School of Rock, más que un proyecto de música, una escuela para la vida
School of Rock en México
El proyecto School of Rock busca, además de desarrollar el gusto por la música, generar entre las y los menores participantes que se desenvuelvan mejor y adquieran personalidad, tras enfrentar al público en un escenario, explicó su director Carlos Lama.
“’Oye School of Rock a mi hijo le hizo muy bien, ha generado muchas habilidades; era tímido, ya no; el escenario le hizo bien, ahora está comunicándose mucho mejor también en un salón de clases.
“No le cuesta tanto hacer una presentación ahora; te ayuda a muchas cosas que no son sólo musicales y es lo que nos tiene tan orgullosos de esta escuela”, comentó Lama.
El proyecto es, para su director, la escuela más grande de música del mundo, con 65 mil alumnos en todo el planeta.
Este fin de semana se presentaron, en el Teatro Parque Interlomas, los grupos que se graduaron de los diferentes niveles de clases que se imparten en el plantel de esta zona, el más reciente que se abrió, en noviembre del año pasado.
Lama explicó que en México School of Rock cuenta con aproximadamente 900 alumnos en sus planteles de Interlomas, Polanco y Pedregal, en la Ciudad de México, además de San Pedro Garza García, en Nuevo León.
Futuro baterista
Carlos Cervantes, a sus nueve años de edad, se enfrentó al público, como integrante del grupo Flame Dragons, y en la batería interpretó, entre otras, la rola Belieber, de su banda favorita, Imagine Dragons.
“Bien, hemos practicado durante muchos meses, y durante muchas semanas y me sentí seguro, me sentí seguro porque sabía que podíamos hacerlo porque habíamos practicado”, comentó Carlos.
En School of Rock aprendió una mejor técnica para tocar su instrumento favorito.
“Antes, en otra escuela tuve un maestro de batería, yo tocaba batería pero el maestro nada más decía toquen y no sabíamos cómo tocar, entonces ya que me metí a School ok Rock me volvió a interesar la batería y la aprendí a tocar”, dijo.
A Carlos también le gusta el violín y la guitarra, las matemáticas es su materia preferida y, dentro de unos años, se imagina tocando la batería en una banda importante de rock.
jcp