¿Por qué todo el mundo ama Bluey? La serie animada para niños (y adultos) que destronó a Peppa Pig

Bluey

Si eres padre, cuidador, o sueles estar rodeado de niños pequeños, es probable que hayas escuchado hablar sobre la famosa “Bluey”. Lo cierto es que las aventuras en pantalla de esta perrita azul junto a su familia han cautivado tanto a niños como a adultos, siendo catalogada como un éxito rotundo y sin precedentes en la historia de los dibujos animados.

Con una duración aproximada de siete minutos, cada capítulo retrata las aventuras diarias que Bluey, una cachorra de pastor ganadero australiano, vive junto a su hermana pequeña, Bingo, su mamá, Chilli, y su papá, Bandit en Brisbane, Australia. Van a la escuela, juegan juntos, salen de paseo, y así.

A simple vista, no parece muy diferente respecto de lo que shows como “Peppa Pig” o “Caillou” vienen haciendo desde hace tiempo. Sin embargo, los números dicen otra cosa. ¿En qué se diferencia Bluey del resto de las series animadas para niños?

Ejemplos de crianza respetuosa y un rol paterno positivo

Bluey tuvo su primera transmisión el 1 de octubre de 2018 en el canal ABC Kids. Su creador, Joe Brumm, es un animador digital australiano que ya había trabajado en series como Charlie & Lola y Peppa Pig en el Reino Unido.

En una entrevista con Vulture, Brumm señaló que, una vez que volvió a Australia y se convirtió en padre, comenzó a ver con una mirada más crítica los contenidos infantiles y decidió que hacían falta más programas de calidad.

Fue así como surgió la inspiración para Bluey: crear un dibujo animado similar a Peppa Pig, pero que en lugar de tratar sobre una familia de cerdos, se centraría en torno a una familia de pastores ganaderos australianos, la raza de perro más representativa de su país natal.

Además, incorporaría sus propias experiencias de paternidad con sus hijas, así como enseñanzas respaldadas en técnicas de crianza respetuosa y ejemplos de paternidad positiva.

Bluey logra un equilibrio interesante al mostrar padres realistas, que a veces están cansados o que deben atender sus responsabilidades de adultos, pero que al mismo tiempo encuentran espacios para que sus hijas tengan la suficiente estimulación a través del juego, uno de los pilares clave en la serie.

Lo anterior, es producto de una mezcla entre las experiencias personales de Brumm, lo que da un toque de realismo a la serie, con un exhaustivo trabajo de investigación sobre crianza respetuosa, la cual se ve incorporada a menudo en las enseñanzas que Bluey deja a lo largo de sus episodios.

También resalta en particular el ejemplo que Bandit, papá de Bluey, juega dentro de la dinámica familiar. Su representación se ha ganado el reconocimiento de la crítica, tanto él como Chili, la mamá, trabajan, comparten las tareas domésticas y encuentran espacios para jugar con sus hijas.

Bluey trata temas serios y muestra escenarios realistas

Como cualquier serie para niños, el contenido de la serie gira en torno al mundo que Bluey y Bingo construyen cuando están jugando. Sin embargo, muchas veces este se ve influenciado o interrumpido por situaciones de la vida real que están más allá de lo que típicamente se espera de un show infantil.

Si bien la vida de esta familia de perros que vemos en los episodios gira en torno al juego, la diversión y la imaginación, también se permite encontrar espacios de profunda vulnerabilidad. A lo largo de sus más de 100 episodios, ha tratado temáticas como los celos, la rivalidad entre hermanos, la tolerancia a la frustración, adicción a la tecnología, e incluso ha llegado a tocar temas tan delicados como la infertilidad (“Mamelucos”) o la pérdida (“El Show”).

Tal y como consignó la BBC, es una caricatura que logra involucrar a los niños y entretenerlos, al mismo tiempo que consigue devastar emocionalmente a los padres (de una manera positiva, claro).

Cuestiones como lo abrumadora que puede llegar a ser la maternidad, por ejemplo, ha sido representada en episodios como “Carrera de bebés”, “Perro oveja”, o “Relajarse” logrando cautivar a más de un padre o madre para quedarse pegado al televisor, incluso derramando una que otra lágrima.

Por último, cabe mencionar que el mundo de Bluey no solo gira en torno a estos cuatro personajes. A menudo vemos apariciones de amigos, vecinos, e incluso de los abuelos de Bluey, lo que también ha servido como catalizador para deslizar, de manera sutil, el miedo de perder a un padre ya en la edad adulta. Por ejemplo, en “Aventuras con el abuelo” o en “Dragones”.

Es genuinamente divertida

Joe Brumm aseguró que “La televisión infantil me vuelve loco. Mucha gente no lo considera un medio legítimo con el que divertirse un poco”, en su opinión, todos los episodios de caricaturas para preescolares son relativamente iguales, con las mismas tramas y donde al final la única lección es aprender a disculparse.

En ese sentido, una de las claves del éxito de Bluey es que sabe como enganchar tanto a niños como a adultos con historias originales y poco convencionales. Calificada como “posiblemente la mejor serie de televisión del mundo”, por The Guardian, Bluey ha sabido tomar algunos riesgos para cautivar audiencias de todas las edades.

El episodio, “Los 80”, trae más que una pizca de nostalgia para todos los padres que crecieron durante esa época, recordando elementos icónicos de la cultura popular. En él, Bandit le cuenta a sus hijas una historia de cuando él era niño, haciendo hincapié en lo distinta que era la vida en ese entonces con divertidos ejemplos.

Así mismo, cada episodio donde Bluey y Bingo se disfrazan y fingen ser abuelitas está cargado de humor.

Sin embargo, dichas apuestas por explorar un humor más arriesgado no han estado exentas de polémica. De hecho, uno de los episodios de la franquicia fue baneado por Disney Plus, servicio de streaming que transmite la serie a nivel global. Eso sí, sigue disponible a través del canal oficial de Bluey en YouTube.

Se trata de “Papá Bebé”, el episodio 13 de la temporada 2 de Bluey. En él, Bandit muestra a sus hijas cómo usar su viejo arnés para bebés, pero termina involucrado en un juego donde Bingo pretende ser un bebé a punto de nacer desde dicho arnés. Por ello, es que la franquicia del ratón no parece estar muy convencida de que sea un contenido apto para niños pequeños.

Tmbién, la serie ha sido objeto de críticas que plantean que establece estándares demasiado altos para la paternidad. No obstante, la opinión predominante entre sus seguidores globales es que Bluey representa un modelo a seguir en lugar de una expectativa inalcanzable.

Así y todo, con un enfoque fresco y auténtico, Bluey se erige como un fenómeno que trasciende generaciones. Con sus relatos cotidianos y su visión de crianza respetuosa, redefine los estándares de la animación infantil. Es un tributo a la diversidad emocional y a la conexión familiar, dejando un legado perdurable en la historia de la televisión y los corazones de sus espectadores.