Prueba del Volkswagen Touareg 3.0 V6 TSI: a contracorriente

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La versión renovada de la tercera serie del gran SUV de Volkswagen (en el mercado desde  2018) se identifica fácilmente por la banda de luces continua en la parte trasera, y básicamente incluye un sistema de infoentretenimiento actualizado y más equipamiento.

Interior y equipamiento

La iluminación LED también del Volkswagen Touareg 3.0 V6 TSI es de serie, mientras que los faros LED Matrix (IQ.Light) tienen un coste adicional. De fábrica, ahora cuenta con el sistema de navegación Discover Pro Max de 15 pulgadas, maletero eléctrico, acceso sin llave, cámara trasera y reconocimiento de señales de tráfico. Los puertos USB-C ahora permiten una carga más rápida.

Las divertidas pantallas off-road con brújula y ángulo de dirección de las ruedas delanteras se suman a los programas de conducción todo terreno para arena, grava y rocas en el camino. No hay opciones de intervención manual, solo modos preconfigurados para diferentes terrenos.

En el Touareg, los controles deslizantes en el volante reaccionan de manera extrañamente retrasada e imprecisa a los comandos. Los asientos R-Line tienen un amplio rango de ajuste y son cómodos en general. El área de carga puede contener entre 810 y 1.800 litros de equipaje.

Motor

El bloque V6 turbo de gasolina de 3.0 litros con 340 CV refleja el enorme incremento de potencia en nuestra época: dispone de la misma caballería que el Porsche Cayenne S de 2003 con motor V8 atmosférico. 

La nueva versión prescinde de la reductora de las primeras dos generaciones. Sin embargo, todavía puede manejarse muy bien en terrenos difíciles, y debería satisfacer a los aficionados a los deportes ecuestres y acuáticos, ya que puede remolcar hasta 3,5 toneladas en cualquier situación imaginable.

La altura al suelo se puede aumentar de 21 a 27 centímetros mediante la suspensión neumática opcional: el Touareg pasa por encima de piedras del tamaño de una caja de zapatos.

Comportamiento

Nuestro ejemplar de prueba venía con el paquete off-road opcional, que incluye protección para el motor, radiador, batería y tanque, además de programas adicionales de conducción para arena y grava. El ángulo de inclinación lateral de 25 grados también es útil.

Probándolo por un circuito todoterreno, su peso le dificulta en pasajes de arena blanda. También en el programa de arena se deben aplicar viejos trucos de off-road, como reducir la presión de los neumáticos. Los 200 mm de articulación de la suspensión son una buena cifra para un SUV.

En la ciudad, la dirección a las cuatro ruedas opcional proporciona un radio de giro aún más aceptable (11,5 m). Su ancho de 1984 mm lo hace voluminoso, aunque no tan ancho como un BMW X5 (2004 mm).

El comportamiento en carretera es impecable: potencia sólida, entregada de manera lineal y transmitida al sistema de tracción mediante una transmisión automática de ocho velocidades de ZF suave como la mantequilla, comportamiento ágil gracias a la dirección a las cuatro ruedas y una distribución de la potencia ligeramente tendente a la zaga (40:60 por ciento).

A pesar de su peso, permanece neutral en las curvas durante mucho tiempo, y los movimientos de balanceo son suprimidos electromecánicamente cuando se equipa con suspensión adaptativa con estabilización activa del balanceo. La suspensión neumática maneja bien las llantas de 21 pulgadas; la sensación de dureza que a menudo se asocia con ruedas tan grandes no se siente.

El motor V6 de gasolina empuja con ganas, pero discretamente durante la subida en pendientes pronunciadas, siendo un verdadero placer para los compradores que no quieren escuchar el ruido de un vehículo comercial pesado en su SUV de lujo.

El consumo de prueba de 11,3 litros es coherente con un coche de esta potencia y peso, y no sorprende ni para bien ni para mal. Pero sí lo hace el hecho de que la versión híbrida enchufable (de antes del facelift) fue aún más sedienta en nuestra prueba de consumo. 

Factores para decidir la compra

Aunque un diésel pueda parecer más adecuado para un SUV tan grande, este V6 de gasolina deja una buena impresión de potencia y confort, aunque es todo lo tragón que se espera de este tipo de motores. Para aquellos que buscan distinción y no conducen mucho, es perfecto. El precio, eso sí, puede fácilmente alcanzar las seis cifras.