El freno del consumo y la llegada de la naranja egipcia alarman a los productores

El freno del consumo y la llegada de la naranja egipcia alarman a los productores

Si España es el primer productor mundial del denominado ‘oro verde’ (el aceite de oliva), en cítricos (naranjas, limones, mandarinas, pomelos…) lideramos la Unión Europea y somos los sextos productores a nivel mundial. Por todo ello, resulta relevante que la principal organización agraria de la Comunidad Valenciana AVA-Asaja pidiera esta semana “tranquilidad” a los citricultores ante la creciente preocupación por las importaciones de Egipto y el menor número de compraventas en los últimos días. En este sentido, recomendaban no tener prisa en vender sus producciones y defender “un precio digno que compense los costes de producción”. A pesar de que detectaban “un ligero parón en las compras de naranjas Navel”, lo atribuían a la resaca tras la Navidad y defendían este punto de vista con varios argumentos: La “escasez de producción en España, la “menor calidad gustativa de la naranja egipcia” y “los precios récord del zumo”. En cualquier caso, hay preocupación por el futuro del liderazgo español en la exportación de cítricos especialmente en naranjas. Solo el año pasado, según el ‘Informe Interactivo de Comercio Exterior’ disponible en la web de Agricultura España exportó por 877,09 millones de euros en naranjas y 888 ,12 millones de mandarinas y clementinas frente a unas importaciones de 182,23 millones y 48,83 millones, respectivamente. El valor en limones alcanzó los 640,30 millones por unas importaciones de 66,46 millones de euros. En palabras del responsable de cítricos de COAG Pedro Gomáriz a La Información, “este año la naranja y la mandarina, dependiendo de las variedades, son un desastre total“, asegura este citricultor murciano quien reconoce que hay merma en la cosecha. En el último aforo de cítricos, elaborado por el Ministerio de Agricultura en septiembre del año pasado, se estimaba para la campaña 2023-2024 hasta 2,643 millones de toneladas de naranjas, lo que supone un 8,2% menos que en 2022 – 2023 y casi un 24% menor a la media de las últimas cinco campañas. Lo que atribuyen a la sequía y “las extremas condiciones climáticas” (falta de precipitaciones y, sobre todo, las extremas temperaturas de este verano).Pero, ¿es tan preocupante la competencia de Egipto? Preguntado por este extremo, Gomáriz considera que este país es “el productor incipiente, lo veníamos viendo y es de los que más han crecido en los últimos años” y constata que ya esta siendo usado por operadores españoles. “Hay habido detecciones de producto tratado con fitosanitarios no permitidos dentro de la UE y enfermedades que aquí no están”, denuncia el reponsable de cítricos de COAG. Pero, ¿que dicen los datos? Si acudimos al último ‘Boletín de Seguimiento Reforzado de Importaciones de Cítricos” que elabora mensualmente el Ministerio de Agricultura y que data de diciembre pasado, solo para Egipto estima unas importaciones a nivel de la Unión Europea de 459.807 toneladas, frente a las 215.466 toneladas de 2022 y las 311.190 toneladas de 2021.Esta semana la Unió Llaudadora i Ramadera denunciaba que en los puertos de Castellón y Valencia se bonifican las tasas de cítricos importados de terceros países con un 40% y un 30%, respectivamente. Algo que, según esta organización agraria, se reproducía en otros puertos como Huelva (40%), Tarragona (30% en barco y 35% en mercancía desde las 30.00 0toneladas) y Cartagena (15% en barco), entre otros. Además han apuntado que Egipto ha sido objeto de varias alertas sanitarias, hasta unas 81 estiman desde Unió. En este sentido, han remitido un escrito al ministro de Agricultura Luis Planas y amenazado con movilizaciones. Nando Durá, citricultor de Albalat de la Ribera en Valencia y vinculado a Unión de Uniones, reconoce su preocupación por el impacto futuro de las importaciones egipcias, aunque valora que “la primera parte de la campaña ha sido normal con precios estables, si bien es verdad que la última semana de diciembre y primera enero se han ralentizado la recolección de ciertas variedades de mandarina rebajando un poco los precios”. En este sentido, reconoce cierta “expectación” por las cantidades que van a entrar y cómo van a fluctuar los precios en las próximas semanas, “que es cuando más suelen subir”.”Este año no hay ninguna explotación de cítricos que sea rentable, aquí está quien va a perder dinero o no cubrir costes”, resume Gomáriz, quien responsabiliza a la distribución de convertir a las naranjas en “un artículo de lujo con un margen abusivo de 15 y 20 céntimos, cuando una vez manipulado y envasado se paga a entre 1 y 1,20 euros/kg: Hay muchísimo margen, para la tienda es de unos 70 céntimos y el consumo la paga de media en España a 2 euros”. En esta línea, lamenta que “el agricultor recibe cero e incluso negativo”. Es decir, estarían produciendo a pérdidas. El observatorio de precios de Asaja correspondiente a la primera semana de enero muestra unos precios en origen de la naranja variedad Navelina de Valencia de entre 0,335 y 0,325 euros/kg frente a unos precios en conocidas cadenas de supermercados que iban desde los 1,69 hasta los 1,99 euros por kilo. En la Región de Murcia, según la Consejería de Agricultura, los precios en origen en el inicio del año se movían entre los 0,35 y 0,50 euros/kg en la variante Lane Late.