Por inseguridad se somete a dolorosa cirugía para aumentar de estatura: así fue el doloroso proceso
En una valiente búsqueda por superar años de inseguridades relacionadas con su altura, Daniel Farbod, un ingeniero civil de 27 años, ha protagonizado una asombrosa historia de resiliencia y determinación al someterse a una dolorosa cirugía de alargamiento de extremidades.
La intervención, que costó 25,000 euros, ha elevado su altura de 1,70 a 1,77, transformando no solo su estatura física, sino también su salud mental y su confianza en sí mismo.
Desde temprana edad, Farbod lidió con una profunda obsesión por su altura, lo que lo llevó a sentirse inseguro y, en última instancia, desencadenó pensamientos suicidas. Su conexión entre masculinidad y estatura exacerbó sus conflictos internos, haciéndolo sentir insuficiente.
Pero su historia da un giro cuando, tras investigar en línea, se topó con la cirugía de alargamiento de extremidades. Inspirado a recuperar el control de su vida, Farbod se sometió al procedimiento en una clínica especializada en Turquía en mayo de 2021.
La cirugía fue una experiencia física y mentalmente agotadora para Farbod. Implicó la fractura de sus fémures y la inserción de una varilla con fijadores externos para alargar gradualmente sus piernas.
Durante cuatro intensos meses, ajustó diariamente los fijadores con una llave Allen, marcando un proceso minucioso pero crucial para su transformación. A pesar de los desafíos, Farbod emergió con una renovada confianza y una sensación de logro que no podría expresar con palabras.
La recuperación no fue fácil, ya que enfrentó complicaciones nerviosas y requirió una cirugía adicional. Sin embargo, finalmente se libró de los fijadores externos en septiembre de 2021 y pudo mantenerse en pie tres meses después.
La transformación física, de 1,70 a 1,77, simbolizó mucho más que un simple cambio en la estatura: fue una afirmación de su lucha contra la adversidad y la conquista de sus miedos internos.
En sus propias palabras, Farbod compartió: “Ni siquiera puedo expresar con palabras lo feliz que estaba, y aún así me sentí mucho más seguro”.
Ahora, utiliza sus redes sociales, como Instagram y YouTube, para inspirar a otros a abrazar sus inseguridades y hablar sobre temas de autoaceptación.
Su valiente historia no solo ha generado apoyo en línea, sino que también ha abierto un diálogo sobre la importancia de la salud mental y la lucha contra los estándares de belleza poco realistas.