Así es como la industria del cine logró que los animales hablaran en películas

Como a las personas les emociona compartir con sus mascotas en diferentes escenarios, empresarios de Estados Unidos y Tailandia crearon esta iniciativa.

Con ayuda de la tecnología, los animales pueden tener comportamientos humanos en la gran pantalla e interpretar personajes memorables.

Todos hemos visto películas con animales. Claro, actuando de ellos mismos, es decir, siendo la mascota del protagonista, un tigre que espanta al personaje y en otras situaciones. Lo que parece sencillo, porque esto se puede lograr a través del entrenamiento animal.

¿Pero cómo hace la industria cinematográfica para que estas criaturas tengan voz, personalidad y una fuerte importancia para el desarrollo del filme? La respuesta está en una mezcla que integra animación digital, actuación de personas y un conocimiento impresionante del comportamiento animal, por parte de quienes hacen las gráficas.

Un chihuahua de Beverly Hills, El libro de la selva, Dr. doolittle y El planeta de los simios son algunos ejemplos de cómo el cine ha mejorado y avanzado en esta técnica que busca que los animales sean lo más reales posible, a pesar de que realicen acciones humanas, como hablar.

Todo comenzó cuando nació el género de animales parlantes generados por computadora en los años 90. Antes, los creadores se limitaban a mover la boca de los animales o de las marionetas animatrónicas y luego, se pasaron a crear secuencias de animales vivos en 3D, según explica Insider.

Hemos visto que para el último caso, en los sets de grabación, se siguen utilizando actores, que prestan sus voces e interpretan a las criaturas, pero con una vestimenta que parece de buzo y que es llamada como traje de captura de movimiento. Además, de puntos blancos en la cara, para modificar las expresiones faciales.

Pero, que en el estreno de la peli, los intérpretes se transforman en los animales más complejos. Esto, gracias a estudios como Weta, que se ha encargado de estudiar la anatomía animal y de llevarla a la edición de cuerpos de personas. Un caso clarísimo es planeta de simios, cuando el chimpancé César aprende a hablar con humanos.

Lo que también es posible, porque los actores tienen unas pequeñas cámaras que graban únicamente sus expresiones, el movimiento de su boca, su lengua, los dientes, debido a que esas estructuras muestran cómo se comporta el cuerpo para tomar la geometría del físico del actor y pasarla al animal que sea necesario, además, que se vea creíble y lo más realista posible.