utilización” por parte de las autoridades senegalesas “de unidades formadas en el marco del proyecto GAR-SI” en la represión de manifestaciones.

El GAR-SI es un proyecto europeo que comprende de 2016 a 2023, con una financiación de 75 millones de euros del Fondo Europeo para África (EUTF for Africa, en inglés) y que en su génesis pretende utilizar fondos para el desarrollo en las “raíces” de los procesos migratorios en África. El programa es implementado por la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAP), el brazo ejecutor de la Cooperación Española del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Con el liderazgo de la Guardia Civil y el apoyo de la Gendarmería Nacional de Francia, el Arma de Carabineros de Italia y la Guardia Nacional Republicana de Portugal, se crearon unidades ‘de élite’ con formación y equipos proporcionados por la Unión Europea. Se levantaron unidades GAR-SI en varios países del Sahel, como Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania, Níger y Senegal.

Con la excepción de Senegal y Mauritania, todos estos países han sufrido golpes de Estado en los últimos tres años. De éstos, Níger incluso ha cancelado parte de su cooperación en seguridad con la Unión Europea (EUCAP) en favor de Rusia.

La unidad GAR-SI de Senegal, de 300 hombres y creada en 2017, habría costado más de 7 millones de euros y su zona de intervención es la ciudad de Kidira, en la frontera con Mali, para proteger Senegal de incursiones potenciales de grupos armados criminales transfronterizos, protagonistas en muchos casos del tráfico de personas. Según desvelan Al Jazeera y porCausa, en un segundo paquete financiero se habrían utilizado 4,9 millones de euros para otra unidad de 250 hombres cerca de la ciudad de Saraya, en la frontera con Guinea-Bisáu y Mali.

Los contratos de este tipo suelen ir condicionados a que todo el material que se suministra se utilicen para los objetivos del proyecto, en este caso, lucha contra las redes criminales transfronterizas y el control migratorio, por lo que las evidencias del vídeo obtenido por los medios de comunicación suponen una “acusación muy grave”, según Ousmane Diallo, investigador de la oficina de Amnistía Internacional para África Occidental y Central a Al Jazeera. “Estas unidades parecen usarse para reprimir los derechos humanos desde 2021, en lugar de luchar contra el terrorismo o vigilar la frontera”.

En el vídeo se pueden observar vehículos que encajan con el SUV URO Vamtac ST5, un modelo español fabricado por el fabricante gallego de vehículos pesados Urovesa. El mismo modelo de automóvil se entregó en presencia del embajador de la UE en Senegal en abril de 2019 como parte de un paquete de ayuda para aumentar las capacidades de GAR-SI Senegal. La unidad también recibió drones, dieciséis camionetas Toyota 4×4, una ambulancia, 12 motocicletas y cuatro camiones, pero no está claro si estos también fueron desplegados durante las protestas.

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Los recursos, inicialmente destinados a la unidad GAR-SI, habrían sido integrados de facto en los mandos territoriales y utilizados por las fuerzas de seguridad senegalesas, según una fuente de la policía española que trabaja en Senegal a Al Jazeera y porCausa. Según apunta la investigación gracias a un informe interno de evaluación en 2022, era conocido que Senegal estaba desplegando estas unidades en misiones conjuntas con otros cuerpos senegaleses de “seguridad interna”.

Preguntados al respecto, el Ministerio de Exteriores e Interior español han negado tener constancia de este tipo de actividades, y la Unión Europea ha respondido con un comunicado en el que señalan que no tenían conocimiento de que unidades del GAR-SI hayan sido desplegados para reprimir protestas.

“La UE ha solicitado constantemente a las autoridades senegalesas que investiguen cualquier uso desproporcionado de la fuerza contra manifestaciones pacíficas y espera un seguimiento adecuado”, ha asegurado el portavoz. También apuntó que el marco de GAR-SI es “muy específico y claramente definido en su alcance e intervenciones”, por lo que el equipo o la financiación “deberían utilizarse en áreas transfronterizas para luchar contra el crimen organizado y aumentar la protección de la población local”.